Este viernes, Pedro Sánchez rompió una de sus propias promesas del pasado y representó en una foto su alianza con la izquierda abertzale de Bildu, partido que le va a apoyar sin ambages en su pretensión de anclarse otros cuatro años más en la Moncloa.

Junto al presidente del Gobierno en funciones, y representando a la otra parte, estaba Mertxe Aizpurua, portavoz de Bildu, uno de los rostros visibles del nacionalismo radical vasco, una política veterana cuya carrera ha ido en paralelo a algunos de los episodios más importantes de ETA.

Nacida en enero de 1960 en la localidad guipuzcoana de Usúrbil, de la que sería alcaldesa entre 2011 y 2015, Mertxe Aizpurua es licenciada en Ciencias de la Información y periodista de profesión.

Aizpurua trabajó en Egin, el periódico considerado como el medio de comunicación oficial de ETA, y fue directora técnica de la revista Punto y Hora de Euskal Herria, una revista también de corte abertzale, y en cuyas páginas Aizpurua cometió el delito de apología del terrorismo, por el que fue condenada en 1984 por la Audiencia Nacional, además de inhabilitada profesionalmente durante un año.

De aquella época es muy recordada la infame portada que este medio publicó al día siguiente de la liberación del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, que pasó 532 días encerrado en un húmedo zulo de 1,8 x 3 x 2. "Ortega vuelve a la cárcel", publicó el diario en el que Aizpurua tenía responsabilidades en la portada.

Sánchez se retrata por primera vez junto a Bildu en el último día de contactos antes de una investidura aún sin fecha

Además de su papel en los aparatos propagandísticos de la banda, Aizpurua ejerció como biógrafa de los terroristas de ETA muertos, una tarea que no ha abandonado ya que en 2018 publicó un libro dedicado a Argala, uno de los primeros líderes de la banda, que participó en el asesinato de Carrero Blanco.

Fue una de las fundadoras del periódico heredero de Egin, Gara, que dirigió entre 1999 y 2004, y en el que se publicó una entrevista con los líderes de ETA, por la que el juez Baltasar Garzón la interrogó, sin que el asunto prosperase.

Vandalizan con pintura y heces la tumba de Fernando Buesa, asesinado por ETA en 2000

Años después, Aizpurua dio el salto a la política, y debutó con victoria. En 2011 resultó elegida alcaldesa de su localidad natal, Usúrbil, cargo que ocupó hasta el año 2015. En 2019 logró un escaño como diputada en el Congreso y asumió la portavocía de Bildu.

Mertxe Aizpurua no condena el terrorismo, ni el de antes ni los homenajes que reciben los etarras excarcelados, así como tampoco actos vandálicos como la profanación, la pasada semana, de la tumba del socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA y que apareció manchado con heces y pintura negra.

Todo ello no impide que sea la interlocutora directa de Pedro Sánchez en un pacto encarnado en una foto en la que ambos, muy sonrientes ante la cámara, y refrendado con un apretón de manos, unieron sus destinos para los próximos cuatro años, si Puigdemont no lo frustra.