Intentan cuestionar que el asesinato de Edwin Arrieta fue premeditado: Daniel Sancho usaba el cuchillo y la sierra como chef

Daniel Sancho fue detenido el 5 de agosto en la isla de Phangan, tras confesar ese día el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta, cuyos restos fueron esparcidos por la isla y el mar.

El juez extendió hace unos días, por sexta vez, la prisión provisional por petición de la Fiscalía para trabajar en un informe que deberá entregar al tribunal antes del 29 de octubre, aunque este plazo podría ampliarse 24 días de manera excepcional. Una vez la Fiscalía entregue el informe, el juez podrá fijar una fecha para el juicio. 

El joven, de 29 años, que ha recibido visitas en prisión de su madre, Silvia Bronchalo, y de su padre, el actor Rodolfo Sancho, aceptó la solicitud del fiscal de prorrogar la prisión provisional al ser preguntado por el juez, según detalló el propio tribunal.

La Fiscalía de Samui confirmó a EFE que había recibido el informe policial elaborado por los investigadores de la comisaría de la vecina Phangan, donde tuvo lugar el supuesto crimen el pasado 2 de agosto, tras una investigación de dos meses.

En ese informe, la Policía acusa a Sancho de asesinato premeditado y ocultación del cuerpo, los mismos cargos que se presentaron contra el español el 7 de agosto, cuando pasó a disposición judicial e ingresó en prisión provisional.

Precisamente eso es lo que intenta cuestionar la defensa del cocinero español. En un informe que firma el despacho Balfagón-Chippirrás, representantes legales de Rodolfo Sancho en España al que ha tenido acceso El Mundo, y en el que se analizan todos los artículos que Daniel Sancho compró y en los que se basó la policía de Tailandia para sostener su hipótesis de la premeditación, intentan demostrar que los adquirió por su condición de chef y seguidor de la cocina tailandesa.

Así, según indica el citado medio, los criminólogos destacan que, "desde los primeros momentos de su detención, Daniel pidió perdón a Tailandia y declaró el enorme cariño que tenía hacia este país". 

Y, por eso, según los criminólogos, la titulación de Sancho demostraría que este desplegaba su vocación por la cocina donde iba, aunque estuviera de vacaciones (como era el caso en Tailandia). Así, exponen que el español adquirió el cuchillo, las bolsas de basura, la sierra y los guantes con la intención de usarlos en actividades de restauración durante su estancia en la isla y no para acabar con la vida de Edwin Arrieta y hacen hincapié en ciertos "agujeros" del dosier, como ausencia de tickets o utensilios que no coinciden en la cronología dibujada por la Policía.