Gatos

La Gatoteca, el pionero y solidario 'café de gatos', cumple 10 años: "700 gatos han encontrado hogar aquí"

En La Gatoteca, inspirado en los 'neko cafés' japoneses, se puede conocer a los gatos que están disponibles para adopción, mientras podemos tomarnos un café.
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Hace exactamente 10 años, en 2013, Eva Aznar Morales fue pionera en todo el mundo al abrir La Gatoteca en Madrid, un proyecto inspirado en los 'neko-cafés' japoneses pero con una perspectiva que hasta entonces nadie había asumido: que todos los gatos estuvieran en adopción y que el programa fuera gestionado por una asociación sin ánimo de lucro, en este caso la Asociación Benéfica por el Rescate e Inserción de Gatos en Adopción (ABRIGA).  

El proyecto, inicialmente abierto en solitario por Eva Aznar, cuenta en la actualidad con un equipo de cuatro personas: la propia Eva, Elena, Julio y Aitor. 

En el local, ubicado en el centro de Madrid, los visitantes pueden "disfrutar de la compañía, el juego y el cariño de una colonia de alrededor de 24 gatos", relatan en su página web. A la compañía de los felinos, se le suma la posibilidad de poder tomarse un café, lo que convierte la visita en una experiencia única. Y si surge el amor con uno de los gatos presentes, lo mejor es que puede iniciarse el proceso de adopción. 

Eva Aznar Morales

  • Presidenta de ABRIGA y creadora del proyecto La Gatoteca
Eva no tiene constancia de cuándo se despertó en ella el amor incondicional hacia los gatos. De forma autodidacta, comenzó a leer todo cuanto pudo sobre la especie y después llegaría la formación en comportamiento, medicina felina, a colaborar con asociaciones de protección animal... "Y una cosa llevó a la otra", relata, y su experiencia en hostelería y un proyecto que surgió como trabajo de fin de carrera en diseño de interiores, tomó forma el 15 de octubre del 2013, con la inauguración del café de gatos. "La Gatoteca es la venganza contra mi madre. No pude tener gato hasta entrada la adolescencia, y ya me he resarcido teniendo más de 700 a mi cargo", bromea. 

¿Cómo fueron los comienzos, viéndolo en perspectiva?Mirándolo con perspectiva, estaba bastante loca para lanzarme a iniciar un proyecto así. Pero creo que hacía falta llevarlo a cabo. Conseguimos ser los pioneros en nuestro país, pero el mayor logro es que fuimos los primeros en cambiar el concepto de “neko-café” y hacerlo un proyecto solidario, gestionado por una asociación sin ánimo de lucro, dando nuestros gatos en adopción. Y eso marcó un antes y un después para cafés de gatos en toda Europa, USA, Latinoamérica, que plantearon sus proyectos para ayudar a los gatos, no solo para el disfrute humano, y eso me hace sentir superorgullosa.

¿Cómo integras a los gatos en la experiencia de los clientes?Lo curioso es que hay personas que comentan que no se parece a un neko-café, cuando es lo más cercano a lo que puedes encontrar en Japón respecto a la experiencia. Allí son zonas tipo salón, enmoquetadas, con cojines, donde los gatos van a sus anchas y, si acaso, tienes máquinas de vending o similar para amenizar tu visita con alguna bebida…
Digamos que no es una cafetería al uso, es un “gatos con café”, puesto que vienes a disfrutar de los gatos, a conocerlos, acariciarlos, jugar con ellos, y el café es un aliciente más para el confort de tu visita. Los gatos son los protagonistas en esta historia. Si llegas a enamorarte de alguno, en este caso y a diferencia de Japón, están todos disponibles para adopción.

¿Cómo seleccionas a los gatos que viven en La Gatoteca?Trabajamos de siempre con gatos adultos, y tenemos preferencia por los “invisibles”, es decir, los más mayores, con problemas de salud, un carácter complicado, o aquellos que llevan mucho tiempo sin que nadie pregunte por ellos. 

El salón de gatos tiene aforo limitado, ya que lo más importante es el bienestar de los animales, por lo que requiere de reserva para visitarlos.
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¿De dónde proceden los gatos?Principalmente vienen de dos orígenes. Del centro municipal de Madrid, que recoge todo gato abandonado en vía urbana, y donde hay gatos olvidados e invisibles, o que vienen de incautaciones, síndromes de Noé y otras circunstancias muy complicadas para ellos. También de pequeñas asociaciones, a nivel nacional, que realizan una labor increíble, pero quizá tengan poca difusión para encontrar familias adoptantes, y se ven de manos atadas para seguir ayudando en su zona, porque están saturados sin encontrar hogar a muchos de sus gatos por años.

¿Cómo ha sido la evolución de La Gatoteca a lo largo de los 10 años?La Gatoteca ha sido (y es) un proyecto de ensayo y error. Tienes en mente todo lo que puede salir mal, o eso crees, y luego pasan muchísimas cosas que ni habías podido imaginar, ¡para lo malo y para lo bueno! Trabajar con seres vivos es vivir al día y adaptarte a las circunstancias: salir corriendo a urgencias con un gato, facturas veterinarias que no puedes asumir, una pandemia, cierre, cambio de local…

Trabajar con seres vivos es vivir al día y adaptarte a las circunstancias

¿Cuál ha sido la reacción de la comunidad local y los visitantes a La Gatoteca?Estamos encantados con nuestros visitantes desde el principio.
Siempre tienes el garbanzo negro que no entiende nuestra labor, que se piensa que cualquiera puede montar “un café con gatitos” o que viene pensando que los gatos le van a hacer el show. Retractores, tenemos todos, pero lo habitual es que la gente sea maravillosa. Nos han mostrado su cariño y apoyo desde la apertura, e incluso después del cierre y reapertura en un nuevo local, muchos nos han seguido y dado la enhorabuena por haber podido retomar el proyecto. A diario hay alguien que te da la enhorabuena por tu labor, y eso no tiene precio.

En estos 10 años, ¿has notado un aumento en la conciencia y el interés por la adopción de gatos y la importancia de cuidar a los animales?En esta década ha cambiado mucho la percepción general sobre el gato, de forma general. Cuando nosotros comenzamos impartiendo el Curso Básico del Gato (obligatorio para la adopción con nosotros), no había nada de formación sobre gatos en ningún lado. Ahora hay muchas fuentes válidas de conocimiento sobre ellos, pero porque la gente ha comenzado a demandarlo, a preocuparse por entender a su gato, conocer su comportamiento, una alimentación adecuada, etc.
Respecto a la adopción, oscila mucho en fechas, y seguimos teniendo el problema de adopciones no responsables. En general, hay más conciencia, pero falta mucho trabajo todavía por realizar.

¿Cuántos gatos han encontrado hogar gracias a La Gatoteca?En nuestro primer espacio cerramos con una cifra cercana a los 500 gatetes entregados a familias. Ahora mismo, en estos dos años y con las nuevas instalaciones, ya hemos ayudado a otros 271. Teniendo en cuenta que trabajamos a diario en nuestro espacio con unos 45-50 gatos a la vez, ya habremos alcanzado los 700 gatos que han encontrado nuevo hogar ¡gracias a La Gatoteca!

Esperamos que en 2024 vea la luz un libro sobre gatos que ya tenemos escrito y que es genial para conocerlos y entenderlos, solo nos falta encontrar editorial, ahí lo dejo...

¿Qué consideraciones especiales has tenido que tener en cuenta para garantizar el bienestar y la seguridad de los gatos y los clientes en el local?Constantemente recibimos contacto de alguien que quiere abrir un proyecto similar y, cuando comenzamos a decirle todas las normativas, permisos y detalles que te solicitan, suelen abandonar la idea. Nosotros les animamos igualmente, pero lo cierto es que es extremadamente complicado. Un espacio donde hay gatos, humanos y bebidas, tiene unas normas sanitarias exacerbadas.
Es un trabajo constante de protocolos veterinarios, desinfección de espacios, trabajo de prevención de enfermedades y mucho más. Hay que mirar más allá de la sala de gatos, porque todo lo que hay detrás para que eso sea posible, es un trabajo increíblemente duro e invisible.

No es necesario adoptar un gato para acudir a La Gatoteca. Muchos visitantes son personas que echan de menos a su gato, o no pueden adoptar ninguno pero aman la especie, por lo que La Gatoteca les proporciona la oportunidad de disfrutar de la compañía de los felinos durante un rato.
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¿Puedes compartir algunas historias exitosas de adopción que hayan ocurrido?¡Podría escribir todo un libro de anécdotas, ja, ja, ja! ​En una de nuestras visitas para recoger gatos del Centro Municipal, me pusieron en brazos a un gato de dos meses, negro, con los ojos recién enucleados, dudoso positivo a leucemia. ¿Qué podía hacer frente a eso? Pues mandamos un PCR hasta Alemania que nos dio negativo, se vino a La Gatoteca, se hizo amigo de otro gato, sénior, cojo, con problemas en un ojo y muy miedoso. Wonder y Motorín se llamaban, y conseguimos hogar conjunto para ellos. El ciego y el roto, juntos con una familia, nos enseña que todo es posible.

​También está el caso de Nymeria. Nos contactaron desde Córdoba, por una gatita que su madre había abandonado porque tenía ataxia (problemas de movilidad por causas neuronales). Se quedó enana, temblaba al andar, al comer, pero nada de eso le impedía subirse al regazo de todo el mundo a pedir mimos. Una gata que nadie hubiera querido adoptar sin saber que, realmente, su ataxia no era un problema, y que encontró hogar rápidamente.

Finalmente, ¿tienes planes o proyectos futuros para La Gatoteca en Madrid o quizás en otros lugares?Nunca nos planteamos abrir otro espacio similar. Es un trabajo exhaustivo donde hay que llevar un control tremendo, y con 50 gatos cada día, ya tenemos suficiente responsabilidad. Pensamos que el salto debe ser hacia la concienciación y la formación, a través de varios cursos que estamos ahora organizando para poder ofrecer en formato online. Así mismo, esperamos que en 2024 vea la luz un libro sobre gatos que ya tenemos escrito y que es genial para conocerlos y entenderlos, solo nos falta encontrar editorial, ahí lo dejo…

Divulgadora

Empecé Antropología Social y Cultural, tengo el certificado profesional del curso de técnica en gestión medioambiental, el curso “The Truth about Dogs and Cats” de la universidad de Edimburgo y el curso “Capacitación social en educación canina, tenencia responsable y gestión del bienestar animal” de la UNED. Colaboro escribiendo sobre animales en '20minutos', 'Etología Canina' y para la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos. He criado con responsabilidad gatos y perros, he sido asistente de tiendas de animales y auxiliar de peluquería canina y felina y me he dedicado a la gestión, atención y mantenimiento de especies animales e instalaciones en núcleos zoológicos.

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