Marlaska alerta de la "radicalización" y odio en Europa en plena guerra de Israel y Hamás

Fernando Grande-Marlaska, en la reunión de ministros del Interior de la UE en Luxemburgo.
Fernando Grande-Marlaska, en la reunión de ministros del Interior de la UE en Luxemburgo.
Alexandros Michailidis
Fernando Grande-Marlaska, en la reunión de ministros del Interior de la UE en Luxemburgo.

La UE aumenta su preocupación en torno a las consecuencias que pueda tener el conflicto entre Israel y Hamás"Nos preocupa la radicalización, la polarización, en un contexto de violencia en Oriente Próximo", sostuvo en este sentido el ministro español del Interior en funciones, Fernando Grande Marlaska, a su llegada a la cumbre de ministros del ramo que tiene lugar este jueves en Bruselas. Marlaksa, de hecho, ha lamentado que esta "polarización" pueda dar lugar a un aumento de los delitos de odio en Europa, y pide trabajar intensamente para evitarlo.

Ahora mismo las cifras de víctimas mortales superan las 3.000 en Gaza y las 1.400 en Israel, y el ministro del Interior pide "condenar todos los ataques y solidarizarse con todas ellas". Además, el análisis que quieren hacer los Estados miembros no se refiere solamente a un posible aumento de los ataques yihadistas, como el que se dio este pasado lunes en Bruselas con dos muertos, sino también a una reacción de las fuerzas radicales de extrema derecha.

Esta cumbre, de la que no se esperan conclusiones, se celebra solo un día después de que la UE tratase de cerrar filas desde el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. Allí, el ministro español de Exteriores en funciones, José Manuel Albares reiteró que Israel tiene todo el derecho a defenderse de los ataques terroristas de Hamás. Pero tiene que hacerlo de acuerdo al Derecho Internacional y Humanitario con el objetivo de proteger a la población civil. "Europa debe luchar contra el terrorismo y apoyar a la población civil: la barbarie no puede triunfar", sentenció.

Por su parte, el Alto Representante, Josep Borrell, hizo hincapié en que la Unión debe basar la respuesta en cuatro pilares: "Firmeza, humanidad, coherencia política y actitud proactiva para resolver el conflicto". Además, quiso dejar claro que es "compatible" condenar "los ataques terroristas" y a su vez "condenar los ataques contra la población civil".

Borrell repitió dónde están los límites de la guerra, porque esta, dijo, "tiene unas reglas" y es necesario tenerlas en cuenta. "Están acuñadas en el Derecho Internacional y lo hemos dicho referidos a otros conflictos. Cortar el agua a una población no es compatible con el derecho de la guerra", explicó. En este sentido, recordó la importancia de los Acuerdos de Oslo y, defendiendo la posición tradicional de la UE, se puso al lado de la solución de dos Estados. "Si no paramos el ciclo de la violencia, se volverá a repetir en unos años", avisó.

Con todo, el jefe de la diplomacia europea considera que es clave explorar las vías necesarias para la paz. "No vendrá sola, hay que construirla y la comunidad internacional no ha hecho todo lo que debería haber hecho para llevar a la práctica los acuerdos de Oslo", sostuvo, mientras pedía de nuevo "no responsabilizar a todos los gazatíes de las atrocidades que comete y ha cometido Hamás".

"¿En qué lamentar una tragedia me quita fuerza moral para lamentar otra?", se preguntó Borrell en su turno de réplica, antes de terminar su intervención. "La fuerza moral para condenar algo la tengo si condeno otra cosa igual cuando ha sido hecha en otro lugar, por otra gente quizás más cercana a mí. Y si no comprendemos esto no podemos ser útiles para intentar resolver el conflicto", concluyó. Sobre esto, además, aseguró que la UE "carecería de autoridad moral" si solo denunciase matanzas de civiles en Ucrania, al hilo de la invasión rusa del país.

También los Estados miembros, que son los que tienen la competencia exterior de la UE, han terminado de cerrar filas con un comunicado conjunto en el que condenan "de manera firme" los ataques terroristas de Hamás y piden la liberación de los rehenes, instan a Israel a que se defienda de acuerdo a las normas internacionales, buscan asegurar la llegada de ayuda humanitaria y se comprometen a trabajar "por una paz duradera" con los socios de la Unión en Oriente Medio. 

En ese escenario, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, recordó la necesidad de que Gaza cuente con las necesidades básicas cubiertas al tiempo que pidió, de nuevo, la liberación de los secuestrados de Hamás -entre los que está el español Iván Illarramendi- "sin condiciones" de ningún tipo. Los Estados miembros, al tiempo, trataron las vías para que los ciudadanos europeos puedan salir de las zonas afectadas. "Los civiles tienen que ser protegidos", terminó.

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