![Volver al trabajo después de un tratamiento largo puede ser duro](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/files/fp/uploads/imagenes/2023/02/03/mujer-con-un-panuelo-rosa-de-cancer-de-mama.r_d.28-583.png)
La historia del lazo rosa contra el cáncer de mama es una de esas de perseverancia y firmeza que llevan detrás la convicción de una mujer de que las cosas pueden ser mejores. Su nombre era Charlotte Haley y con aguja e hilo transformó la vida de miles de mujeres.
En 1991, a sus 68 años, movida por su propio diagnóstico y el de más mujeres de su familia, Charlotte comenzó a coser lazos color melocotón en el comedor de su casa de Boston y a repartirlos por la calle, a sus vecinas, en los locales del barrio e incluso a los políticos estadounidenses. A cada lazo adjuntó una carta con un mensaje claro: "El presupuesto anual del Instituto Nacional del Cáncer es de 1.800 millones de dólares, y solo el 5% se destina a la prevención del cáncer. Ayúdanos a despertar a los legisladores y a Estados Unidos llevando este lazo".
![Charlotte Haley](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_auto/uploads/imagenes/2023/10/19/cancer-mama-lazo-rosa.jpeg)
Del color melocotón al rosa: su origen
El melocotón dio sus frutos, y muy pronto la campaña del lazo llegó a la revista de salud 'Self', pero el intento de su editora, Alexander Penny de llevarla en su número especial por el Mes Nacional de Concienciación sobre el Cáncer de Mama de 1992, fue en balde, porque Charlotte consideró que la iniciativa era demasiado comercial.
Ante la negativa, la revista decidió teñir el proyecto y convertir el lazo melocotón en rosa para poder usarlo legalmente. Poco después, la compañía de cosméticos Estée Lauder, con la ayuda de Evelyn Lauder, se unió al proyecto y juntas comenzaron a promocionar esta campaña contra el cáncer de mama que, ahora, es conocida mundialmente.
Un 'pinkwashing' alejado de Charlotte
"A mi abuela le explotaría la cabeza si viera lo que está pasando hoy en día con el pinkwashing", aseguraba su nieta Julie en el corto publicado por Teta&Teta. Porque, en efecto, el objetivo de su abuela se ha perdido entre las campañas de las marcas que la utilizan por moda, dinero o popularidad u olvidan que entre el 20 y el 30% de las pacientes no se curan hoy en día. Hace falta investigación para dar con tratamientos eficaces y prevención.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios