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Los dueños de mascotas tienen más apego y están más dispuestos a pagar tratamientos costosos a los perros que a los gatos

Un perro durante un paseo otoñal.
PIXABAY

Los propietarios de mascotas suelen tener más apego a los perros que a los gatos y se preocupan más por aquellos que por estos, aunque con algunas diferencias según los países.

Esa es la principal conclusión de un estudio realizado por un equipo de científicos dirigido por Peter Sandoe, de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y publicado este lunes en la revista ‘Frontiers in Veterinary Science’.

Algunos estudios han sugerido que los dueños de mascotas están menos apegados emocionalmente y menos dispuestos a financiar el cuidado de los gatos que los perros, posiblemente por el comportamiento de los mininos, ya que se puede percibir que estos se preocupan menos por los humanos y necesitan menos cuidados a cambio.

Pero estas investigaciones a menudo se realizan con muestras no representativas y no consideran posibles diferencias culturales en las actitudes hacia las mascotas, por lo que Sandoe y sus colegas decidieron investigar más a fondo.

"Queríamos descubrir si los gatos podrían terminar teniendo el mismo estatus que los perros hoy en día", indicó Sandoe. Así, "hemos descubierto que la gente está dispuesta a gastar mucho menos en sus gatos que en sus perros", tal y como sentenció.

Los científicos contrataron una empresa demoscópica para reunir muestras representativas de dueños de mascotas adultos de tres países de Europa occidental y central, que son similares en muchos aspectos, aunque se urbanizaron en diferentes momentos de la historia: primero Reino Unido, después Austria y finalmente Dinamarca.

Escala de lexington

Los científicos plantearon la hipótesis de que una historia más lejana con los animales rurales entre la población general es un factor cultural que podría afectar las actitudes sociales hacia las mascotas en la actualidad.

La muestra final de dueños de mascotas estuvo compuesta por 2.117 personas propietarias de perros o gatos: 844 tenían canes, 872 eran dueños de mininos y 401 poseían ambos. A las personas encuestadas se les pidió que respondieran preguntas destinadas a comprender una variedad de diferentes dimensiones de la atención.

Estas preguntas incluyeron la escala de Lexington, que tiene como objetivo comprender el apego emocional de los propietarios hacia sus mascotas, así como preguntas sobre cuánto invierten en atención veterinaria y sus expectativas sobre la atención disponible.

Los científicos descubrieron que las personas parecían preocuparse más por sus perros que por sus gatos en todos los países y en todas las medidas.

Así, tenían puntuaciones de apego más altas hacia sus perros, aseguraban a estos con más frecuencia, en general esperaban que hubiera más opciones de tratamiento disponibles para los canes y pagarían más por esos tratamientos.

Sin embargo, hubo diferencias en las actitudes entre los países: aunque la preferencia por los perros fue leve en el Reino Unido, en Austria la fue más marcada y en Dinamarca resultó ser muy acusada.

"Si bien la gente se preocupa más por sus perros que por sus gatos en todos los países, el grado de diferencia varió dramáticamente entre países", precisó Sandoe. Además, añadió: “No parece ser un fenómeno universal que la gente se preocupe mucho menos por sus gatos que por sus perros. En cambio, sugerimos que la diferencia probablemente dependa de factores culturales, incluido si los animales pasan mucho tiempo con sus dueños en el hogar”.

El patrón se repitió en otras medidas. La diferencia entre el apego emocional informado por los dueños de perros y gatos fue mayor en Dinamarca que en otros países, y era mucho menos probable que los propietarios daneses contraten un seguro para sus gatos que para sus perros. La diferencia en la disposición a pagar por el tratamiento veterinario volvió a ser mucho mayor en Dinamarca.

Los británicos son a menudo retratados como una nación amante de los gatos, lo cual sin duda lo confirma nuestro estudio. Los daneses tienen un largo camino por recorrer, pero es posible que al final lo consigan”, comentó Sandoe.

El pasado agrícola

Según los autores del estudio, esto puede deberse a un pasado reciente más agrícola, donde la mayoría de los animales se mantienen a mayor distancia y los perros trabajan mucho más estrechamente con los humanos que los gatos.

Sin embargo, otros factores podrían estar involucrados. Por ejemplo, las personas pueden tener más cuidado al asegurar a sus perros porque el tratamiento canino es más caro o reportar un mayor apego a los canes porque estos les ayudan en la vida cotidiana.

Clare Palmer, de la Universidad de Texas A&M (Estados Unidos), resaltó que la investigación está centrada en tres países de Europa central y occidental. “Plantea preguntas intrigantes sobre lo que podrían encontrar los estudios comparativos de otros países. ¿Quizás hay países donde el nivel de cuidado y apego hacia los gatos es, de hecho, mayor que el de los perros?”, concluyó.