Les iba yo a escribir sobre las elecciones presidenciales que se celebraron este domingo en Argentina, elecciones que tendrán una segunda vuelta. Lo iba a hacer porque las podía haber ganado un payaso, con perdón de los artistas que hacen este papel, y que todavía las puede acabar ganando, pero ha ocurrido algo increíble que les contaré más adelante. Algo que nadie se esperaba, inaudito, único.

Volvamos a Argentina. Las encuestas daban ganador al payaso, pero finalmente no fue así. ¿De quién estoy hablando? De Milei, del anarcocapitalista, Javier Milei.

Este personaje es todo un esperpento: según el mismo ha contado, es un gurú del sexo que puede tener actividad sexual durante tres meses sin eyacular – sus exnovias le llaman “la vaca traviesa”-, amante de los disfraces de personajes de ficción, negacionista del cambio climático y de la dictadura, enemigo del aborto legal, defensor del tráfico libre de órganos y de armas y propietario de 3 perros clonados de su adorado perro Conan, cuya muerte le traumatizó. Clonarlos le costó más de 50.000 dólares.

Milei no ha negado los rumores que dicen que consulta a sus perros su estrategia política. Les considera los mejores analistas políticos del mundo. ¿Qué habrá hecho Argentina para que Dios la castigue con el peronismo y ahora lo quiera hacer con el ultra Milei?

Y así estaba yo, intentando responder, cuando saltó la noticia que nadie se esperaba, ahora en modo ironía: el PSOE y Sumar, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, han llegado a un acuerdo para reeditar el gobierno de coalición. ¿Y Podemos? No se sabe: fueron y ya no son. Cómo es la política. ¿verdad?, ¿o será simplemente el poder?

Anótense ustedes todo lo que dicen que harán esta legislatura con permiso de Oriol Junqueras y de Carles Puigdemont, porque supongo que les habrán consultado sobre lo que han acordado, ¿no? De momento, a los empresarios parece que no.