Es muy común entre aquellos que conviven con animales de compañía encontrarse ante la opción de mantener a dos mascotas en vez de una. Como animales sociales que son, muchos peludos son más felices y desarrollan mejor sus comportamientos si tienen relación con otros de su especie. Ocurre con los gatos, por ejemplo (especialmente si se trata de cachorros), con los perros, con los loros (en cuyo caso es fundamental) y, también, con los hurones.
De hecho, algunos de estos mustélidos establecen vínculos muy fuertes con otros de su especie, aunque siempre depende del individuo, porque también se puede dar el caso contrario, de que queramos juntar a dos hurones que no son compatibles entre sí.
La duda que a veces nos puede surgir es si debemos mantener únicamente hurones del mismo sexo, ante el riesgo de que tengan cachorros. "Normalmente a la hora de socializar, cualquier animal es más fácil juntarlos siendo de diferentes sexos, pero esto conlleva el problema de que, en época de cría, criarán", advierte Sara Acebo, veterinaria especializada en animales exóticos y divulgadora a través de Exotips.
"Hay que tener mucho cuidado y no fiarnos solo de la época del año, sino también de la edad y el peso, porque tanto machos, como hembras, entran en época reproductiva de primavera a otoño, pero dependerá de dónde vivamos, las temperaturas y las horas de luz", añade.
La convivencia entre hurones de distinto sexo
Acebo cuenta que, tanto machos, como hembras, cuando alcanzan el peso y tamaño adecuado, entrarán en época reproductiva, algo que irá acompañado de otros factores como las horas de luz, las temperaturas, etc. "Entre primavera y otoño, el animal sabe que es un buen momento para criar ya que sus crías tienen mayor índice de supervivencia", agrega.
No obstante, "los machos suelen entran en época reproductiva entre los seis y nueve meses, y las hembras entre los ocho y los doce", comenta la veterinaria. "Sabremos que han entrado en celo porque pueden mostrarse más nerviosos y agresivos, concretamente, los machos suelen tener el pelaje más amarillento y con un olor más fuerte, mientras que en las hembras lo más indicativo es el tamaño de su vulva, que sobresale y se inflama".
"Las ovulación de la hembra ocurre al copular con el macho, tal y como pasa en gatas, por lo que, si no hay macho, las hembras estarán produciendo estrógenos desde el inicio del celo hasta que éste acabe, lo que supone un gasto grandísimo para el animal", advierte Acebo. "Puede incluso llevarles a la muerte, provocándoles anorexia, anemia e infecciones secundarias por la bajada de defensas".
Si retiramos los órganos sexuales las glándulas adrenales estarán produciendo hormonas constantemente por lo que acabarán teniendo tumores
Tanto para evitar posibles enfermedades, como la reproducción, lo mejor que podemos hacer es esterilizar a nuestros hurones a través de la castración química. En hurones lo más recomendado y utilizado por los veterinarios es el implante hormonal.
"La castración física a edad temprana está contraindicada e estos animales, ya que interfiere en las glándulas adrenales", advierte la experta en exóticos. "Si retiramos los órganos sexuales las glándulas adrenales estarán produciendo hormonas constantemente por lo que acabarán teniendo tumores por un aumento en el tamaño de estas glándulas".
En este sentido, el implante lo que hace es inhibir el celo, sin afectar a las glándulas adrenales y, por tanto, disminuye el riesgo de enfermedades. "Esta castración se debe hacer en el momento que los animales entran en celo", aclara Acebo.
"El tiempo que dura el efecto es variable según el animal, pudiendo durar entre un años y dos años y medios, aunque he visto animales cuyo efecto a durado más en el tiempo", especifica la veterinaria. "Una vez el animal vuelve a entrar en celo tras estar implantado, es necesario volver a repetir el procedimiento".
Por lo tanto, si queremos tener hurones de diferentes sexo y no queremos descendencia, es importantísimo que estemos atentos a los signos de celo y tomar las medidas necesarias llegado el momento. "Hay que tener en cuenta que los animales también se estimulan unos a otros, es decir, si el macho huele que la hembra puede estar en celo, lo normal es que también lo esté", advierte Acebo.
"No obstante, en la mayoría de los casos es más una cuestión de estimulación con el entorno (lo que hemos comentado de las temperaturas y horas de luz), siendo la época más habitual la primavera y el otoño", concluye la experta.
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