El cacao más antiguo del mundo finaliza su viaje desde Ecuador a su nuevo hogar en el Botánico

fotografo: Sergio García Carrasco [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Donación planta Cacao de Ecuador al Jardín Botánico
Donación de las plantas de cacao al Real Jardín Botánico. De izquierda a derecha, Sabrina Guerra, consejera cultural de la Embajada de Ecuador; Isabel Díaz, vicepresidenta adjunta de Internacionalización y Cooperación del CSIC; Andrés Vallejo, embajador de Ecuador; Emilio del Río, director general de Bibliotecas, Archivos y Museos del Ayuntamiento de Madrid; y María-Paz Martín, directora del Real Jardín Botánico.
Sergio García
fotografo: Sergio García Carrasco [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Donación planta Cacao de Ecuador al Jardín Botánico

Penélope y sus amigas ya han llegado al Real Jardín Botánico de Madrid. Es el nombre con el que han apodado a las cuatro plantas de cacao 'fino de aroma' que la Embajada de Ecuador ha entregado a este espacio. Con esta donación, el país sudamericano cumple un sueño de más de 200 años: ser capaces de trasladar esta especie hasta Europa. Van a estar bajo los cuidados del personal del Real Jardín Botánico para que, posteriormente, formen parte de la exposición interactiva en la que explicarán que se trata del tipo de cacao más antiguo del mundo.

Los asistentes también podrán aprender cuál es el origen de este producto y los resultados de la investigación arqueológica que reveló su datación. Las evidencias fueron halladas en una vasija de 5.000 años de antigüedad, situada dentro de una tumba humana, a modo de ofrenda. "Es la primera evidencia que tenemos del uso de un cacao en forma líquida", explica la consejera cultural de la Embajada de Ecuador, Sabrina Guerra.

El embajador de Ecuador, Andrés Vallejo, ha sido el encargado de hacer entrega de estas cuatro plantas. Durante el acto, celebrado este viernes, ha alabado "la fructífera y exitosa" operación de traslado de estos cuatro ejemplares, que permitirá dar a conocer "la fascinante historia que esconde este fruto milenario". "Es motivo de especial satisfacción para mí y para el Ecuador estar en este lugar tan emblemático para la ciencia y la botánica", asegura. Por su parte, la directora del Jardín Botánico, María-Paz Martín Esteban, subraya la importancia de este producto como "ejemplo de las notables relaciones científicas e históricas que tradicionalmente han existido entre España y Ecuador"

El director de Bibliotecas, Archivos y Museos del Ayuntamiento de Madrid, Emilio del Río, tampoco ha querido perderse esta donación, que califica como "un momento estelar de la humanidad". Durante su intervención, ha destacado los efectos positivos que tiene el consumo del cacao por ser "antidepresivo, favorecer la memoria o su valor energético". Además, ha apelado al científico sueco, Carlos Linneo, que fue el encargado de denominar a este fruto como Theobroma cacao, que significa "un alimento propio de los dioses".

Un viaje de 200 años desde Ecuador

Fue una investigación franco-ecuatoriana la que logró determinar, hace 20 años, que la planta de cacao 'fino de aroma' es la más antigua en el mundo. Fue en un yacimiento arqueológico, en el que había restos funerarios de la cultura Mayo Chinchipe, en la Amazonía. Allí, los científicos hallaron varios recipientes de piedra que llamaron su atención. Formaban parte de las ofrendas funerarias que solían hacerse en aquella época a las personas que morían. Entre otros elementos, aparecieron cuencos de piedra pulida, un pequeño mortero de piedra fina, adornos corporales y recipientes cerámicos. En uno de ellos, hallaron una bebida hecha de cacao 'fino de aroma'.

Sabrina Guerra explica que gracias a este hallazgo, ahora se sabe que el cacao ecuatoriano, proveniente de la Amazonía ecuatoriana, es la especie de la que más antiguo registro se tiene. "Sería la primera evidencia del uso de un cacao en forma líquida", indica la consejera cultural de la Embajada de Ecuador.

Los intentos de acercar esta planta de cacao, también conocida como 'variante nacional', a Europa comenzaron hace 200 años. "Muchos científicos observaron el potencial que tenía el Theobroma de cacao (nombre científico de la planta) de la región", indica Guerra. Por ello, trataron de poner en marcha numerosas operaciones con el objetivo de trasladar esta especie. Sin embargo, ninguna de ellas alcanzó el éxito. "Las plantas se morían en el viaje o, cuando llegaban, no conseguían acomodarse al clima", cuenta la consejera cultural de la Embajada de Ecuador. 

Sin embargo, no quisieron cesar en su intento. Por ello, ha seguido trabajando hasta que han logrado que sea una realidad. Mientras desde la Embajada preparaban todas las autorizaciones y los certificados necesarios para poder hacer el traslado de Ecuador a Madrid, las cuatro plantas que ahora alberga el Real Jardín Botánico estuvieron "viajando de un invernadero a otro en la costa de Ecuador hasta llegar al aeropuerto de Quito". Tras un viaje de cerca de 10 horas en avión, consiguieron llegar a su destino.

"Cuando abrí las valijas en las que viajaban, me preocupé mucho. Tenían un aspecto muy maltratado", indica Guerra. Por eso, decidió llamar urgentemente a Mariano Sánchez García, conservador del Real Jardín Botánico. Todos los implicados en el proceso tenían muchas dudas de "si iban a lograr sobrevivir". "Les cambiaron la tierra, les echaron agua y han conseguido que, poco a poco, vayan recuperándose", apunta.

Aunque todavía no están del todo sanas, sí han conseguido que mejoren su aspecto. No obstante, los trabajadores del Jardín Botánico cuentan con un año para que las cuatro plantas puedan desarrollarse en todo su esplendor. Está previsto que, cuando hayan conseguido recuperarse por completo, sean expuestas en el invernadero Santiago Castroviejo del Jardín Botánico.

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