El exsenador socialista y alcalde e Ágreda, Jesús Manuel Alonso, se une a los críticos con la amnistía dentro del partido
- El diputado provincial no tendrá posibilidad de votar la hipotética ley en el Congreso.
- Sánchez y Aragonès acuerdan la ley de amnistía y avanzan hacia la investidura.
Jesús Manuel Alonso, exsenador socialista hasta la pasada legislatura y actual alcalde de Ágreda, Soria, se ha convertido en la última voz crítica dentro del PSOE con la amnistía para los juzgados por el procés catalán.
El también diputado provincial definió la amnistía que está negociando el PSOE con los partidos independentistas catalanes como contraparte a un apoyo en la investidura para Pedro Sánchez como "una imposición de una persona que técnicamente es un delincuente", en referencia a Carles Puigdemont, líder de Junts per Catalunya.
"Lo más democrático es que hubiese una convocatoria electoral para que la gente decida si está de acuerdo o no", ha defendido el edil socialista, que ha aventurado una legislatura en la que "podemos estar sometidos a partidos que vana a intentar sacar ventaja ley tras ley, presupuesto tras presupuesto".
Sánchez y Pere Aragonès, líder de ERC y presidente de la Cataluña, alcanzaron este martes a última hora un acuerdo sobre la futura ley de amnistía, algo que encarrila de pleno el camino del socialista a la investidura, a falta del acuerdo final con la formación de Puigdemont.
Varios ex cargos públicos socialistas como el presidente del Gobierno Felipe González, el vicepresidente Alfonso Guerra o el exsecretario general del PSOE Joaquín Almunia, así como el actual presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se han mostrado críticos con la posibilidad de que se produzca una amnistía.
La ley será registrada próximamente en el Congreso de los Diputados, según informaron ERC y el PSOE en un comunicado y, por tanto, sería sometida a votación en el Congreso ya tras la hipotética investidura de Sánchez como presidente del Gobierno.
Alonso también se pronunció sobre esa futura votación, en la que los diputados socialistas están sometidos a disciplina de partido -Carmen Calvo fue sancionada con 600 euros por votar en contra de la posición oficial del partido sobre la Ley Trans-.
"Pagaría 600 euros muy a gusto", afirmó el socialista durante la entrevista con la emisora regional, si bien él no tendrá posibilidad de votar al no ser diputado nacional.