Las imágenes de los camposantos españoles, llenos en recuerdo de nuestros seres queridos, contrastan también este año con otras en las que la muerte, desgraciadamente, sigue siendo protagonista. De ciudades enteras derruidas y convertidas prácticamente en cementerios a los que no llegan las flores, como tampoco lo hacen el agua o la comida. Víctimas de conflictos bélicos como el de Gaza o como el que continúa en Ucrania que tampoco deberían quedar en el olvido.