El PSOE y Junts destensan la cuerda y ven ahora "más cerca" una investidura de Sánchez que entra en su semana clave

  • En los planes de los socialistas estaba fijar la investidura para estos días, una opción remota pero todavía posible.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en la tribuna del acto de jura de la Constitución ante las Cortes Generales, en el Congreso de los Diputados, a 31 de octubre de 2023, en Madrid (España).
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados
A. Pérez Meca / Europa Press
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en la tribuna del acto de jura de la Constitución ante las Cortes Generales, en el Congreso de los Diputados, a 31 de octubre de 2023, en Madrid (España).

Si Carles Puigdemont quería llevar al límite al PSOE, lo está consiguiendo. Los socialistas daban por hecho un acuerdo con Junts a finales de la semana pasada, pero las conversaciones parecieron encallar en el último momento. A pesar del desencuentro, durante el fin de semana ambas formaciones han considerado que la investidura está en este punto "más cerca", aunque sin los suficientes avances que permitan confirmar un acuerdo final. La fecha límite sigue siendo la misma: si Pedro Sánchez no es investido antes del 27 de noviembre habrá repetición electoral el próximo 14 de enero.

Ferraz es ahora más optimista con respecto a la posibilidad de cerrar un pacto con los independentistas después de que este sábado se conociera que el 87% de la militancia daba su visto bueno a los pactos para la investidura de Sánchez frente al 11,93% que mostró su desacuerdo. Una consulta en la que han participado el 63,4% de los casi 173.000 militantes socialistas y que, para el número 3 del partido, Santos Cerdán, refleja el "fuerte aval" de las bases del partido a la estrategia negociadora y cuyos resultados, ha afirmado, son "claros y contundentes". 

De esta forma, el dirigente socialista no solo aplaudió la "democracia interna" en su partido -que contrapuso al PP, del que afirmó que no preguntó a sus simpatizantes por sus "pactos de la vergüenza" con Vox-, sino que también leyó las cifras como una señal de que el PSOE está "más cerca de lograr la investidura de Pedro Sánchez". "Es el mandato que salió de las urnas el 23 de julio y la fórmula para lograrlo ha sido ratificada por la inmensa mayoría de nuestras bases", manifestó. 

En el otro lado de las negociaciones, también en Junts se han producido movimientos en las últimas horas que parecen llamados a desbloquear las conversaciones. El secretario general de la formación, Jordi Turull, y el presidente del partido en el Parlament, Albert Batet, se desplazaron este domingo a Bruselas para acompañar a Carles Puigdemont en las negociaciones con el PSOE. También lo hará este lunes la presidenta del partido, Laura Borràs. Además, el eurodiputado Toni Comín ha asegurado este fin de semana que la situación se había reconducido tras las discrepancias de los últimos días. "En general en la vida, cuando las cosas están cerca, 'keep calm'", declaró este domingo en un acto en Perpiñán. 

Mientras tanto, está previsto que PSOE y BNG rubriquen el pacto entre ambas formaciones para facilitar la investidura de Sánchez este mismo lunes en el Congreso de los Diputados. Las firmantes del acuerdo serán la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, y la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, una de las siete personas del partido socialista integrada en la comisión negociadora. Como se dio a conocer a finales de la pasada semana, la alianza entre estos dos partidos incluiría un 75% de bonificaciones para los usuarios frecuentes y recurrentes de la AP-9 y de la AP-53, la condonación del 20% de la deuda correspondiente al Fondo de Liquidez Autonómica y la implantación de trenes de cercanías esta legislatura, al menos, en las áreas de A Coruña-Ferrol y Vigo-Pontevedra, además de la dotación de nuevos juzgados de violencia de género.

Una investidura "cuanto antes" 

Los planes del PSOE y de su secretario general no han cambiado en demasía. Su intención sigue siendo celebrar una investidura y hacerlo cuanto antes mejor. Cierto es que en un principio se habló del 7 y 8 de noviembre, aunque la ausencia del rey Felipe VI -de viaje oficial en Dinamarca en el comienzo de esta semana- podía provocar que los días elegidos terminaran siendo el 8 y el 9 de noviembre -festivo en Madrid ciudad-. Esta opción ahora es remota pero todavía posible. 

El pasado viernes todo estaba preparado para que Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados y a quien le pertenece la potestad de fijar cuándo es el debate, lo anunciara. Sobre todo, después de que se cerrase el jueves el acuerdo con ERC, uno de los más difíciles y que su líder, Oriol Junqueras, ha reivindicado este fin de semana, aunque advirtiendo de que el pacto con los socialistas será de legislatura "solo si los socialistas cumplen con los acuerdos". El sí de Esquerra no sirvió para que Puigdemont cerrara unas conversaciones con el PSOE en las que participó Santos Cerdán. El número tres del PSOE y negociador de Sánchez se hizo una foto con él el lunes y se vieron en los siguientes días, pero las negociaciones encallaron.

Uno de los motivos podría ser la inclusión de Laura Borrás, expresidenta del Parlament procesada por fraccionar contratos, o de la familia Pujol en el alcance de la amnistía. Sin embargo, fuentes conocedoras de las conversaciones lo negaban. Callaban, eso sí, al ser preguntados por si el problema estaba en la figura del 'relator' que el expresident ahora fugado de la Justicia quiere tener para revisar que se cumplen los acuerdos. Los socialistas ya han aceptado la figura de un mediador en su pacto con los republicanos, pero se oponen a que sea un perfil internacional porque supondría dar otro nivel al "conflicto político".

Pese a estas dificultades, otras fuentes daban por seguro que se llegaría a un acuerdo. Más que nada, por los pasos que se han dado para ello. El presidente del Gobierno en funciones ya ha pasado de denostar por inconstitucional la amnistía a portarla como bandera y a defenderla ante los suyos, un paso que tiene una difícil marcha atrás en una eventual repetición electoral. Además, otras personas conocedoras de las reuniones aseguran que las conversaciones vienen durando meses y explican que los textos están "no cerrados, pero sí muy avanzados" que están siendo ahora "analizados" por los juristas. También está el factor personal de Puigdemont, pues las mismas fuentes apuntan a que no tendrá otra oportunidad de volver a Cataluña sin pisar la cárcel.

Eso sí, el PSOE ya se prepara por si el expresident decide llevar la negociación al límite, como hizo con la elección de Armengol como presidenta de la Cámara Baja, una decisión que dio a conocer horas antes del Pleno. Es por eso por lo que los socialistas han habilitado los fines de semana para poder celebrar el pleno de investidura cuando sea. Antes, tendrá que llegar el registro de la ley de amnistía, que se puede hacer de forma telemática hasta 24 horas antes de que se convoque.

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