José Miguel Doval, presidente de la RSCE: "El criador responsable merece ser reconocido a nivel legal, pues ejerce una gran labor"

La regulación de la cría es uno de los aspectos más importantes que trata la nueva Ley de Bienestar Animal. Movida por las altas cifras de abandono que tiene nuestro país, la nueva normativa estatal pretende crear un registro oficial de criadores y animales "reproductores", así como la obligación de identificación por ambas partes, con el objetivo de aumentar la trazabilidad de nuestros perros.

En esta línea, la Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha hecho un llamamiento a la cría controlada y la tenencia responsable como vías para preservar las funciones, temperamento y características morfológicas de las distintas razas caninas.

La entidad se ha reunido la pasada semana en Madrid con la Federación Cinológica Internacional (FCI), la organización más grande del perro a nivel mundial (de la que forma parte), con la que ha defendido cómo las razas caninas responden a un patrón racial que describe a un animal sano y equilibrado, con todas sus características físicas y psíquicas.

Sobre esto, la FCI y la RSCE reconocen la importancia de la figura del criador responsable para garantizar el bienestar animal, asegurando que éstos trabajan "de una manera casi altruista" con las razas caninas, movidos "por la pasión a los perros y el deseo de mejorar la raza".

"El criador responsable merece ser reconocido a nivel legal, pues ejerce una gran labor educativa, ayudando a aquellos que deciden incorporar un perro a su día a día, aportando asesoramiento y ayuda de por vida, desde antes incluso que nazcan los cachorros", asegura José Miguel Doval, presidente de la RSCE.

La figura legal del criador profesional

La nueva Ley de Bienestar Animal reconoce la figura legal del criador profesional y, además, Doval explica que también engloba al criador familiar: "Esa persona amateur que cría en el domicilio que se ha aficionado a los perros, le gusta la raza o varias raza y dedica mucho tiempo a estudiarlas e intentar mejorarlas".

"Este es el tipo de criador que estaba en el limbo, por eso la ley ahora también habla de perros registrados", añade Doval. "La inmensa mayoría de personas que podemos llamar criadores hemos empezado así, teniendo un perro y descubriendo que nos apasionaba".

Reconocer la figura del criador "doméstico" de forma legal, para el presidente de la RSCE significa también abrir el campo de la formación en este ámbito. "Es importante que las personas que están trabajando en esto sepan hacerlo de forma adecuada y ahí, desde la asociaciones, podemos ayudar muchísimo a que los nuevos criadores tengan información y un buen aprendizaje", defiende.

Los perros que se encuentra en granjas son tratados como una mercancía más y se venden muy baratos porque se crían de manera inadecuada

Además, Doval recuerda que la entidad que preside quiere que "la labor de los que lo hacen bien no se ensombrezca por los que lo hacen mal". "Acudir a un criador responsable no es solamente un capricho o intento de beneficio, es una cuestión de que el perro que se va a llevar a casa se ha criado siguiendo unos criterios, equilibrado en el temperamento, con salud y que cumpla los estándares morfológicamente de la raza", agrega.

"Esos perros que se encuentra en granjas son tratados como una mercancía más y se venden muy baratos porque se crían de manera inadecuada, lo que conlleva a un índice de salud bastante malo", concluye Doval.