"Ningún lugar es seguro en Gaza": cientos de miles de civiles quedan atrapados entre el fuego cruzado de Israel y Hamás

Un joven palestino carga a un niño herido tras un ataque israelí en el campo de refugiados de Nusseirat, en la Franja de Gaza.
Un joven palestino carga a un niño herido tras un ataque israelí en el campo de refugiados de Nusseirat, en la Franja de Gaza.
AP / Lapresse
Un joven palestino carga a un niño herido tras un ataque israelí en el campo de refugiados de Nusseirat, en la Franja de Gaza.

Los ataques israelíes contra Hamás se han intensificado en el norte de la Franja de Gaza, donde se han sucedido este sábado varios bombardeos contra hospitales y escuelas con decenas de civiles muertos y heridos. "Ningún lugar es seguro" en Gaza, ha advertido el secretario general de la ONU, António Guterres, en un comunicado.

El asedio de Israel sobre Gaza por tierra, mar y aire se ha recrudecido en las últimas horas. Esta ofensiva militar ha dejado ya casi 9.500 muertos, en su mayoría niños y mujeres, más de 24.000 heridos y unos 1,5 millones de desplazados que padecen condiciones de vida extremas, tal y como ha denunciado Guterres. "La situación humanitaria en Gaza es terrible. No llegan suficientes alimentos, agua y medicinas para satisfacer las necesidades de la población", que vive "traumatizada", ha descrito.

Mientras tanto, en el norte de la Franja permanecen unos 400.000 gazatíes atrapados en el fuego cruzado entre Israel y Hamás, según estimaciones del enviado especial de EE UU para Oriente Medio, David Satterfield.

De poco ha servido este sábado la tregua de tres horas dada por Israel para forzar a la población de Gaza a que se desplace al sur del enclave. El Ejército ofreció una ventana de tiempo a los gazatíes —desde las 13.00 hasta las 16.00 h— para que se desplazaran por una carretera que cruza de norte a sur la pequeña lengua de tierra.

Sin embargo, la falta de combustible y el riesgo a morir bombardeados disuadió a muchos, además de los intentos de Hamás por boicotear el plan de evacuación "disparando contra los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel enviados para abrir la ruta y facilitar el movimiento seguro de los civiles", según ha denunciado el Ejército israelí.

Presión internacional

El continuo aumento de las víctimas civiles en Gaza ha redoblado además las presiones, especialmente de los países árabes, hacia EE UU para que intente forzar un alto el fuego de Israel en Gaza.

"Desde hace casi un mes, los civiles de Gaza, incluidos niños y mujeres, han sido asediados, se les ha negado ayuda, han sido asesinados y han sido bombardeados hasta sacarlos de sus hogares. Esto debe parar", ha suplicado el secretario general de la ONU al volver a reclamar "un alto el fuego humanitario".

En términos similares se han expresdo también los ministros de Exteriores de Arabia Saudí, Catar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), quienes han aprovechado su reunión en Jordania con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, para pedirle un "inmediato cese" de la ofensiva israelí contra el enclave palestino.

"Se trata de una guerra furiosa que mata a los civiles, destruye sus casas, sus escuelas, sus hospitales, sus mezquitas y sus iglesias y no se puede justificar, y ni va a traer seguridad a Israel ni paz a la región", ha sentenciado el ministro de exteriores jordano, Ayman al Safadi.

Sin embargo, Blinken ha insistido en el derecho de Israel a la autodefensa: "Israel tiene el derecho y el deber de defenderse y tomar las medidas necesarias para que lo ocurrido el 7 de octubre no se repita", ha dicho Blinken, aunque ha subrayado la necesidad de que Israel "tome medidas necesarias" para evitar pérdidas civiles, y "garantizar que aquellos que necesitan ayuda la recibirán".

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