Los reyes Felipe VI y Letizia están de viaje de Estado durante tres días en Dinamarca para fomentar las relaciones bilaterales entre ambos países. Y, si a mediodía de este lunes han sido recibidos en el aeropuerto por la reina Margarita II, tía del Felipe, esta noche han disfrutado de una lujosa cena de gala.
La propia jefa de Estado es la anfitriona de esta celebración en el Palacio de Christian VII en Amalienborg, a la cual se han unido los príncipes, Federico y Mary, la princesa Benedicta, hermana de Margarita, y otros tantos asistentes de ámbitos más allá de la monarquía, como la cultura o el deporte.
Como no podía ser de otra forma, también han acudido a la cena de gala el rey Felipe VI y la reina Letizia, que ha llegado luciendo un elegante vestido azul oscuro de Felipe Varela y la Tiara de Lis en su cabeza, pieza de platino, brillantes y diamantes que forma parte del joyero real del 1906.
Lo cierto es que la celebración no ha estado exenta de anécdotas, pues, durante la recepción de invitados, uno de los soldados ha sufrido un desmayo y se ha caído al suelo, por lo que ha tenido que ser ayudado por dos de sus compañeros, que lo han sacado de la sala.
El menú de la cita en palacio incluía suflé de lenguado, muslo de gamo con timbal de col, tarta de setas y pastel de la concordia. Para acompañar a los asistentes en la cena, celebrada en el comedor de gala, se ha elegido además piezas musicales interpretadas por la banda de la Guardia Real, desde el Viva la vida de Coldplay hasta la Habanera de Carmen (Bizet), pasando por polkas danesa y temas españoles como el Concierto de Aranjuez (Joaquín Rodrigo), Amparito Roca (Jaime Texidor) y El relicario (José Padilla).
El discurso del rey Felipe en la cena
En su discurso en la cena de gala, que coincide con el 20 aniversario de su pedida de mano, Felipe VI ha afirmado este lunes que el mundo necesita "imperiosamente" una Europa fuerte y unida porque el futuro de las próximas generaciones depende de ello. Además, ha celebrado los estrechos lazos de amistad que unen a ambos países, cuyas monarquías, de larga tradición, comparten "profundos vínculos de hermandad".
Ha recordado que los dos países están ligados además al proyecto común europeo, que se ha consolidado como un referente democrático, de derechos y de justicia.
"Por ello, nos exige mantenernos unidos y firmes, en nuestros principios y valores, junto a nuestros aliados, también ante los desafíos más recientes, como la guerra de agresión rusa a Ucrania", ha añadido.
Ante los más de dos centenares de invitados a la cena de gala, celebrada en el Palacio Real de Christiansborg, Felipe VI ha recordado el estallido de violencia entre Israel y Palestina y, tras condenar de nuevo los ataques terroristas de Hamás, ha reclamado que se reanude el proceso de paz.
Felipe VI ha deseado que esta visita sirva como testimonio del excelente momento de las relaciones bilaterales entre España y Dinamarca, que se asientan en unos vínculos sólidos, tanto personales, como culturales, económicos y sociales.
En su intervención ha tenido palabras para Margarita II, cuyo reinado "ejemplar" ha destacado, antes de asegurar que la Corona danesa se ha erigido en modelo de servicio a una sociedad dinámica y solidaria.
Ha repasado asimismo los vínculos que unen a España y Dinamarca, en especial en el ámbito cultural, al que está dedicada buena parte de la agenda del viaje.
"Para la reina y para mí es un honor poder asomarnos en estos días a la excelencia de su cultura en manifestaciones como la arquitectura, el diseño o la gastronomía. En todas se combinan creatividad, estilo y calidad, lo que contribuye a afianzar la imagen de Dinamarca como país moderno, innovador y artístico", ha añadido.
El príncipe Christian y la princesa Leonor
Por último, el monarca se ha referido al "motivo de alegría compartida" que es haber sido testigos casi en paralelo del importante hito que supone la mayoría de edad de la princesa Leonor y el príncipe Christian, hijo de Federico de Dinamarca y Mary Donaldson -también asistentes a la cena-.
"Ellos (...) son la nueva generación que representa la continuidad en el compromiso de ambas monarquías parlamentarias, respectivamente, con su nación, su pueblo y su democracia, en el seno de la Unión Europea", ha concluido Felipe VI antes de proceder al brindis por la familia real y el pueblo danés.
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