Cristina Blanco fue una de las tarotistas más famosas de la televisión en los años 90, siendo una habitual en los platós como invitada y colaboradora de distintos programas. Ahora, vuelve a la actualidad por su estado de salud, pues ha sufrido la amputación de una pierna.
Este martes se conocía que la vidente de los famosos y madre del actor Miguel Ángel Muñoz estaría ingresada en un hospital de Madrid. Pero, repasando su carrera y este tiempo alejada de los focos, cabe destacar que Cristina Blanco dejó de tener la suerte a su favor a principios de los 2000.
Tal fue el impacto de Cristina Blanco en la futurología que se convirtió en la vidente de confianza de María Teresa Campos, y junto a ella trabajaba en su programa de Telecinco. Entre otras clientas entre las socialités, destacaban Carmen Borrego, Terelu Campos, Belén Esteban, Lara Dibildos y un largo etcétera.
La futuróloga también trabajaba para la élite de Marbella, a la cual consiguió cobrar cantidades astronómicas por sus servicios. No obstante, pese a esta fama tanto dentro como fuera de la pequeña pantalla, fue descubierto el fraude de Cristina Blanco de un día para otro.
Los montajes de Cristina Blanco a los famosos
En 2001, una cámara oculta puso en duda la labor de la mística con los famosos, y seis años después Cristina Blanco se vio afectada por un turbulento caso con la justicia.
En él se la acusó de robar tarjetas de créditos a los clientes de un hotel de Marbella. Por esta acusación, Cristina Blanco fue condenada a 16 meses de prisión que no cumplió al carecer de antecedentes penales
Los famosos se fueron separando de ella por estos asuntos, y para no emborronar el comienzo en la carrera televisiva como actor y bailarín de su hijo, Miguel Ángel Muñoz, Blanco decidió despedirse de su carrera como tarotista, y desde entonces dejó de ser un personaje habitual de la pequeña pantalla.
La vida familiar de la extarotista
En sus últimos años de gloria, Cristina Blanco, además de tener a su primogénito, adoptó junto al padre de su hijo, el agente inmobiliario Miguel Ángel Muñoz Martínez, a dos niñas de Bolivia (1998 y 2000), llamadas Gabriela y Mabila.
Pero su familia numerosa no fue suficiente para evitar que, tras todo lo ocurrido a nivel mediático y judicial, la extarotista cayera en una depresión, por la que fue ingresada con el tiempo en la clínica especializada en salud mental López Ibor.
En dicho centro, Cristina Blanco fue diagnosticada con trastorno bipolar, y desde entonces abandonó su vida anterior, e incluso se divorció de su marido. Además, las hijas se fueron a vivir con él. Tras ello, la futuróloga se habría mudado a un apartamento de 60 metros cuadrados que heredó de su madre, dejando atrás toda una vida de lujos.
En sus intentos por tener una nueva trayectoria profesional, se conoce que Cristina Blanco buscó empleo en distintos negocios, y entre ellos trabajó como dependienta de la sección de cosmética y perfumería en un El Corte Inglés de Madrid.
La última vez que se vio a Blanco fue hace seis años, concretamente en barrio madrileño de Aluche. Allí fue grabada por el equipo de Sálvame, imágenes que dejaron ver a la extarotista en la parada de autobús, más delgada de como se la recordaba, pero con buen aspecto. De hecho, le aseguró al reportero, con educación, que se encontraba bien.
Así, hasta el día de hoy se conocía por su entorno que Cristina Blanco llevaba una vida tranquila y normal. Su afición a las compras la mantiene, pero actualmente las hace por internet.
La opinión de Miguel Ángel Muñoz sobre su madre
Aunque el actor no habla en exceso sobre lo sucedido con Cristina Blanco, pero mantienen una buena relación madre e hijo. Eso así, el bailarín se ha mostrado orgulloso de que su madre lograra superar todos los obstáculos, algo que él mismo se toma como lecciones de vida.
En cuanto a su estado de salud, según la revista Semana, Cristina Blanco lleva un mes hospitalizada, periodo en el que se le ha tenido que amputar una pierna. A su lado se encuentra su hijo, quien no se separa de ella.
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