La soprano Victoria de los Ángeles no fue únicamente un icono en la industria musical española, sino que también lo fue en la moda del siglo XX. En conmemoración al centenario de su nacimiento, el Palau Güell de Barcelona estrena Cosint el Cant, una exposición que aproxima la parte más personal de la artista y su relación con la moda.
Durante toda su carrera, la artista lució más de 300 vestidos encima de los escenarios, de los que, a día de hoy, todavía se siguen conservando en perfecto estado: telas de muy buena calidad han conseguido dar vida a una exposición capaz de fusionar la música con la moda.
La fugacidad del tiempo
17 vestidos expuestos en las buhardillas del Palau Güell recorren la vida de la soprano entre los años 40 y 90. La exhibición inicia con la representación de un vestido por década que deja al descubierto la fugacidad del tiempo y cómo la moda transcurre a lo largo de los años.
Cada indumentaria va acompañada de una fotografía en la que se ve a la artista vistiendo ese mismo ropaje. Pese a ser imágenes en blanco y negro, "se sabe que Victoria siempre lucía muy atrevida", ha explicado el comisario de la exposición, Marc Busquets.
Sin duda alguna, "las perlas era lo que más representaba a la artista". Desde sus primeras apariciones hasta las últimas, Victoria era singularmente atribuida por ellas; "daba igual si le daban dos vueltas o tres al cuello; siempre las llevaba encima", explica Busquets, quien destaca que, si a Victoria se le olvidaban sus perlas en algún lado, "cogía y se compraba otras de nuevas".
Su espacio más íntimo
El segundo sector de la exhibición reencarna aquellos trajes más destacados de su carrera musical: un espacio dedicado exclusivamente a la ópera. Desde su vestido de lana verde con el que representó a Mimí de La Bohème de Puccini, hasta el kimono de seda policromado con el que estrenó Madama Butterfly.
El tercer ámbito se ve representado por aquellos objetos más íntimos de la cantante, como su máquina de coser y los baúles de viaje con los que viajaba en plena gira mundial. En efecto, "una representación de lo que era su espacio".
"Música, moda y poesía"
Las paredes de la exhibición también se han visto pintadas por aquellas escrituras de poesía más íntimas, que, en su día, constató en papel. Aficionada de la música y la moda, pero también, de la poética, conlleva a que sus versos dejan al descubierto como la soprano "quiso huir en muchas ocasiones de su vida social, pero nunca pudo hacerlo".
La exposición culmina con una mítica fotografía suya en blanco y negro en la que el punto de mira se dirige a aquellos pendientes que el marqués de Comillas le regaló a la soprano con motivo de su casamiento. "Era toda una diva y la gente lo sabía", ha recalcado Busquets.
La exposición se podrá visitar a partir de mañana, 10 de noviembre, hasta el 21 de enero, en el Palau Güell.
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