La guerra entre Israel y Hamás no mengua: los ataques provocan cierres de hospitales y la tensión se recrudece traspasando ya diferentes frentes. Más allá del Movimiento de Resistencia Islámica, las fuerzas israelíes mantienen en la frontera con Líbano un fuego cruzado con el grupo Hizbulá, que ha pasado a ser un actor clave en este agitado conflicto en Oriente Medio.
La crisis humanitaria se ve acentuada debido a la situación con los hospitales de Gaza, que están siendo uno de los grandes afectados: al menos tres centros hospitalarios han sido alcanzados por ataques aéreos israelíes. Además, la escasez de gasolina en los generadores de centros sanitarios ha provocado que la mayoría estén casi sin funcionar.
El más perjudicado se trata del hospital Al Shifa, el más importante de la Franja de Gaza, que ha tenido que ser cerrado este domingo por las autoridades palestinas ante la catastrófica situación que predominaba en el centro, el cual se encuentra desde este sábado sin suministro eléctrico por falta de combustible.
Los ataques y la falta de electricidad en el hospital han imposibilitado las operaciones y ya no es viable ofrecer servicios médicos, por lo que el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, ha determinado el cierre del centro. La decisión ha sido tomada tras la supuesta muerte de varios pacientes, tres de ellos bebés prematuros, a causa de los apagones.
Las autoridades han afirmado que más de un centenar de cuerpos se encuentran en el centro de Al Shifa sin la posibilidad de ser enterrados. De hecho, los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y Hamás continúan en las inmediaciones, puesto que Israel defiende que el hospital es un objetivo legítimo: asegura que bajo los suelos del centro médico se encuentra el "cuartel general" del grupo armado palestino.
En este sentido, el Ejército israelí reitera que sus tropas no han atacado el hospital Al Shifa "ni ninguna de sus partes" y, en cambio, han indicado que estaban en contacto con el director del centro para informarles sobre cómo evacuar la zona y ayudarles con el transporte seguro de pacientes.
"Hoy hubo mucha desinformación desde Gaza. Por eso quiero aclarar los hechos. Ayer se apresuraron a acusarnos de un ataque a Al Shifa. No hay asedio del hospital Al Shifa. El lado oriental del hospital está abierto para el paso seguro de los habitantes de Gaza que deseen abandonar el hospital", manifestó este sábado el portavoz del Ejército, Daniel Hagari.
Asimismo, Hagari ha anunciado este domingo su intención de evacuar durante la jornada a bebés prematuros de Al Shifa: "El personal nos ha pedido que ayudemos a trasladar a los bebés del departamento pediátrico a un hospital más seguro. Vamos a dar la ayuda que nos han pedido. Las Fuerzas de Defensa de Israel no atacan hospitales".
Hizbulá amenaza por el norte
Por otro lado, Hamás no es el único enemigo al que tiene que enfrentarse Israel. El norte del país, en la frontera con Líbano, se está viendo atacado diariamente por el movimiento musulmán chií Hizbulá, que abrió un frente un día después de iniciarse la guerra entre Israel y Hamás el pasado 7 de octubre.
La escalada de tensión en la zona es la peor que se vive en el norte de Israel y sur del Líbano desde la guerra que enfrentó a ambas fuerzas en 2006. Decenas de miles de personas en comunidades israelíes y libanesas cercanas a la línea divisoria han sido evacuadas estas semanas por los enfrentamiento.
En su segunda comparecencia pública desde que estalló la guerra en Gaza, el secretario general de Hizbulá, Hasán Nasralá, indicó este sábado que la organización está empleando nuevo armamento y tácticas, como el envío diario de "uno o dos drones de reconocimiento" a territorio israelí, así como misiles Burkan, que lleva una carga explosiva de entre 300 y 500 kilogramos, y el uso de cohetes tipo Katiusha.
"El frente libanés seguirá siendo un frente de presión", ha declarado Nasralá en un discurso televisado. Así, ha garantizado el mantenimiento de la "presión" de sus fuerzas en la frontera del sur de Líbano para mantener abierto este segundo frente para las fuerzas israelíes.
En los últimos ataques de este domingo, varias personas han resultado heridas, una de ellas de gravedad, en el norte de Israel por un ataque con misil lanzado desde el sur de Líbano, según ha trasladado el Ejército israelí, que ha agregado que sus tropas respondieron con artillería y que atacaron desde el aire a dos "células terroristas" que se disponían a disparar contra su territorio.
Hizbulá ha confirmado la autoría del ataque y ha señalado que entre los heridos hay militares que se encontraban colocando "equipamiento de vigilancia" en la zona. La Empresa Eléctrica de Israel, sin embargo, ha puntualizado que se trataba de civiles, en concreto, un grupo de trabajadores que realizaban labores de reparación de cables de alta tensión en la frontera.
Además, un militar de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) ha resultado herido durante la medianoche del sábado tras ser alcanzado por una bala cerca de Al Qawzá, en el sur de Líbano, donde se produjo "un intenso tiroteo". Por el momento no ha trascendido su nacionalidad. En el contingente participan más de 600 militares españoles.
El militar de la FINUL herido ha sido operado y "se está recuperando y está estable", ha destacado la misión de la ONU, desde donde también se ha indicado que "el origen del disparo se desconoce en este momento" y se ha abierto una investigación al respecto. "Los ataques contra civiles o personal de la ONU son una violación del Derecho Internacional que podrían considerarse crímenes de guerra", han recordado.
Hizbulá también atacó al norte de Israel este sábado, asegurando haber causado víctimas entre las filas israelíes con la utilización de misiles guiados y cohetes, aunque no han especificado el número de bajas. La Agencia de Noticias Nacional libanesa informó que Israel realizó este sábado más de 20 ataques contra el sur del Líbano.
Más allá de Hizbulá, Israel también se ha enfrentado estas semanas contra milicias palestinas en Líbano vinculadas a Hamás y Yihad Islámica. Estos grupos, además de una miríada de Irak y Siria, forman parte del llamado Eje de la Resistencia y son aliados de Irán, principal enemigo de Israel.
"Irán brinda apoyo militar, financiero y diplomático. Esto ya no es un secreto para nadie. Si la Resistencia es fuerte en el Líbano, Palestina y en la región es gracias al apoyo material, militar y financiero de Irán", subrayó este sábado Nasralá.
Irán anima a armar a los palestinos
"La expansión de la guerra es inevitable". Así se pronunciaba este viernes el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian. "Debido a la creciente intensidad de la guerra contra la población civil en Gaza, la expansión del alcance de la guerra se ha vuelto inevitable", dijo Abdolahian en una conversación telefónica con su homólogo catarí Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani.
Irán ya ha advertido en varias ocasiones la posibilidad de que sus aliados abran otros frentes si no paran los bombardeos de Gaza, en los que han muerto más de 10.000 palestinos. De hecho, el presidente iraní, Ebrahim Raisí, hizo un llamamiento este sábado a que los países musulmanes armasen a los palestinos si continúan los ataques contra Gaza, así como a imponer un boicot económico y energético a Israel.
"Los países musulmanes deben armar a los palestinos si continúan los ataques contra el pueblo de Gaza", dijo Raisí en un discurso en la cumbre árabe-islámica. "El comercio y la cooperación con el régimen sionista debe ser paralizado y se debe embargar los productos israelíes", dijo el político iraní, que calificó como una "vergüenza" que algunos países islámicos proporcionen petróleo a Israel.
De este modo, una vez más mostró su apoyo a los palestinos que luchan contra los israelíes, que calificó de "un movimiento de liberación". "Besamos la mano y el brazo del heroico Hamás y saludamos la voluntad férrea del resistente pueblo de Gaza", trasladó Raisí.
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