Perros

Anatomía canina: los espolones de las patas, qué son y qué función tienen

Los perros tienen 5 dedos en las patas delanteras: cuatro que entran en contacto con el suelo y el espolón, en la parte interna y a mayor altura.
Lourdes Balduque / Getty Images

Los espolones son unos pequeños dedos con uña que se encuentran en la parte interna de las patas de los perros, cerca del tobillo. Presente en la anatomía de muchos mamíferos, aves y reptiles, no todos los perros los tienen, y algunos pueden tenerlos solo en las patas delanteras o solo en las traseras.

Los espolones son el resultado de un dedo ‘pulgar’ vestigial que no se desarrolló completamente durante su evolución. Situados más arriba que los dedos principales, no tocan el suelo. En algunos casos, el dedo se atrofia y desaparece, pero en otros se mantiene como un espolón cuando solo hay uno, o doble espolón cuando aparecen dos ( que se conoce como polidactilia).

En las patas delanteras, casi todos los perros nacen con cinco dedos, incluyendo el espolón. En las patas traseras, la mayoría de los perros tienen cuatro dedos. No obstante, en algunas ocasiones, hay perros que pueden tener uno o incluso dos dedos adicionales o espolones en sus patas traseras.

En el ambiente canino de países como Estados Unidos, la amputación o extirpación de los espolones, tanto delanteros como traseros, está asombrosamente extendido y, de hecho, es un reclamo entre muchos criadores, que así como publicitan que entregan cachorros vacunados, añaden que han sido retirados los espolones. En Europa, sin embargo, la eliminación de los espolones es un hecho muy infrecuente.

El desarrollo anatómico de los espolones

Los espolones son una característica hereditaria que se transmite de padres a hijos, y tradicionalmente se ha pensado que los espolones traseros se trataban de un defecto genético.

En un estudio publicado en la revista especializada Genomics, los investigadores encontraron vínculos significativos entre los espolones y el cromosoma canino 16, sugiriendo un patrón de herencia autosómico dominante. Además, se descubrió que el cromosoma canino 16 comparte características genéticas con algunos cromosomas humanos, lo que plantea interesantes conexiones evolutivas entre caninos y seres humanos.

Los cánidos salvajes, incluidos los lobos, no muestran este dedo adicional trasero, exceptuando aquellos que han pasado por una fuerte presión híbrida y tienen entre sus antepasados cruces con perros domésticos. Es el caso de los coyotes, donde se han documentado poblaciones salvajes en Estados Unidos que poseen espolones traseros como producto de la enorme hibridación con perros domésticos de la zona. Curiosamente, en el caso de los dingos, que se consideran un cánido doméstico asilvestrado, no han desarrollado los espolones traseros.

Los espolones delanteros tienen un propósito funcional, y sirven para agarrar con mayor firmeza objetos como los huesos.
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La función de los espolones

Los espolones delanteros en los perros no son simplemente apéndices inútiles; tienen un propósito funcional. Sirven para agarrar cualquier objeto que los perros sostienen con sus ‘manos’. Para los expertos, la presencia del tendón que conecta el espolón con la pata reafirma que también pueden servir como tracción adicional y dar estabilidad a la articulación carpiana en terrenos resbaladizos, rocosos o empinados.

Así parecen constatarlo algunas evidencias en vídeo, que demuestran cómo los perros clavan los espolones en el suelo cuando giran a grandes velocidades o en terrenos accidentados, lo que podría ayudarlos a sostener la estructura anatómica de la extremidad y evitar los esguinces o torsiones.

Sin embargo, en otros casos, los espolones están ‘desconectados’ de la pata, excepto por un trozo o pellejo de piel, sin ligamentos. De hecho, en algunos casos pueden causar problemas si se enganchan con objetos o se rompen, especialmente cuando hablamos de espolones formados solo por piel colgante. Por eso, algunos veterinarios pueden recomendar extirparlos para evitar complicaciones futuras.

Es importante señalar que en un estudio realizado en 2018 sobre las lesiones más habituales en los dedos de los perros domésticos, el espolón delantero era el dedo que tenía menos riesgo de sufrir una lesión.

En el caso de los espolones traseros, la mayoría no desarrollan tejido óseo, y se encuentran adheridos solo por piel. Sin embargo, existen algunas razas caninas, como el pastor de Beauce, que sí poseen huesos de falange en sus espolones traseros y se considera una característica anatómica muy valorable, junto con el doble espolón.

Existen otras razas caninas donde la presencia de espolones traseros son altamente deseables, como es el caso del mastín español, el montaña de los Pirineos, el pastor de Brie, el perro de San Bernardo o el perro pastor vasco (euskal artzain txakurra).

Los pastores de Beauce tienen doble espolón en sus patas traseras, y también tejido óseo, que es una característica única de esta raza.
Holly Hildreth / Getty Images

Mitos sobre los espolones

Existen algunos mitos sobre los espolones que no tienen fundamento científico. Por ejemplo, se dice que los perros con espolones son más inteligentes o más fieles que los que no los tienen, pero esto no tiene ninguna evidencia. Tampoco es cierto que los espolones sean una prueba de que los perros provienen de lobos o de que son una señal de pureza racial. Los espolones son simplemente una variación genética que no afecta a la personalidad o al comportamiento del perro.

También existe el mito de que los espolones traseros solo los presentan los perros de gran tamaño, sin embargo es una condición que puede aparecer en cualquier perro, con o sin raza, y al margen de su tamaño, aunque sea menos frecuente.

Por otro lado, debido a que los espolones son órganos vestigiales, hay una creencia común de que carecen de función o propósito, lo que lleva a la idea de que su extirpación no afecta al perro de ninguna manera. Sin embargo, la evidencia científica contradice esta noción, especialmente en el caso de los espolones delanteros, donde se ha demostrado su utilidad. En contraste, cuando nos referimos a los espolones traseros, en situaciones donde carecen de tendones adheridos a la pata y están compuestos únicamente por piel, se consideran no funcionales.

Debido a que los espolones no suelen entrar en contacto con el suelo y las uñas, por lo tanto, no se desgastan, es importante que se revisen periódicamente y se recorten para prevenir problemas.

Referencias: 

Divulgadora

Empecé Antropología Social y Cultural, tengo el certificado profesional del curso de técnica en gestión medioambiental, el curso “The Truth about Dogs and Cats” de la universidad de Edimburgo y el curso “Capacitación social en educación canina, tenencia responsable y gestión del bienestar animal” de la UNED. Colaboro escribiendo sobre animales en '20minutos', 'Etología Canina' y para la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos. He criado con responsabilidad gatos y perros, he sido asistente de tiendas de animales y auxiliar de peluquería canina y felina y me he dedicado a la gestión, atención y mantenimiento de especies animales e instalaciones en núcleos zoológicos.

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