Desmontando mitos caninos: el tamaño de las patas de un cachorro no indica cuál será su tamaño de adulto

  • Por lo general, si apreciamos una desproporción considerable de las patas respecto al resto del cuerpo del perro, significará que aún le quedan etapas de crecimiento.
Los basset hound, desde que son cachorros, muestran unas patas singularmente grandes, pese a que su altura definitiva no supera los 38 centímetros.
Los basset hound, desde que son cachorros, muestran unas patas singularmente grandes, pese a que su altura definitiva no supera los 38 centímetros.
Justin Beckley / Flickr
Los basset hound, desde que son cachorros, muestran unas patas singularmente grandes, pese a que su altura definitiva no supera los 38 centímetros.

Los perros de tamaño grande suelen tener patas grandes, lo que parece, además de obvio, lógico. Un perro de grandes dimensiones necesita patas más grandes para soportar su constitución. Por eso, muchas personas creen que el tamaño de las patas de un cachorro es un indicador fiable de cuánto crecerá cuando sea adulto, especialmente si se trata de un perro sin raza definida y desconocemos quiénes son sus progenitores. Sin embargo, esta creencia no tiene una base científica sólida y puede llevar a confusiones y decepciones.

El tamaño de las patas de un cachorro no es un indicador exacto de su tamaño futuro y existen otros factores que influyen en el crecimiento de los perros. Las razas de perros de tamaño pequeño maduran y alcanzan sus dimensiones de adulto entre los 8 y 12 meses de edad, las razas medianas alcanzan su peso de adultos entre los 9 y 12 meses y los perros de razas grandes y gigantes pueden llegar a tardar 3 años en mostrar su altura y peso definitivos.

¿Por qué no se puede confiar en la medida de las patas?

La relación entre el tamaño de las patas de un cachorro y su desarrollo futuro es compleja y está influenciada por diversos factores. La genética desempeña un papel crucial, pero la alimentación, el ejercicio y la salud también tienen un impacto significativo en el crecimiento. Además, el crecimiento de los perros no es uniforme ni lineal, sino que varía según la raza, el sexo y el individuo. Como ya hemos mencionado, algunas razas crecen más rápido que otras, algunas tienen un desarrollo más temprano y otras más tardío, y algunas tienen proporciones corporales diferentes que pueden hacer que sus patas parezcan más grandes o más pequeñas en relación con el resto del cuerpo.

Tomemos ejemplos concretos para ilustrar la diversidad. El lebrel o lobero irlandés, reconocido como la raza canina más alta y con una altura media de 81 centímetros a la cruz, suelen tener patas relativamente delgadas a pesar de su gran estatura. En contraste, razas como el bulldog inglés, el chow chow, el beagle o los golden retriever presentan patas voluminosas en su fase de cachorros y juveniles, que no se corresponden necesariamente con su tamaño final.

Otro caso es la excepcionalidad del basset hound, una raza canina afectada por acondroplasia, una alteración genética que provoca un acortamiento anormal de los huesos largos. Esto hace que sus patas sean desproporcionadamente grandes en comparación con su cuerpo, que tiene una altura media de solo 33 centímetros a la cruz.

Estos casos demuestran que el tamaño de las patas de un cachorro no es un indicador confiable para prever su tamaño futuro, especialmente en perros mestizos o de origen desconocido, donde el estándar oficial de la raza no proporciona orientación.

¿Qué factores influyen en el tamaño de un perro adulto?

El tamaño de un perro adulto depende principalmente de su genética, es decir, de los genes que hereda de sus padres y antepasados. La raza es el factor genético más determinante, ya que cada una de las razas tiene un rango de altura y peso estándar que se espera que cumplan sus ejemplares. Dentro de cada raza, también puede haber variaciones según el sexo (los machos suelen ser más grandes que las hembras) y la línea genética (los perros de líneas de trabajo y de líneas de morfología o exposición también muestran variabilidad en sus tamaños).

Sin embargo, la genética no lo es todo. Los factores ambientales juegan un papel importante en el crecimiento de los perros. Una alimentación deficiente o, por el contrario, excesiva, puede ocasionar desnutrición u obesidad, causar deformaciones óseas o retrasar el desarrollo del cachorro.

Respetar los tiempos de crecimiento y el ejercicio que se aplica y permite al cachorro en desarrollo también es relevante para que se fortalezcan sus músculos y sus huesos osifiquen adecuadamente. Se debe evitar forzarlos físicamente y seguir las pautas veterinarias de qué tipo de actividades son adecuadas en cada fase de crecimiento.

El lebrel irlandés, la raza más alta de todas, tiene patas estilizadas, que no dan pistas del enorme tamaño que alcanzan en su fase adulta.
El lebrel irlandés, la raza más alta de todas, tiene patas estilizadas en su fase juvenil, que no dan pistas del enorme tamaño que alcanzan en su fase adulta.
Gareth Da'Bell / Flickr

¿Cómo saber cuánto crecerá un cachorro?

Es necesario volver a insistir en que el crecimiento de los cachorros de perro no sigue una pauta universal, y un perro de tamaño pequeño a los 8 meses ya habrá alcanzado su altura definitiva frente a otro perro de la misma edad pero mayores dimensiones que aún puede tener unos meses por delante para seguir madurando.

En el caso de perros de raza, la estimación más acertada es con la observación directa de los padres o conocer a otros hermanos de camadas anteriores. Pero en el caso de perros mestizos y de padres desconocidos, existen algunas fórmulas que ayudan a predecir su tamaño de adultos.

En términos generales, si un cachorro de perro tiene patas inusualmente grandes respecto al resto de su cuerpo, es indicativo de que aún le quedan más etapas de crecimiento. Si las patas, por el contrario, son proporcionales al tamaño de su cuerpo, es probable que no crezca mucho más.

Canine Journal, una comunidad web especializada en perros y con un equipo respaldado por veterinarios para verificar la precisión científica de sus publicaciones, recomienda utilizar la denominada “regla de los 6 meses”.

A esa edad, de media, los cachorros de cualquier perro y procedencia suelen haber alcanzado, aproximadamente, el 75% de su altura. Los expertos de Canine Journal aconsejan que para prever la altura que tendrá de adulto, se debe medir su altura en centímetros desde la cruz (la parte ubicada entre la base del cuello y la espalda, donde se encuentran los omóplatos) hasta el suelo. Posteriormente, se debe multiplicar esa cifra por 100 y dividir el resultado por 75. También se llega al mismo resultado multiplicando la altura a los 6 meses por 1.33.

Esta fórmula arroja estimaciones aproximadas y no una precisión absoluta, por lo que es importante continuar observando y ajustar las expectativas según el desarrollo individual del cachorro. Predecir el tamaño definitivo mirando las patas de un cachorro no es un método infalible y, aunque la “regla de los 6 meses” puede ser una guía valiosa, se debe consultar con un veterinario para que realice una apreciación profesional del crecimiento de nuestro perro y, en los casos que sea posible, obtener información sobre sus antecedentes familiares.

Vanessa M. Clavijo
Divulgadora

Empecé Antropología Social y Cultural, tengo el certificado profesional del curso de técnica en gestión medioambiental, el curso “The Truth about Dogs and Cats” de la universidad de Edimburgo y el curso “Capacitación social en educación canina, tenencia responsable y gestión del bienestar animal” de la UNED. Colaboro escribiendo sobre animales en '20minutos', 'Etología Canina' y para la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos. He criado con responsabilidad gatos y perros, he sido asistente de tiendas de animales y auxiliar de peluquería canina y felina y me he dedicado a la gestión, atención y mantenimiento de especies animales e instalaciones en núcleos zoológicos.

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