Nueva noche de protestas en Ferraz: la Policía carga contra los manifestantes que lanzaron botellas y detiene a una docena de personas

Todo parecía indicar que los alrededores del Congreso de los Diputados iban a convertirse el miércoles por la mañana en un polvorín. La violencia ejercida por varios grupos de radicales en las últimas dos semanas en la sede del PSOE en Madrid –donde, eso sí, por la noche volvieron a manifestarse 2.000 personas, hubo una docena de detenidos y al menos nueve heridos leves– obligó a Interior a planificar un absoluto blindaje de la zona en la que se erige la Cámara Baja: más de 1.600 agentes de la Policía Nacional custodiando el área –un despliegue similar al de los partidos de fútbol de alto riesgo– y un perimetraje contundente. Ello, para al final vigilar una concentración que agrupó a poco más de 200 personas.

La convocatoria fue difundida a través de Telegram por varios grupos cercanos a la ultraderecha o directamente vinculados a Vox –Revuelta, Defiende Madrid, Noviembre Nacional, Hazte Oír–. Aunque a las diez de la mañana ya había una veintena de madrugadores exhibiendo pancartas y banderas de España, no llegaron al centenar hasta entrado el mediodía. Sobre esa hora llegaron los representantes de Revuelta, una organización con apenas un mes de vida relacionada con la Fundación Denaes, fundada por el propio Santiago Abascal. Los jóvenes que componen Revuelta han cumplido un papel esencial en las movilizaciones celebradas durante los últimos días en la calle Ferraz y fueron también el epicentro de la manifestación frente al Congreso.

A lo largo de todo el día se escucharon ataques a Pedro Sánchez, a quien los protestantes calificaron de "traidor", "felón", "dictador" e "hijo de puta". Alguno incluso deseó "que le dé un infarto". Pero el candidato a la investidura no fue la única diana de los cánticos en Neptuno, donde se concentraron. Los manifestantes tuvieron también para Puigdemont ("a prisión"), Otegui ("etarra, tu madre es una guarra") y para la prensa española, a la que acusaron de "cómplice" del golpe de Estado, "manipuladora" y "furcia del Gobierno". Varios reporteros presentes en la manifestación sufrieron en sus propias carnes los insultos y gritos del grupo de protestantes. Las pancartas, además de recoger improperios a Sánchez y Puigdemont, reclamaban "separación de poderes" y "límites y control al poder". Ondeaban banderas españolas, entre ellas algunas con el escudo recortado o con un águila.

También desde por la mañana circularon y estacionaron en Neptuno tres vehículos de la plataforma Hazte Oír: dos camiones con pantallas led que exponían lemas como "Pedro Sánchez traidor" y un autobús que llevaba impresa la frase "Sánchez dictador" junto a una foto en la que el candidato lucía un bigote hitleriano.

Poco antes de las siete de la tarde salió del Congreso el grupo parlamentario Vox con Santiago Abascal al frente, al que los manifestantes recibieron al grito de "presidente". Los mismos que poco antes habían retransmitido a través de un megáfono la intervención del líder de Vox le aplaudieron a su salida. Tras la marcha de este, los megáfonos anunciaron la marcha hacia Ferraz.

Detenciones en Ferraz

Jorge París

Ferraz, fiel a las últimas noches de protestas, aglomeró a más manifestantes, un total de 2.000 personas, entre los que se encontraban grupos de radicales que acabaron lanzando diversos objetos a la Policía. Pese a los continuos avisos de la UIP de la Policía Nacional, hasta siete, los agentes tuvieron que cargar sobre las 23.00 h contra los más radicales, que, ubicados en primera fila, no cesaron en su empeño de acabar la noche con una batalla campal que se saldó con al menos 9 detenidos, según los últimos datos ofrecidos por la Delegación del Gobierno.

Horas antes, los primeros manifestantes esperaron desde las 19.30 h la llegada de Revuelta y Solidaridad, las organizaciones convocantes, que acudieron acompañados del líder de Vox, Santiago Abascal, y parte de su equipo, como Javier Ortega Smith, portavoz del partido en el Ayuntamiento de Madrid. Bajo los lemas que vienen siendo habituales, en el decimotercer día de concentraciones los asistentes se centraron en increpar a la Policía Nacional, que volvió a desplegar un gran operativo.

No faltó Noviembre Nacional, la organización que desde hace días reza el rosario en plena protesta y tiene como lema "España cristiana, no musulmana".

Ya a punto de dar las 21.00 horas, los radicales tomaron la primera fila de la protesta, donde se vivieron momentos de tensión con la Policía. Nada parecido a lo que estaba por llegar. Pasadas las 23.00 h, en la calle quedaban los más insistentes, decenas de botellas y basura por los suelos. Previsiblemente, Sánchez será este jueves reelegido presidente, y en Ferraz se mantienen las convocatorias.