A la hora de pensar en fórmulas para ahorrar en energía durante los meses de frío es habitual reflexionar sobre el sistema de calefacción o fórmulas como el aislamiento térmico para aumentar la eficiencia energética de la vivienda, pero rara vez pensamos en los puentes térmicos, un concepto con el que no todo el mundo está familiarizado, pero que es clave para evitar que el calor se escape y cueste más calentar la vivienda.
¿Qué son los puentes térmicos?
Según explican desde Fotocasa, los puentes térmicos son "aquellos puntos en los que existe una variación de la uniformidad de la construcción” (definición del Código Técnico de la Edificación). Esto significa que un puente térmico se produce en lugares donde la vivienda no es uniforme y, por lo tanto, el calor en invierno o el frío en verano pueden perderse o escaparse del interior de inmueble.
Es el caso de ciertos puntos de la vivienda donde el mínimo fallo de construcción da pie a la conformación de un puente térmico: pasillos, techos o paredes mal sellados, así como ventanas, persianas o puertas.
Aunque parezcan no tener especial importancia, pueden suponer una importante pérdida de energía, ya que afectan a la eficiencia energética del hogar: cuanto más calor escape por el puente térmico, más costará calentar el interior de la vivienda. Por eso, es importante detectarlos y, si es posible, sellarlos.
Estas son las fórmulas para evitar los puentes térmicos
Los puentes térmicos suponen uno de los principales focos de ineficiencia energética del hogar, además de que suelen conllevar una peor ventilación en las estancias, y pueden resultar en la formación, ya sea de humedades o de malos olores. Según los datos de Fotocasa, hasta el 45% de la energía que se pierde en un hogar es a través de los puentes térmicos, puertas y ventanas.
Para sellar estos puentes térmicos, hay una serie de medidas que se pueden llevar a cabo:
- Cambiar o sellar las ventanas correctamente: sellarlas con bandas acolchadas de silicona en los bordes de la ventana o, en su defecto, instalar cortinas gruesas que contribuyan al aislamiento.
- Cambiar o sellar puertas correctamente: instalar tiras de sellado de espuma o silicona, o en su defecto cortinas térmicas.
- Aislar paredes y muros correctamente: es imprescindible un buen aislamiento térmico de las paredes, ya sea instalando paneles de madera, corcho o celulosa, o pintando con pintura térmica. Colocar muebles grandes junto a la pared también puede contribuir.
- Aislar el suelo correctamente: hay algunos suelos, como los de madera, los laminados o los de microcemento, que contribuyen a aislar puentes térmicos.
- Aislar el techo correctamente: las capas de pintura aislante o de polietileno contribuyen a aislar el techo, la zona de la vivienda por donde mas energía puede escapar.
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