Murcia

Francisco Javier ayudó durante 10 años a 'Trascendencia total' en la secta de Murcia: "Siempre he tenido confianza en él"

Desmantelan una secta murciana que daba "mercurio purificado" a los fieles'.
Policía Nacional

José Manuel C., el líder del grupo Mahasandhi de Abanilla (Murcia) encarcelado por asociación ilícita, delitos contra el medio ambiente y por elaborar y suministrar a sus fieles elixires elaborados con mercurio y otros productos peligrosos, es un "hombre peculiar y hacía lo que le parecía", según describe un antiguo residente en la comunidad budista.

En declaraciones a EFE, Francisco Javier Nieves, natural del País Vasco, narra que vivió cerca de diez años en el centro espiritual y de sanación junto a su entonces mujer y que abandonó el grupo hace unos meses por problemas con ella y porque ésta le pidió que dejara la casa cueva que compartían en Mahasandhi. "Siempre he tenido confianza en él", afirma rotundo, a la vez que niega que haber ingerido productos contaminados con mercurio u otros compuestos peligrosos: "Si no estaría muerto". 

Según Francisco Javier, que durante la década que permaneció en el grupo se dedicaba a el protocolo de las ceremonias religiosas y de sanación y fue bautizado como Valkimi, su propio criterio "posiblemente molestaba", aunque atribuye su marcha de esta comunidad budista a motivos personales y no a desavenencias con el detenido.

Esta comunidad budista, abierta hace 15 años en una propiedad de 100.000 metros cuadrados de Abanilla, dispone de templos, un pabellón comedor, una tetería, distintas casas cueva, un albergue con capacidad para 200 personas, además de almacenes, búnkeres y laboratorios clandestinos descubiertos por la Policía cuando llevó a cabo el registro, y donde el líder de la secta "mejoraba" las fórmulas químicas que se fabricaban en una empresa de Lorquí, según ha dicho el antiguo residente.

Según Nieves, , el "maestro" ahora encarcelado, que se autodenominaba 'Trascendencia total', era "peculiar" y eso le llevaba a no compartir todos los preceptos de la organización.

Los elixires se vendían en herbolarios

Así, cuenta que "no estaba muy de acuerdo con los retiros que hacía, porque mi primer maestro oriental decía que no eran tiempos de retiro y su hermana también, pero él hacía lo que quería", aunque subraya que su relación era de confianza.

"Cuando tienes una eventualidad tienes tu karma, es el justo pago a lo que has hecho, así de sencillo", sentencia Francisco Javier sobre la investigación y el encarcelamiento del líder.

Pese a esto, el exmiembro dice que los elixires se vendían en herbolarios y a particulares de toda España a través de internet e insiste en que no se les obligaba a depositar dinero, como afirma la Policía: "Tras las ceremonias había unas cajas para donaciones, pero cada uno ponía lo que podía, si quería".

También ha explicado que en Mahasandhi no vivía en comunidad porque tenía su propia casa cueva y sus ingresos eran fruto de su trabajo, y que compartía, eso sí, tiempo con el resto de residentes en las ceremonias budistas.

La unidad central de la Policía, en una operación llevada a cabo durante un año en colaboración con varios grupos de la Jefatura de Murcia, registró el pasado viernes la finca budista y la empresa de Lorquí en la que se elaboraban los elixires y detuvo al líder del grupo, un hombre "delgado, que siempre iba desnudo de cintura para arriba y que no hacía alardes de nada", afirma su antiguo colaborador en los ritos.

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