Sumar ultima un reglamento con sanciones para quien rompa por su cuenta la disciplina de voto de Díaz, como se plantea Podemos

La vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, besa a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, el martes.
La vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, besa a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, el martes.
EFE
La vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, besa a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, el martes.

La salida de Podemos del Gobierno acrecienta las turbulencias en el grupo parlamentario de Sumar en el Congreso. La coalición que lidera Yolanda Díaz se encuentra ultimando el reglamento interno de funcionamiento de ese grupo parlamentario, y fuentes de Sumar explican que, como es habitual, ese reglamento incluirá un mecanismo sancionador para los diputados que incumplan la disciplina de voto fijada por la coalición. Esa decisión, no obstante, choca con la estrategia de Podemos, cuya intención es negociar de manera independiente a Sumar los apoyos de sus cinco diputados a cada iniciativa, lo cual implica la posibilidad de votar en contra de las directrices de Díaz cuando los morados así lo estimen oportuno.

Las negociaciones para redactar y poner en marcha el nuevo reglamento del grupo parlamentario de Sumar echaron a andar en septiembre, pero hasta ahora no se ha cerrado un texto. No obstante, una vez formado el nuevo Gobierno, lo previsto es que el Congreso comience a conformar ya todas las comisiones que no se habían puesto aún en marcha y que inicie los Plenos la segunda semana de diciembre, después de los actos de celebración por el aniversario de la Constitución. Y eso implica que Sumar comienza a tener prisa para tener ya un reglamento de funcionamiento en marcha.

Las fuentes consultadas confirman que la idea es que el reglamento esté aprobado antes de que el grueso de la actividad parlamentaria eche a andar. Y explican que, entre otras cuestiones técnicas, Sumar establecerá en ese documento la obligación de todos los diputados que integran el grupo parlamentario de cumplir la disciplina de voto que establezca la dirección, en última instancia controlada por Díaz. Por ende, los diferentes partidos que componen la coalición no tendrían capacidad para decidir autónomamente su posición en las votaciones que se celebren en el Congreso, sino que estarían supeditados a las directrices marcadas por la alianza que los cobija a todos.

Fuentes de Sumar explican que el reglamento que se está ultimando, no obstante, incluirá mecanismos para flexibilizar esta disciplina de voto, y señalan que, en cuestiones puntuales, se podría acordar que uno de los partidos que componen la coalición se descuelgue y vote diferente al resto del grupo parlamentario. Eso ya ocurrió la legislatura pasada en Unidas Podemos, aunque en contadas ocasiones: los comuns catalanes, por ejemplo, tuvieron libertad de voto cuando se votó la toma en consideración de una proposición de ley del PSOE en contra de la prostitución, habida cuenta de que la mayor parte de En Comú Podem tiene posiciones regulacionistas, mientras Podemos e IU son abolicionistas.

No obstante, las ocasiones en las que se produjo esta ruptura de la disciplina de voto fueron contadas y siempre acordadas con la dirección del grupo parlamentario de Unidas Podemos. Y las fuentes de Sumar consultadas insisten en ese punto: el nuevo reglamento establecerá la posibilidad de que, ocasionalmente, alguno de los partidos pueda tener libertad de voto, pero siempre de manera pactada con la dirección de Díaz. "Una cosa es acordar los desacuerdos y otra que cada uno haga de su capa un sayo", argumenta un dirigente.

Para las rupturas de la disciplina de voto que no se hayan pactado previamente, las fuentes de Sumar consultadas avisan de que el nuevo reglamento del grupo parlamentario incluirá un sistema sancionador. Estas fuentes no ofrecen detalles sobre el alcance de estos castigos, si bien en otros partidos la ruptura puntual de la disciplina de voto se penaliza normalmente con multas económicas. No obstante, ante la posibilidad de que Podemos rompa la disciplina de voto de manera recurrente y sin pactarlo con Sumar, las fuentes consultadas interpretan que el reglamento del Congreso facultaría a la dirección del grupo incluso a expulsar a los diputados morados al grupo mixto.

Los recursos económicos, en el aire

Ese escenario está plagado de incógnitas, en especial de carácter económico, puesto que hay diferentes visiones sobre qué ocurriría con la parte de las subvenciones de funcionamiento que percibe Podemos en virtud del acuerdo de coalición que firmó con Sumar hace unos meses, que le garantiza el 23% de los recursos del grupo parlamentario. Los morados aseguran que ese dinero les corresponde y no hay decisión que pueda cambiar dicha realidad, pero algunas voces opuestas a los morados han afirmado públicamente lo contrario. Es el caso de la exalcaldesa de Barcelona y líder de En Comú Podem, Ada Colau, que hace unas semanas apuntó que "Podemos firmó un acuerdo con Sumar para ir juntos a las elecciones y debe cumplir o, en caso contrario, no tendrá retorno en materia económica".

En cualquier caso, por ahora la salida de los morados del grupo de Sumar no está encima de la mesa. Y, de hecho, Podemos ha reclamado en los últimos días —tanto en público como en privado— su derecho a formar parte del grupo parlamentario de Sumar, aunque también ha insistido en que tomará sus decisiones de forma autónoma y no supeditada a Díaz. "Tenemos derecho a seguir estando en el grupo parlamentario en el Congreso porque, aunque a algunas personas no les guste, somos parte de esta coalición", afirmó este mismo miércoles la líder de Podemos, Ione Belarra, que sin embargo dejó caer que no descarta que, "al igual que" Díaz les ha "echado del Gobierno", también les "acabe echando del grupo".

"Nos han quitado la firma, parece que el objetivo es silenciar a Podemos, pero existimos por la voluntad de los militantes y de la gente que, una y otra vez, confía en nosotros en las urnas", señaló a este respecto Belarra. Y lo cierto es que los morados llevan semanas avisando de que no tienen intención de someterse a ninguna disciplina de voto que no sea la que marquen ellos mismos. De hecho, así figura en su recién aprobada hoja de ruta política, en la que Podemos ha plantea que los votos de sus diputados "se deben negociar y nunca se regalan, y plantearán propuestas más allá de sus responsabilidades de Gobierno concretas".

Más claro ha sido incluso el exlíder morado, Pablo Iglesias, que en las últimas semanas ha insistido en que "los cinco diputados de Podemos harán lo que la dirección de Podemos decida en cada momento". Y eso no es todo: el partido entiende que para hacerse fuerte frente a Sánchez y Díaz debe acercarse —contra el criterio de la vicepresidenta— a las formaciones de izquierda independentista, con quienes en la pasada legislatura ya hizo piña en muchas ocasiones para presionar al PSOE, y el documento aprobado hace unas semanas señala que Podemos "seguirá cuidando sus alianzas con el resto de fuerzas del bloque democrático con el objetivo de impulsar transformaciones valientes y ambiciosas, siempre desde su autonomía".

Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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