Se han necesitado muchas horas y mucho esfuerzo para conseguir que Israel y Hamás paren durante cuatro días. Es poco para una guerra tan cruel, solo unas horas que las organizaciones humanitarias deberán aprovechar al máximo para poder hacer llegar a Gaza ayuda en forma de alimentos, material sanitario y combustible.

Un paréntesis que servirá también para asuntos políticos como son la liberación de una cincuentena de mujeres y niños secuestrados por Hamás, así como para que salgan de prisión 150 mujeres y adolescentes encarcelados por Israel.

Serán 96 horas en las que dejaremos de ver las terribles imágenes de muertos y veremos abrazos de reencuentros. Es la guerra.