El juez Garzón y la exfiscal general del Estado, Dolores Delgado, se casan en diciembre
- Ella fue ministra de Justicia y él, magistrado estrella por sus causas contra el terrorismo y diputado.
- Dolores Delgado dice que la sentencia del Supremo que anula su plaza como fiscal de Sala es "injusta".
Baltasar Garzón, que fue juez en la Audiencia Nacional y protagonizó una veintena de casos contra el terrorismo y el narcotráfico, entre sus actuaciones más relevantes, se casará el próximo 3 de diciembre con la que fuera Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, según LOC.
Los dos juristas, que se conocen desde hace 30 años por su trabajo conjunto en la Audiencia Nacional, comenzaron una relación sentimental en 2018 que derivó en la separación de sus respectivos cónyuges.
Garzón (de 68 años), que fue diputado socialista en 1993 y delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre drogas con rango de secretario de Estado bajo el mandato de Felipe González, estaba casado con la bioquímica granadina Rosario Molina y tiene tres hijos: María (también jueza), Aurora y Baltasar.
Por su parte, Dolores Redondo, de 61 años y exministra de Justicia, estuvo casada con el directivo catalán Jordi Valls, que forma parte de la cúpula de empresas, como El Corte Inglés.
Garzón y Delgado fueron vistos juntos por primera vez en 2020 en Roma. Para entonces, ya llevaban un tiempo de relación y sus separaciones respectivas estaban consumadas.
Desde ese año, la pareja no ha sido apenas vista junta, pero ahora está previsto que el 3 de diciembre se den el 'sí quiero'.
Además de su oficio como juristas, la polémica ha presidido buena parte de la vida de los futuros contrayentes. Garzón fue condenado a 11 años de inhabilitación y expulsado de la carrera judicial por el Tribunal Supremo. Como abogado, se ocupó de la defensa del líder de Wikileaks, Julian Assange.
Dolores Delgado saltó del ministerio de Justicia, con Rodríguez Zapatero, a la Fiscalía General del Estado, un ascenso que le costó no pocas críticas.
Una severa dolencia de espalda la obligó a dimitir, pero su sucesor y abanderado, Álvaro García Ortiz, la ha propuesto para fiscal de sala, el escalón más elevado de la carrera.
Ahora el Tribunal Supremo ha anulado esa orden por considerar que no se atiene a méritos profesionales y por ser una "desviación de poder" de García Ortiz para favorecer a su antecesora y mentora.