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El CGPJ cumple cinco años bloqueado y duplica su mandato sin esperanzas de un pacto para su renovación

Renovación del CGPJ.
Carlos Gámez

Hace un lustro que se cumplieron los cinco años de mandato del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Desde entonces, cinco de sus vocales han abandonado el órgano por jubilación, dimisión o fallecimiento, entre ellos el presidente, Carlos Lesmes, que renunció para tratar de forzar la renovación. No tuvo éxito, de forma que 16 de los 20 vocales permanecen en el Pleno y amanecen este lunes sabiendo que han pasado allí exactamente el doble del tiempo necesario. El CGPJ sigue reflejando la aritmética parlamentaria de 2013, cuando se renovó por última vez durante la mayoría absoluta de Mariano Rajoy. 

De los 1.826 días que el Consejo ha estado en funciones, prácticamente mil los ha pasado atado de manos, en tanto que en marzo de 2021 el Congreso aprobó una reforma de la ley orgánica del Poder Judicial (LOPJ) impulsada por el PSOE y Unidas Podemos para prohibir al CGPJ hacer nombramientos discrecionales mientras está fuera de su mandato.

Este órgano es el encargado de designar a magistrados del Tribunal Supremo, el Tribunal Militar, los tribunales superiores de Justicia, la Audiencia Nacional, las audiencias provinciales... y entre todos estos órganos, la cúpula judicial ha sumado ya 85 puestos vacantes que nadie ocupará hasta que el Consejo se renueve. Es especialmente grave la situación por la que pasa el Supremo, que acumula más de una veintena de asientos vacíos, casi el 30% del total.

Tal y como establecen la mencionada ley orgánica y la Constitución, a día de hoy la única forma de desenquistar esta situación es lograr el consenso de 3/5 del Parlamento. O dicho de otra forma, para renovar el CGPJ hace falta poner de acuerdo al PSOE y el PP, que en este momento escenifican un duro enfrentamiento a raíz de la ley de amnistía. 

Ante semejante panorama, la preocupación reina en el seno del Poder Judicial y las advertencias de la Comisión Europea llegan continuamente sin grandes repercusiones. El comisario de Justicia de la Unión, Didier Reynders, reitera continuamente dos recomendaciones sin dirigirlas a nadie en concreto: es "urgente" renovar el CGPJ e "inmediatamente" después, cambiar el sistema de elección de sus vocales. 

A raíz del bloqueo crónico e inédito del órgano de gobierno de los jueces ha resurgido este debate promovido por la Comisión Europea, que aboga por aplicar la reforma para ajustar el sistema español "a los estándares europeos". Lo que viene a proponer la UE y respalda (más o menos) el Partido Popular es que, tras alcanzar un acuerdo para renovar el Consejo, el PSOE y el PP acuerden una reforma de la LOPJ de forma que parte del CGPJ lo nombren los jueces. 

El Pleno del Consejo está formado por el presidente (que según la ley será el presidente del Supremo) y por 20 vocales, de los cuales 12 son jueces y ocho son juristas de reconocido prestigio. La Comisión defiende que el turno judicial no sea nombrado por las Cortes, sino por la carrera judicial. Los jueces ya están implicados en la selección de vocales dado que el Parlamento escoge partiendo de una lista previa diseñada por ellos. 

El PP demanda algo parecido a lo que pide la UE: es partidario de reformar el sistema de elección de vocales, pero quiere hacerlo antes de pactar una renovación con el PSOE e impedir así que el Congreso y el Senado decidan quien ocupará el CGPJ durante los próximos cinco años. El PSOE por su parte, se limita a pedir a Génova un acuerdo para renovar y remite al comisario europeo de Justicia una lista con todas las "excusas" que el PP ha utilizado para negarse a renovar el Consejo. 

Cuando el PP estuvo apunto de pactar con Sánchez

El 7 de septiembre de 2022 se celebró, como cada septiembre, el acto de apertura del año judicial. El discurso pronunciado por Carlos Lesmes - entonces presidente del Supremo y el CGPJ- desencadenó un efecto dominó que casi logra acabar con el bloqueo. "Solicito que el CGPJ sea renovado en las próximas semanas o restituido en la plenitud de sus competencias. De no ser atendido este llamamiento, será preciso reflexionar sobre la adopción de otro tipo de decisiones que ni queremos ni nos gustan".

Tal y como se confirmó después, esas "decisiones" consistían en abandonar el alto tribunal y el Consejo. La dimisión de Lesmes, junto a las advertencias de la Comisión Europea, fueron presión suficiente para que PP y PSOE acercaran posturas por primera vez desde tiempos de Pablo Casado. Como en las anteriores ocasiones, el acercamiento fue infructuoso. 

El acuerdo parecía estar completamente ultimado, Félix Bolaños y Esteban González Pons (los negociadores de PSOE y PP) habían cerrado incluso una lista con los nombres de los candidatos a vocales. Pero entonces salieron a la luz informaciones sobre una negociación paralela que el PSOE mantenía con ERC para reformar la sedición a cambio del apoyo a los Presupuestos. 

Alberto Núñez Feijóo consideró que no podía estrechar la mano de Pedro Sánchez mientras el presidente pactaba con el independentismo y tiró el acuerdo por la borda. Sánchez amplió aquel acuerdo con Esquerra y acabó derogando la sedición y reformando la malversación a la par que lograba renovar el Tribunal Constitucional tras haber desatado de manos al CGPJ para esta encomienda concreta. 

Desde que culminaron aquellas negociaciones fallidas, la situación permanece prácticamente inmóvil. La única diferencia es que la relación entre el PSOE y el PP ha empeorado todavía más y el pacto parece más difícil que nunca. 

Redactor '20minutos'

Redactor de Tribunales y actualidad política. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, en 20minutos desde 2022.

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