El Ministerio de Trabajo quiere que los subsidios a desempleados aumenten hasta 660 euros al mes durante los seis primeros meses de vigencia y ampliar los beneficiarios también a menores de 45 años y a trabajadores eventuales agrarios de fuera de Extremadura y Andalucía. Una medida que beneficiaría a unos 400.000 parados más, que ya han agotado su prestación pero que actualmente se quedan fuera del sistema asistencial.
Así lo han detallado este jueves fuentes del departamento que dirige Yolanda Díaz, que han acusado al Ministerio de Economía de tratar de recortar los subsidios a los parados, tanto las cuantías que perciben como el periodo en el que tienen derecho a disfrutar de la ayuda. El departamento de lidera Díaz reivindica que la competencia sobre esta reforma es suya, no de Economía, y considera que el texto está listo y el debate cerrado. Sin embargo, otras fuentes conocedoras señalan que la negociación sigue en curso y no hay una propuesta cerrada todavía.
El Ministerio de Trabajo está ultimando la reforma del sistema de subsidios por desempleo, unas ayudas a las que pueden optar los parados que ya han agotado su prestación contributiva siempre que cumplan una serie de requisitos de renta y edad. El Gobierno se comprometió con la Unión Europea a dejar cerrado el texto en 2022, pero las fuertes discrepancias entre Trabajo y Economía, que también está dando su opinión sobre el enfoque de la norma, han dilatado el proceso.
El departamento que dirige Díaz apuesta por aumentar la cuantía de las ayudas durante los doce primeros meses de prestación y mantener el nivel actual durante los 18 restantes hasta un límite de 30 meses. De esta forma, los parados que disfrutan de esta ayuda pasarían a recibir 660 euros mensuales durante los primeros seis meses de subsidio (el 110% del Iprem); el siguiente semestre ingresarían 540 euros al mes (el 90% del Iprem) y los últimos 18 meses percibirían 480 euros al mes (el 80% del Iprem, la cuantía actual). Además, estas cuantías se elevarían si se revaloriza el Iprem en 2024, algo que en Trabajo dan por descontado que ocurrirá.
Desde el Ministerio de Trabajo señalan que el planteamiento de Calviño es recortar el periodo máximo en que se puede disfrutar esta prestación de los 30 meses actuales hasta 12. Según las citadas fuentes, la propuesta de Economía implicaría elevar el subsidio hasta 600 euros durante los tres primeros meses y después ir reduciéndolo progresivamente. El segundo trimestre caería a 480 euros, el tercero a 390 y los cuatro últimos meses se quedaría en 300.
De esta forma, la propuesta de Díaz daría derecho a cobrar una prestación que ascendería, de media, a 528 euros al mes durante un máximo de 30 si se agota por completo. Es decir, un 10% más que con el sistema actual. En cambio, el planteamiento que —según Trabajo— persigue Economía, implicaría recortar hasta 442,5 euros mensuales de media durante solo 12 meses (un 8% menos que hasta ahora).
Duro choque con Calviño
La cuantía y duración de los subsidios se han convertido en un enorme foco de disenso entre las dos almas económicas del Gobierno. Hasta el punto de que, desde Trabajo acusan a Calviño de diseñar una reforma neoliberal, basada en la sospecha, que va contra las condiciones mínimas de vida y que compartirían muchas fuerzas políticas de la derecha.
Las citadas fuentes llegan incluso a acusar a Economía de intentar eliminar a parados de las estadísticas reduciendo la duración de los subsidios. Con el sistema actual, los parados que han agotado su prestación contributiva tienen que estar dados de alta en el SEPE para poder percibir las ayudas. Siguiendo ese razonamiento, si se reduce el periodo máximo de 30 meses a 12 muchos inscritos en el paro se darían de baja al perder derecho a la ayuda, lo que facilitaría un descenso artificial en el desempleo.
En este sentido, otras fuentes conocedoras rechazan esas afirmaciones y apuntan a que el enfoque de Economía es pasar de subsidiar a apoyar el empleo. Sostienen, además, que el sistema actual no ayuda lo suficiente, condena a los parados al desempleo estructural y se aleja de los estándares de otros países europeos, donde los subsidios son decrecientes. El planteamiento de Economía busca introducir incentivos para reincorporar a estos parados al mercado laboral y apostar por el ingreso mínimo vital para cubrir parte de las necesidades que ahora dependen de estos subsidios.
Acuerdo en lo demás
En el resto de propuestas, Economía y Trabajo coinciden en líneas generales. El plan de Díaz pasa también porque los parados que cobran el subsidio puedan compatibilizarlo con un trabajo durante los primeros 45 días. De igual modo, se amplía el alcance de la medida hasta los menores de 45 sin cargas familiares, que hasta ahora quedaban excluidos, y también a los trabajadores eventuales agrarios más allá de Andalucía y Extremadura. Trabajo calcula que se incorporarían al sistema alrededor de 400.000 parados más, 150.000 menores de 45 años y alrededor de 250.000 eventuales agrarios.
El texto que maneja Díaz elimina el mes de espera entre que se agota la prestación contributiva y se puede empezar a percibir el subsidio, y plantea que la revisión de que se cumplen los umbrales de renta se haga cada trimestre y no cada mes como hasta ahora. En este aspecto, Trabajo propone que para definir la elegibilidad se analice la renta individual o la familiar, pero que se aplique el criterio que resulte más favorable para el desempleado.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios