Así es Josep María, cura al que llamó Juan Ortega por sus dudas en la boda: aconsejó a Tamara Falcó que volviera con Íñigo Onieva
- El párroco, que tiene su propia cuenta de Instagram, dio la bendición a la marquesa para volver con el empresario.
- La primera llamada que hizo Juan Ortega cuando le asaltaron las dudas de casarse fue a Josep María.
Media hora antes de la boda, el torero Juan Ortega decidió pegar la 'espantá' este sábado e irse sin casarse, teniendo a 500 invitados esperando en la iglesia. Según informan sus allegados, tenía dudas desde hacía tiempo y prefirió echarse para atrás -aunque in extremis-, no sin antes llamar a su cura de confianza, quien le aconsejó que, de ser así, lo parara todo. Y es que, curiosamente, este párroco está más que habituado a apoyar en este tipo de temas, pues ya lo hizo con Tamara Falcó.
El diestro, que llevaba tiempo pensando en posponer el enlace, tenía una relación de 10 años con su pareja, la cardióloga Carmen Otte, pero, ante sus dudas, prefirió cancelarlo todo porque no quería que "su novia diera el paso de casarse y luego fuera todo todavía más doloroso", explicó uno de sus allegados a 20minutos.
Pero primero, decidió tener una conversación por teléfono que fue clave para él: llamó a Josep María Quintana, amigo y cura que oficiaba la ceremonia y que se desplazó de Barcelona a Jerez de la Frontera para la boda.
"Le llamó por teléfono con las dudas que tenía, y el cura le dijo que no se casase", desveló Pilar Vidal. "¡No lo veo! ¡Es que no lo veo!", aseguró la periodista que le dijo el torero al párroco.
Lo cierto es que este sacerdote parece ser un confesor habitual de múltiples famosos, pues también lo es de Tamara Falcó. De hecho, fue quien bendijo la reconciliación de la marquesa con Íñigo Onieva y la aconsejó que, a pesar de lo sucedido con él, volviera a retomar su relación.
Un cura tecnológico
Josep Maria Quintana Domínguez tiene 43 años y nació en Banyoles (Girona), municipio donde estudió en el colegio Bell-lloc del Pla (vinculado al Opus Dei).
Sus estudios superiores no están relacionados con la fe, pues se licenció en Magisterio y Pedagogía en la Universidad de Barcelona y se especializó en Educación Física.
Aun así, después decidió cursar Teología Moral por la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma, donde, según contó a Diari de Girona en 2011, unió sus conocimientos sobre el deporte con la religión en su tesis, titulada La actividad deportiva: una reflexión antropológica, social y moral de la educación física a partir de las enseñanzas del beato Juan Pablo II.
Aunque lleva décadas centrado en la divulgación de la fe, no fue hasta la pandemia cuando comenzó a ganar notoriedad al usar las redes para difundir la palabra de Dios en YouTube, mediante el canal ConFEnados, que tiene más de 4.600 suscriptores, y en Instagram, donde acumula más de 38.000 seguidores.
Precisamente, en la red social de Meta ha creado la llamada "macrofiesta del rosario", una especia de cita en la que se reúne virtualmente con sus amigos para rezar el rosario en directo frente a la Virgen de la Alegría.