Varias decenas de vecinos del madrileño barrio de Salamanca han participado este sábado en una concentración espontánea para mostrar su solidaridad con los últimos comerciantes del mercado de Torrijos.
Tan solo quedan ocho puestos que mantienen su actividad comercial en este mercado madrileño, sumido en una batalla legal contra la sociedad inmobiliaria Numulae, que trata de ejercer prácticas de 'mobbing inmobiliario' para conseguir el desalojo definitivo de sus últimos puestos.
Este lunes está previsto que se inicien las obras en el espacio que ocupa este mercado, un nuevo movimiento con el que la socimi pretende consumar así la expulsión "ilegal" de los comercios que todavía aguantan, apuntan los afectados a través de un comunicado.
Según indican, este fondo buitre "se ha hecho de forma ilegal con el control de casi todo este icónico mercado". Las obras de este lunes, anunciadas de forma inesperada y en pleno puente de la Constitución, suponen "la maniobra definitiva para conseguir su propósito de que las instalaciones queden libres a la brava y así emprender su proyecto empresarial en una atractiva ubicación en el Distrito de Salamanca", lamentan.
En concreto, la socimi ha amenazado con cerrar los accesos a los cuatro comerciantes que resisten en el piso superior del mercado, que en estas fechas están preparando la campaña de Navidad. Una decisión, según los afectados, "imprevista e ilegal, ya que los puestos son propiedad de los comerciantes".
La socimi les ha ofrecido una nueva ubicación en la planta baja, junto a los otros cuatro comerciantes que resisten en sus tiendas. Sin embargo, denuncian que esta alternativa son "cuatro espacios achatarrados e inservibles", y lo consideran "un robo a la brava de nuestras tiendas".
Asimismo, los afectados han denunciado que Numulae les ha llegado a cortar el servicio de gas para impedirles disponer de frío para la conservación de sus alimentos. Ante esta situación, y para poder mantener la calidad de sus productos, han tenido que hacerse con un motor independiente individual, explican.
Los intentos de boicot no amilanan a este grupo de comerciantes, que sigue resistiendo a las presiones y han dejado claro que están dispuestos a aguantar en sus tiendas hasta donde sea necesario, mientras la Justicia resuelve el caso.
Por este motivo, han realizado un llamamiento a la solidaridad de vecinos, organizaciones de comerciantes y representantes políticos "para que este robo se pare en seco". Los comerciantes cuentan con un manifiesto de apoyo, respaldado por miles de asociados de organizaciones comerciales de ámbito nacional y regional, así como de usuarios y particulares.
En este manifiesto, denuncian la presión recibida por esta sociedad de inversión y piden al Ayuntamiento de Madrid "que medie entre las partes".
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