Clara Sánchez, última Académica de la Lengua: "Como escritora, he tenido celos, sensación de fracaso y de decepción"

fotografo: Jose Gonzalez Pérez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista Clara Sanchez
Clara Sánchez lleva quince libros publicados. 
JOSÉ GONZÁLEZ
fotografo: Jose Gonzalez Pérez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista Clara Sanchez

La última persona en ingresar en el templo de la lengua, la Real Academia Española, ha sido la escritora Clara Sánchez (Guadalajara, 1955). Ocupa desde octubre el asiento X, una letra que nos lleva a despejar pocas dudas sobre ella, a pesar de que su reciente cargo suene a ecuación. Sánchez es filóloga y profesora, lleva publicados 15 libros y ha ganado premios muy importantes de distintos sellos editoriales, como el Planeta, el Nadal y el Alfaguara. Su nuevo título, Los pecados de Marisa Salas, (Planeta) habla precisamente de los agujeros negros del mundo editorial: ira, venganza, envidia, deseo, amargura y vulnerabilidad ante el éxito, ese factor que todo escritor anhela. También ella. Sánchez, una dama de la literatura hecha a sí misma con tenacidad y calidad, admite que para escribir este libro ha mirado en su propio espejo. La novela, una lucha de identidades a propósito de la fama, fue publicada en Italia antes que en España y trae de regreso a una de las escritoras más luminosas y versátileX. 

¿Siente más responsabilidad como novelista ahora que es Académica de la Lengua?Bueno, esta novela está escrita desde mucho antes de ingresar en la Real Academia de La Lengua. Estaba ya programada por parte de la editorial. La publicación ha coincidido con mi ingreso en la Academia. Por poco días, esta novela sale de la mano de una académica, pero por pura casualidad. Siempre siento responsabilidad cuando publico; pero cuando escribo, tengo ganas de decir lo que me apetece. No siento ninguna presión, ni responsabilidad, simplemente quiero sacar lo mejor de mí. Si acaso, la responsabilidad de afinar lo más posible en aquello con que a mí me gusta expresarme. Mi lucha es despojar de toda floritura posible lo que escribo. Ese es mi propósito. A veces lo consigo, y a veces no. Cuando el libro está en la calle, allí siento mucha presión porque es mucha gente la involucrada: editorial, las personas que hacen la promoción, mucha gente trabajando para ese libro. Y me gustaría que saliese lo mejor posible, más que nada por esas personas.

Esta novela salió en Italia antes de ser publicada en España. Usted tiene un mercado italiano muy potente, con lo que cuesta traducir fuera la novelística española.Yo publico mucho en Italia. Y sí, esta novela salió antes en ese país. He tenido mucha suerte porque Italia me acogió muy bien con mi primera novela, Lo que esconde tu nombre. Desde entonces, van sacando todo lo anterior y todo lo posterior. Está muy feo de hablar de cifras, pero se han vendido dos millones y medio de copias de mis libros. 

El éxito nos esclaviza, es el mayor negrero de nuestra época. Nos lleva a extremos de hacer verdaderas tonterías y nunca es suficiente

La historia de este libro, ¿la ha vivido la propia autora en sus carnes? Un plagio que oscila entre la trampa, la ironía, la crítica...Es verdad que tiene todos esos ingredientes que mencionas. El mundo del escritor es completamente desconocido. Los escritores expresamos poco lo que de verdad nos pasa, cómo llegamos a publicar una novela. El proceso de escritura es un mundo ignoto y oscuro. A través de esta novela he querido contar todas las emociones que yo he tenido en mayor o menor medida: he sentido celos de otros escritores, la sensación de fracaso o de no ser bien recibida, de decepción. Lo hemos sentido todos en mayor o menos grado. También he tenido la suerte de conocer el éxito. Pero, qué ocurre: que el fracaso es una secuela del éxito. De lo que me he dado cuenta y lo he querido expresar en este libro, es de que el éxito nos esclaviza, es el mayor negrero de nuestra época. Nos lleva a extremos para poder mantenerlo, de hacer verdaderas tonterías, de angustiarnos excesivamente. El éxito siempre lo vemos en los otros. Por mucho éxito que tengamos, nunca tenemos suficiente. El de los demás es mucho mayor. Es un saco sin fondo, está supervalorado. Es un caramelo envenenado que se le da a la gente que tiene que gustar en su trabajo, para que se deje la vida en ella.

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Sánchez ingresó en la Real Academia de la Lengua el pasado 8 de octubre.
JOSÉ GONZÁLEZ

Así visto, el éxito y el fracaso son conceptos muy parecidos.El fracaso es un derivado o una secuela del éxito. Si no estás obsesionado con el éxito, tampoco vas a fracasar. Es una manera que vemos, en el mundo de los escritores. ¿Cuántos escritores no se han suicidado, alcoholizado, han sufrido en silencio? Tenemos que gustar y gustar a muchísima gente. Y no siempre tenemos esa capacidad. Los escritores somos bastante marginales.

Yo me considero una escritora que ha pasado por un túnel oscuro, como todos los escritores a los que yo valoro

Si nos ponemos a comparar, ¿a quién se parece más Clara Sánchez? ¿A Marisa, la plagiada, a Carolina, la rival o a Luis, el plagiador?Tengo más de Marisa, aunque no me haya ocurrido lo de Marisa. Yo escribí una primera novela, que, salvo excepciones, al ser primera (Piedras preciosas, que tuve la suerte de que me la publicaran) no tiene mucha acogida, te sientes muy sola. Uno siente que quizás ahí se acaba todo. Esa sensación tan fuerte de "Dios mío, qué tengo por delante, tengo que ser fuerte. ¿Debo empeñarme, o abandono?". Digamos que yo me considero una escritora que ha pasado por un túnel oscuro, como todos los escritores a los que yo valoro. Eso es inevitable. Y en ese mundo oscuro hay una Marisa Salas. Y luego, sí he conocido a muchas Carolinas, que desde la primera novela ha conocido el éxito apabullante, que no ha conocido lo que es el descenso, pero que ha sido esclavos de mantener el éxito. Les pasa a los deportistas de elite, que a mí me dan muchísima, -no querría decir- pena, pero no los envidio en absoluto, pero tiene que ser terrible estar conquistando éxito tras éxito. Estamos hablando de los grandes que ganan dinero y que aun así son esclavos. Estar todo el día bajo el foco público. ¿Qué pasa con ese espejo público en el que nos vemos todos? Que ha dinamitado las redes sociales y se produce algo terrible, que es la permanente exhibición. Vivimos tiempos engañosos.

La última novela de Clara Sánchez.
La última novela de Clara Sánchez, publicada por Planeta.
CEDIDA

¿Hay alguien a quien le gustaría plagiar en el mundo de la literatura?Hay tantos a quien plagiar... Uno aprende a escribir leyendo. Cuando admiras a alguien, ese escritor te inspira para encontrar tu propio camino. No tienes que imitarle. Te ayuda a saber que tú tienes algo dentro que necesitas expresar, pero a tu manera. Lo que yo diga, sea lo que sea, ninguno otro lo pueda decir como lo digo yo. Gustará más o menos. Esto es a lo que yo llamo escritura. ¿Cuántos se publican que tengan eso en su seno? Muy pocos. Hay escritores y luego hay gente que publica libros, que es algo diferente. Creo que esto se aprecia en la novela.

También nos lleva a la realidad, donde todo lo que se publica no es excelente ni recomendable.Así es, como le sucede al personaje de Luis. El éxito envenena su mente. Hay un momento en que tiene tantísimo, que cree que se lo merece y también se llega a creer que es un gran escritor.

Hay escritores y luego hay gente que publica libros, que es algo diferente

Y Marisa, la protagonista, ¿es malísima o un personaje justiciero?Marisa comienza siendo una víctima del mundo editorial, una víctima de su propia debilidad, porque no es capaz de superar la sensación de fracaso. Ella prefiere echarle la culpa a todo el mundo, pero llega un momento en que empieza a pensar si merece la pena. Está viendo el éxito de cerca, el éxito en los otros. Tiene algo de justiciero hacia sí misma. Yo me considero buena persona porque creo que a lo largo de mi carrera no le he hecho daño a nadie conscientemente, y me crea mucha tranquilidad de conciencia. Soy de esa generación de gente que tiene bastante conciencia. Pero, ¿no soy yo también un poco retorcida, rencorosilla? Lo soy. A veces me ha resultado insoportable que le ocurriera a otro, algo que yo deseaba que me pasara a mí. Si algo tiene un escritor es que somos un saco de sentimientos, buenos y malos, si no, no puedes escribir. Yo también he sentido celos, de alguien particular, aunque me ha durado poco. Y eso te ciega. También te crea un venenillo interior que es buenísimo para escribir. Te pones a destilarlo. No es un mundo justo. Seguramente, habrá personas que también piensen que se merece estar en la Academia más que yo. Es humano y comprensible. A mi personaje le falta algo que debe tener un escritor, que es empeño. Que no se crean los jóvenes escritores, que porque se publique una primera novela, está todo hecho.

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La académica española es una de las autoras más vendidas en el mercado italiano.
JOSÉ GONZÁLEZ

¿Esta es la clave de Clara Sánchez para haber publicado 15 libros y sentarse en el sillón X de la Academia, el tesón?En primer lugar, tengo un gran amor por la literatura, escribo desde niña. Leer para mí ha sido entrar en un mundo que me salvaba de la realidad. La realidad, desde niña, me ha resultado muy hostil, era como llevar una china en el zapato. No he disfrutado de la vida al 100%, había algo que no me dejaba. La literatura me daba todo lo que no me daba la vida normal. Se parte de ahí. Otra cosa que he tenido a mi favor es que me gusta estar sola y me gusta la soledad. Si tienes talento y vocación, pero no eres capaz de estar solo, no puedes hacer nada. Y luego hay que tener constancia y perseverancia. Yo las he tenido simplemente porque escribir era lo que más satisfacción me producía. Yo empecé a publicar a los 34, me dije por qué no. Y una última causa para seguir es que no hay que tener un excesivo ego. No he dejado que me hirieran mucho en este mundo porque no tengo mucho ego. 

¿Qué cosas le han pasado en su vida para que la hayan marcado como persona y como escritora?A mí me han pasado cosas en la vida desde mi infancia. Tuve una niñez bastante caótica, por las condiciones de mi familia, enfermedades muy largas en mi familia que he tenido que superar, muchas situaciones que me han mantenido con los pies en la tierra. He sabido que hay cosas más importantes que salir en los medios. Eso ha rebajado mi ego y mi vanidad. Eso no quiere decir que no tenga la necesidad de gustar. Es una condena, escribir es tener que gustar y al mismo tiempo tener que depender de todo el mundo. Tienes que gustar al editor, a los lectores, a los medios, a todo el mundo... ¿Y eso cómo se hace? No eres un actor, un rockero que se abre de piernas mientras tocas la guitarra. 

El mal de nuestra época son las redes y los programas de supervivencia, la exhibición permanente, los 'influencers'

"Perder el alma para ganar el amor entraña cierta poesía. Perder el alma para ganar la posteridad, la fama imperecedera, resulta monstruoso", esto, que está en su discurso de ingreso en la Academia, se halla también en su novela. Cuánta simbiosis.En el discurso de ingreso yo he volcado muchísimas de mis preocupaciones vitales y de escritura. Esa frase que señalas resume completamente esta novela y lo que he podido apreciar durante estos 30 años largo de escritora en este mundo en el que me muevo. El éxito quita vida y vivencias. El mal de nuestra época está en las redes y los programas de supervivencia, en la exhibición permanente, los influencers, me parece algo terrible, porque está mermando ciertos aspectos de la vida anónima que en el fondo es la que crea los ingredientes para nuestra alma.

Ha heredado el sillón X que tenía el poeta Francisco Brines. Usted, filóloga y escritora, ¿qué va a hacer por ese legado y por la lengua?Yo haré todo lo que pueda, tengo esa doble faceta de estudiar la lengua y de cultivarla. En el fondo, los escritores ponen sobre el papel el discurrir de la lengua dentro de la sociedad mediante la creación. Y el filólogo estudia ese discurrir. Yo aportaré todo lo que pueda. Hay que estar a las exigencias de la sociedad porque vivimos tiempos muy convulsos en lo que todo cambia rápidamente. La transformación es más veloz que nunca y la Academia se tiene que hacer eco que a lo primero que afecta es a la lengua. No es fácil porque no se puede contemplar con frivolidad. Digamos que hay que atenerse a unas normas gramaticales, hay que estudiar mucho.

Rosa Ballarín
Periodista Cultural '20minutos'

Licenciada en Periodismo por la Complutense. Trabajé en los principales medios de Aragón (Heraldo, televisión regional, El Día...); en el grupo Hearst: Supertele, Elle, Diez Minutos, Agency Hearst (publicidad editorial). En la editorial Roca. Unidada Editorial: Fuera de Serie.

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