Más allá del acuerdo "histórico" hacia el fin del gas, el petróleo y el carbón: qué se impulsa y qué falta en el acuerdo de la COP28

La Cumbre del Clima de Dubái, COP28, se ha clausurado este miércoles con un acuerdo "histórico" que abre por primera vez el camino hacia el final de los combustibles fósiles. Insta a los países "transicionar para alejarse" del uso de petróleo, gas y carbón para 2050, de modo que la energía quede en manos de una masiva generación de energía renovable que también se recoge en el acuerdo. Todo, para mantener vivo el objetivo de limitar el aumento de la temperatura en 1,5ºC con respecto a niveles preindustriales. Sin embargo, en el acuerdo de la COP28 hay más elementos, excesivas confianzas en tecnologías no demasiado maduras y falta de concreción sobre cómo se ayudará a los países en desarrollo a adaptarse al cambio climático y alcanzar los objetivos de mitigación pactados. "El proceso nos ha fallado", lamentaba Samoa en la sesión de clausura, mientras la UE celebraba el "principio del fin de los combustible fósiles".

Principio del fin de los combustibles fósiles

"Transicionar para alejarse de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de forma justa, ordenada y equitativa, acelerando en esta década clave, para llegar al cero neto [de emisiones] en 2050". Esta frase, calificada de histórica, abre por primera vez el camino de salida para el petróleo, el gas y el carbón que la UE y los países más afectados ya por el cambio climático, como los menos desarrollados y las pequeñas islas-nación, han celebrado como "el principio del fin" de los combustibles fósiles y una forma de "ir más allá" del Acuerdo de París, que limitó el calentamiento global en 1,5%.

Aunque el concepto se refiere también al gas y petróleo, solo el carbón tiene su línea específica en el acuerdo aunque sin novedades con respecto a lo que se acordó hace dos años en la COP27 de Glasgow: "acelerar los esfuerzos para reducir la energía procedente del carbón cuyas emisiones no puedan capturarse".

Relacionados con los combustibles fósiles también están los mil millonarios subsidios con los que los países siguen incentivando, a través de ayudas o reducciones fiscales, su uso. En la COP28, los países se comprometen a mantener solo los que se estén destinados a paliar situaciones de pobreza o a la transición justa. "Eliminar los subsidios en combustibles fósiles ineficientes que no se dirijan a la pobreza energética o a la transición justa tan pronto como sea posible", dice el texto.

A pesar de todo esto, los combustibles fósiles no desaparecerán de un plumazo tras esta Cumbre del Clima de Dubái y seguirán durante años en el sistema energético. Sí se trata de un importante paso adelante, a pesar de las denuncias de activistas y delegaciones sobre el enorme peso que ha tenido el sector  de los combustibles fósiles, que "consiguieron bloquear parcialmente la señal de la ONU de que el petróleo, el gas y el carbón están acabados".

Reducción de emisiones

La energía es responsable del 80% de las emisiones de efecto invernadero que provocan el calentamiento global y, en sus conclusiones, la COP28 no oculta su preocupación porque, de acuerdo a los planes nacionales de reducción que han presentado 68 de los 173 países -que representan el 87% del PIB mundial-, muestran que las emisiones solo se han reducido un 2% desde 2019 y advierte de que "se requieren mayores reducciones" para alcanzar el objetivo de que el calentamiento no supere 1,5ºC.

El objetivo es que entre 2020 y 2025 las emisiones alcancen su pico y a partir de ahí empiecen a declinar. En 2030 tiene que haber una reducción mundial del 43% y del 60% para 2035 con respecto a 2019, para llegar a la meta de cero emisiones netas de CO2 en 2050.

Implantación masiva de renovables

El acuerdo incluye la reclamación de la UE y de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) de triplicar en 2030 la instalación mundial de generación renovable y duplicar para ese año la eficiencia energética.

Para llegar a las emisiones netas 2050, la COP28 contempla todo tipo de energías 'limpias', tanto renovables como nuclear y también una solución que ha levantado polémica, porque no está lo suficientemente desarrollada como para aparecer como una alternativa real a los combustibles fósiles. Se trata de las tecnologías para capturar las emisiones de CO2 que estos emiten a la atmósfera, que podían 'salvar' a la que lo consigan de tener que eliminar su uso -como la petición de acelerar los esfuerzos para reducir la energía procedente del carbón cuyas emisiones no puedan capturarse". 

Sin embargo, la Convención Marco del Cambio Climático de la ONU, que hace seguimiento del desarrollo de este tipo de tecnologías, de momento ha llegado a la conclusión de que no han sido eficaces. Existe "incertidumbre técnica" porque "alrededor del 80% de los proyectos piloto en los últimos 30 años han fracasado", y, a la inversa, hay "potenciales impactos negativos" sobre la biodiversidad, la seguridad alimentaria y los derechos de los pueblos indígenas en tierras donde se ponen en práctica estos proyectos. 

Objetivo 1,5ºC asimétrico

Tal y como planteaba la Agencia Internacional de la Energía y propuso el secretario general de la ONU, António Guterres, en la recta final de la COP28, los esfuerzos en reducción de emisiones e incluso de la transición hacia el final de petróleo, el carbón y el gas será asimétrico y los países no deberán correr a la misma velocidad, para tener en cuenta su grado de desarrollo y circunstancias particulares.

"Esto no implica que todos los países tengan que alcanzar el pico dentro del mismo marco temporal", dice el texto sobre las emisiones de gases de invernadero que, en términos generales, deberían alcanzar el pico en 2025. "Este marco temporal para llegar al pico debe modularse teniendo en cuenta el desarrollo sostenible y las necesidades de la erradicación de la pobreza".

Transporte por carretera... y cocina

El transporte por carretera -más contaminante que el marítimo o el aéreo- tiene también una mención especial en el esfuerzo que deben hacer los países para reducir las emisiones en este ámbito, mediante infraestructuras y el "rápido despliegue" de vehículos cero emisiones... o de bajas emisiones, algo que desde el rechazado primer borrador del lunes venía siendo criticado porque no les cierra del todo la puerta.

La reducción de emisiones en el ámbito doméstico se centra en cuestiones quizá olvidadas en países industrializados como España pero que son un asunto central en países en desarrollo. Entre ellas, conseguir que, sobre todo en África, se empleen técnicas limpias de cocina. El director de la AIE, Fatih Birol, ha lanzado este martes un "llamamiento urgente para una acción global para mejorar el acceso a una concina limpia" y ha afirmado que será un punto clave para la Cumbre del Clima del año que viene, la COP29 que se celebrará en Azerbayán, otro país productor de combustibles fósiles como el anfitrión de este año, Emiratos Árabes Unidos.

En 2025, la Cumbre del Clima cambiará mucho más de latitudes y naturaleza y se celebrará en Brasil, que con Inácio Lula da Silva, busca ser un referente en la lucha contra el cambio climático. Por eso, la delegación brasileña consideraba este martes que la COP de Bakú de 2024 será una "escala", en un año -2024- que podría ser el de la vuelta de Donald Trump y su negacionismo climático a la Presidencia de Estados Unidos. Por eso, afirmaban los brasileños, mucho dependerá de Lula y de Brasil doce meses después.

Adaptación

Más allá de las medidas para mitigar, el acuerdo sobre la adaptación a los cambios que ya genera el cambio climático se basa en un lenguaje que los analistas consideran "vago" e impreciso en algunos puntos. Los 39 países que forman la Alianza de los Pequeños Estados Insulares (AOSIS),  "flaquea en áreas significativas".

Está todavía por hacer un inventario mundial de medidores de los efectos del cambio climático para poder actuar sobre la adaptación y poder evaluar las medidas. El acuerdo de Dubái no contiene ni objetivos ni plazos concretos para ello, aunque sí menciona la demanda de los países en desarrollo para revisar al alza -para "al menos duplicar"- el fondo de 100.000 millones de dólares al año a partir de 2025, para hacer frente a consecuencias climáticas que ya superan con mucho esa cantidad, que, según las cuentas de la Presidencia emiratí de la COP28, sigue sin alcanzarse desde el compromiso que se cerró en 2020. En esta cumbre del Clima se han recaudado 134 millones de dólares para el Fondo de Adaptación, que junto con otras aportaciones a otros fondos, eleva las contribuciones totales a 85.000 millones de dólares.

Financiación

La COP28 empezó el pasado 30 de noviembre con un acuerdo para crear el Fondo de Pérdidas y Daños , dotado con un mínimo de 100.000 millones al año para auxiliar a los países más vulnerables ante catástrofes climáticas debido al calentamiento global. Estos mismos estados cuantificaban las necesidades anuales en 400.000 millones de dólares. Aunque las conclusiones de la COP28 urgen a "otras partes" a hacer contribuciones y a "movilizar financiación climática de una amplia variedad de recursos", también queda claro que la fuente principal de recursos serán los estados. Esto choca con la pretensión de la UE de al menos abrir el debate acerca de la necesidad de que, igual que los países, las compañías que más han contribuido al calentamiento global tuvieran también una obligación de contribuir a este fondo, quizá en forma de un impuesto internacional y bajo el principio de que "quien contamina paga".

El acuerdo final de la Cumbre del Clima hace un balance de las contribuciones prometidas en las dos últimas semanas, de modo que el Fondo Verde ya suma 12.800 millones de dólares, el Fondo de Adaptación, 166 millones o el fondo para los Países Menos Desarrollados, 179. Pero también advierte de su "preocupación" por que la brecha entre las necesidades de adaptación al cambio climático y los recursos financieros disponibles "se agranda" y reclama a todas las partes que hagan nuevas contribuciones y desembolsen las ya comprometidas. España ha comprometido 27 millones a los distintos fondos.

Los analistas climáticos no encuentran referencias en las conclusiones sobre cómo se va a financiar la transición energética en los países emergentes y vulnerables y que, a pesar de la creación del fondo, hay pocas referencias de cómo se podrían aumentar los fondos para Pérdidas y Daños.