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Cuánto le costaría a la UE la entrada de Ucrania y qué aportaría el país a los 27

Von der Leyen, Zelenski y Michel, en Bruselas.
Von der Leyen, Zelenski y Michel, en Bruselas.
EFE
Von der Leyen, Zelenski y Michel, en Bruselas.

Ucrania no entrará a corto plazo en la Unión Europea, pero la realidad es que sí se va acercando poco a poco a ella y eso es un 'regalo' político pero también casi sentimental, sobre todo para esas generaciones que hace una década salieron a las calles en el Euromaidán y clamaron por un futuro dentro del bloque comunitario. Ha tenido que ser una invasión por parte de Rusia la que impulse ese camino pero el mensaje es muy potente: la unanimidad -a 26, sin Hungría- de los Estados miembros para la apertura de negociaciones para la adhesión es un soplo de aire fresco para el Gobierno de Volodimir Zelenski. Y entonces surge otra pregunta: qué supondría la entrada de Ucrania en la UE.

El análisis tiene que hacerse desde tres puntos de vista: político, geoestratégico y económico. El valor casi heroico es innegable, pero en Bruselas pulula una sensación un poco extraña. No se puede integrar a Ucrania pensando solamente con el corazón, ni mucho menos. "Hay que comunicar bien e insistir en que, para empezar, la apertura de negociaciones no asegura nada, y después, que la integración completa en la UE es un proceso muy exigente", resumen fuentes comunitarias consultadas por 20minutos.

Por lo pronto, ¿cuál sería el impacto económico de la entrada de Ucrania para la Unión? Las negociaciones constan de 35 capítulos diferentes, que incluso se pueden bloquear una vez abiertos y que necesitan el sí de todos los Estados miembros para darse por buenos; en ese abanico de temas los asuntos económicos y el encaje son claves, porque así lo dicen los Criterios de Copenhague. La economía ucraniana tiene que estar preparada para las condiciones que se piden al formar parte de la Unión Europea. 

Por eso hay que ver la adhesión también (o sobre todo) en términos financieros y esa foto es también muy compleja. Y es que la entrada de Ucrania tendría en el actual presupuesto plurianual del bloque comunitario hasta 2027 un impacto entre 130.000 millones y 190.000 millones de euros, lo que supone que hasta un 17% de las arcas comunitarias iría a parar a este país, según un estudio publicado por el Instituto de Economía Alemana. El resumen es mucho más corto: Ucrania podría provocar que todos los demás Estados miembros se convirtieran en contribuidores netos al presupuesto de la UE, como forma de compensar los desequilibrios que generaría Kiev. 

No ver la ampliación en términos de coste

Asimismo, en el reparto de fondos (regionales, por ejemplo) que se dan por tamaño y población Ucrania sería un gran beneficiario, porque se convertiría en el quinto socio más grande, por delante de Polonia y justo por detrás de España. "Creo que no se puede ver la ampliación en esos términos, porque entonces no se habría hecho ninguna de las anteriores; ni la de 2004 ni sin ir más lejos la entrada de España en su momento", comentan algunos eurodiputados a este medio, que piden ver la ampliación "como una oportunidad y no como un coste". Pero ahí el equilibrio es fundamental, e importan tanto las cuentas que desde ya Hungría ha bloqueado 50.000 millones de euros previstos en el presupuesto 2021-2027 destinados al apoyo a Kiev.

Desde el punto de vista político hay que ver el proceso de adhesión en toda su amplitud. De media el camino se tarda unos 10 años en recorrer siempre que no haya vetos importantes -eso fue por ejemplo lo que tardó Croacia, el último Estado miembro en entrar, en el año 2013- y tienen que abordarse un total de ocho áreas temáticas. Pero para aceptar más miembros la UE necesitaría una reforma interna. "La UE tiene que prepararse para cuando los países candidatos lo estén", avisa constantemente la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola. De hecho, la propia Eurocámara ya ha propuesto una reforma de los Tratados precisamente con vistas a una futura ampliación. Ahora mismo la lista de espera cuenta con 10 países, si contamos a Kosovo como candidato potencial por lo que el bloque, con todos dentro, sería de 37 Estados miembros, algo inasumible con la arquitectura institucional actual.

¿Y para el futuro de una UE geopolítica? Ucrania es una pieza clave del puzzle y esta es la perspectiva más importante para algunos líderes europeos. El primer punto en este sentido pasa porque la Unión Europea pueda convertirse en un actor global capaz de contrarrestar a Rusia, no solo con Ucrania dentro, sino también con Moldavia o Georgia, países de la órbita de Putin que se han acercado cada vez más al bloque comunitario en los últimos años. El caso ucraniano, con todo, es especial porque se trata de un país en guerra; y es la primera vez que la UE se lanza a atraer hacia sí a un Estado en medio de un conflicto.

Ucrania, como Moldavia, ostenta otro récord: nunca antes unos países habían tardado tan poco tiempo -menos de dos años- en presentar su solicitud de adhesión y ver aprobada la apertura de negociaciones. Esto no quiere decir, y así lo repiten desde las instituciones, que haya una vía "rápida" de entrada la UE. Y con esto aparece otro de los mantras a los que se ha abonado Bruselas: "La entrada en la UE es una cuestión de méritos, no de fechas". En muchas ocasiones la mirada se pone en el año 2030, pero quizás ese escenario sea demasiado optimista.

En definitiva, Ucrania tiene mucho que andar todavía, aunque parezca que haya corrido en el último año y medio para integrarse en la UE. El freno tendrá que pisarse. Zelenski ve cumplidas sus peticiones con la apertura de negociaciones -aunque el arranque de las mismas aún no tenga fecha- pero la posibilidad de veto seguirá siendo una constante durante todo el proceso. La Comisión se encargará de negociar y el Parlamento Europeo, comprometido con la ampliación desde que el debate se reabrió, vigilará todos los pasos. Mientras, la UE tendrá que mutar hacia un sistema que le permita volverse más influyente y no más lenta.

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