Internacional

Así era la vida de Alex Batty en Francia: una pareja lo cuidó mientras su madre vivía en una comunidad espiritual

Imagen del joven británico Alex Batty y del lugar próximo a donde fue localizado en el suroeste de Francia.
Manchester Police / Getty Images

Alex Batty, el joven británico de 17 años localizado esta semana en Francia tras haber sido secuestrado en 2017 por su madre y su abuelo sin tener la custodia, pasó estos últimos seis años llevando una vida itinerante entre España, Marruecos y Francia, en grupos que formaban una comunidad espiritual. A este último país llegó en el otoño de 2021, donde vivió en una granja regentada por una pareja, que acogió al menor bajo su protección mientras su madre vivía en una comunidad espiritual.

Así lo ha revelado esa pareja, Frederic Hambye e Ingrid Beauve, en una carta que recoge el diario británico Daily Mail. Batty llegó hasta su remota granja y casa rural, ubicada en la localidad de Camps-sur-l'Agly —suroeste de Francia—, acompañado por su abuelo y su madre. "Para nosotros se llamaba 'Zach' hasta el jueves pasado", han asegurado. Se trata del mismo nombre falso que el joven dio en un primer momento al repartidor que lo encontró caminando por una carretera durante su huida. 

Tras ser localizado y llevado ante la Policía, Batty ya ha podido ser repatriado al Reino Unido, donde se ha reencontrado con su abuela, quien tiene su tutela.

Según han explicado Hambye y Beauve, "Zach llegó a nuestro B&B por primera vez a finales del otoño de 2021, en ese momento estaba acompañado por su abuelo y su madre". Al ver que buscaban un lugar donde quedarse, la pareja contrató al abuelo para realizar trabajos de mantenimiento en el lugar, a cambio de comida y alojamiento para él y su nieto. "Zach/Alex tenía libre acceso a la nevera y a nuestra comida y le encantaba cocinar", han asegurado.

Sin embargo, la madre del joven, Melanie Batty, no se quedó en la granja, sino que se fue en busca de una comunidad espiritual donde vivir.

A pesar de ello, no perdió el contacto con ella. Tal y como describen los propietarios de esta casa rural, Alex se encontraba con su progenitora los domingos, cuando acompañaba a la pareja al mercado a comprar un bagnat au tuna —un bocadillo de atún elaborado con un pan típico francés—. "Él también era parte de nuestra familia y tenía buenas relaciones con nuestros hijos. Disfrutamos del tiempo juntos en el verano, como andar en bicicleta, visitar la playa, el río...", han recordado en la carta publicada.

Según esta pareja, el joven permanecía con ellos "por períodos más largos y otros más cortos", y se fue en varias ocasiones para reunirse con su madre en sus sucesivos lugares de residencia entre Aude y Ariège.

Sobre Melanie Batty, han asegurado que no tuvieron mucho contacto con ella, ya que "nunca vivió en la casa rural". "Hasta donde sabemos, ella estaba buscando un lugar para vivir en comunidad", algo que no encontró en esa granja.

La última vez que Alex Batty regresó con ellos fue a principios del pasado verano. "Con el paso del tiempo, lo vimos como parte de nuestra familia y creemos que apreció la estabilidad y seguridad que representamos para él", han indicado.

El joven "tenía una habitación para él solo, acceso ilimitado a internet y era completamente libre de entrar y salir cuando quisiera".

Cuando le animaron a estudiar francés y a matricularse en la escuela, Batty les dijo que no tenía su DNI y que "encontraría una manera de regresar al Reuno Unido por su cuenta para conseguir nuevos documentos de identidad y volver a la escuela". Bajo ese pretexto, cuentan, Alex Batty partió el domingo. Después de estar caminando durante cuatro días, el joven fue localizado por Fabien, un repartidor, y la noticia de su hallazgo dio la vuelta al mundo.

"Le reiteramos que siempre sería bienvenido y que, si fuera necesario, estaríamos ahí para ayudarlo. El resto, así como su nombre real y su historia completa, lo descubrimos en la prensa a principios de esta semana", concluyen.

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