El Congreso habilita enero y celebrará plenos para avanzar en la tramitación de la amnistía

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, este martes antes de la reunión de la Mesa.
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, este martes antes de la reunión de la Mesa.
EFE
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, este martes antes de la reunión de la Mesa.

Enero será mes hábil en el Congreso de los Diputados, lo que significa que habrá actividad parlamentaria y podrán celebrarse plenos en los que avanzar en la tramitación de la ley de amnistía, que superó su primera prueba parlamentaria la semana pasada. Así lo decidió este martes la Mesa de la Cámara Baja, su órgano de gobierno, y fuentes de la misma aseguran que el debate de totalidad sobre la polémica norma —en el que PP y Vox tratarán de derribarla— tendrá lugar la primera o la segunda semana de 2024. Por su parte, fuentes gubernamentales también sitúan a principios o mediados de enero la votación del techo de gasto, paso fundamental para la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado.

Aunque lo ordinario es que enero sea un mes inhábil tanto en el Congreso como en el Senado, en los últimos años se ha instaurado la costumbre de habilitarlo para evitar que se detenga la actividad legislativa durante un mes. No obstante, fuentes parlamentarias explican que no se celebrarán plenos semanales como se hace de ordinario, sino que las sesiones que tengan lugar serán convocadas ex profeso para tratar algún asunto. Por ejemplo, el debate de totalidad de la ley de amnistía, que tendrá que tener lugar porque PP y Vox presentarán con toda seguridad enmiendas a la totalidad, la figura parlamentaria que sirve para que se debata y vote la paralización de una propuesta. 

El plazo para presentar estas enmiendas estará abierto hasta el próximo día 3 de enero, y el debate de totalidad tendrá lugar en la primera o la segunda semana del año. Previsiblemente, la mayoría que forman PSOE y Sumar con las formaciones nacionalistas e independentistas sorteará este obstáculo parlamentario, y entonces la proposición de ley de amnistía pasará a ser debatida en la comisión de Justicia del Congreso, donde los grupos podrán presentar enmiendas parciales al texto. 

Está por ver si los aliados del Gobierno intentan modificar algunos puntos: ERC ya ha anunciado que se lo está pensando, pese a que el PSOE es muy reticente a cambiar una sola coma de lo pactado con Junts para evitar abrir vías que puedan declararse inconstitucionales. Una vez termine esa fase, que durará unas semanas, la ley deberá ser de nuevo votada y aprobada en el Congreso de los Diputados. Y, una vez eso ocurra, pasará al Senado, donde experimentará un frenazo, ya que el PP ha utilizado su mayoría absoluta en la Cámara Alta para aprobar una reforma reglamentaria que le permitirá levantar la declaración de urgencia que han impulsado PSOE y Sumar en el Congreso para acelerar los trámites.

Los plenos del Congreso que tengan lugar durante el mes de enero, no obstante, deberán celebrarse en el Palacio del Senado, la sede de la Cámara Alta, ya que el hemiciclo del Congreso iniciará obras en las próximas semanas para sustituir los obsoletos ordenadores que están encastrados en los escaños por tabletas táctiles que puedan utilizar los diputados.

"La urgencia es la de Puigdemont y la necesidad, de Sánchez"

El Partido Popular ha criticado que el Gobierno utilice una herramienta que tiene la Cámara solo para casos de urgencia y de necesidad. "Es evidente que la urgencia es la de Puigdemont y la necesidad es la de Pedro Sánchez", ha señalado en rueda de prensa el portavoz Miguel Tellado. El popular ha subrayado que "nadie entiende la tramitación especial con nocturnidad y alevosía para que todo quede tapado con las fiestas navideñas". En su opinión, el Gobierno acepta esta fórmula "para que los independentistas cobren cuanto antes" sus apoyos a la investidura de Sánchez.

Una vez que la Mesa ha habilitado el mes de enero para tramitar la amnistía, el PP pide que también se habiliten las comisiones para que los ministros puedan comparecer a principios de año. De lo contrario, los altos dirigentes no darán cuentas a la Cámara hasta febrero. "Y escuchando las ocurrencias diarias de algún ministro corremos el riesgo de que no lleguen" para entonces, ha añadido Tellado en tono de "chascarrilo".

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