Economía

Entrevista

Luis de Guindos: "Es prematuro hablar de una bajada en los tipos de interés"

El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.
ECB

Luis de Guindos (Madrid, 1960) parece una persona optimista por naturaleza, y analiza la situación económica de la UE actualmente destacando los elementos positivos, pero consciente también de los retos a los que se enfrenta en el corto y en el medio plazo. Tiene claro el vicepresidente del Banco Central Europeo que el bloque necesita "reformas estructurales" y al mismo tiempo reconoce que la situación es mucho mejor que la de 2010, cuando por ejemplo España tuvo que afrontar un rescate bancario y encaró una crisis muy dolosa para sus arcas. Ahora De Guindos atiende a 20minutos con un análisis mucho más halagüeño. 

El dato del coste salarial en España indica una subida de un 4,7% y la presidenta Lagarde aseguró que se resiste la inflación doméstica, muy vinculada a los salarios. ¿Cree que es necesario que se moderen los salarios para que la inflación sea derrotada?Hace un año la inflación estaba por encima del 10% y ahora está por debajo del 3%. Y los indicadores de la inflación subyacente también son positivos. Es decir, hay una desaceleración clara de la inflación, fundamentalmente porque los componentes de oferta y energéticos que habían afectado negativamente han empezado a desaparecer, y porque la política monetaria está funcionando. Ahora bien, en la zona euro los salarios están creciendo de media por encima del 5%, pero la productividad apenas está mejorando. Esto hace que los costes unitarios laborales estén aumentando, lo que incrementa las tensiones inflacionistas. En 2022 los márgenes empresariales aumentaron mucho, pero este año el incremento es más moderado. Esto se debe, en parte, a que las empresas están absorbiendo parte del aumento de los costes laborales. Y ello está contribuyendo a una evolución moderada de la inflación.

¿Y en ese escenario que hará el BCE?Nosotros vamos a analizar la evolución de los costes salariales, igual que miramos la evolución de los márgenes empresariales, ya que estos factores podrían retrasar la evolución de la inflación hacia nuestro objetivo del 2%.

La UE está saliendo mejor de esta crisis de lo que salió en el 2008. ¿Qué cree que ha cambiado?Tenemos la experiencia de lo que pasó en el año 2008, y son crisis de naturaleza distintas. La crisis en 2008 surgió tras un endeudamiento del sector privado muy elevado que tuvo un impacto muy importante en el sector bancario. Y la respuesta fue muy diferente. En el caso de la crisis que empieza en la pandemia, la política fiscal no ha tenido limitaciones y ha estado acompañada de una política monetaria también muy expansiva. Además, hubo un plan de acción del conjunto de la Unión Europea para los diferentes países con los fondos NextGeneration.
Sin embargo, la situación ahora ha cambiado. Se han recuperado prácticamente todos los niveles de renta anteriores a la pandemia, y el foco está en la lucha contra la inflación. Para ello, el BCE actúa a través de su política monetaria, pero es también necesario volver a una normalización de la política fiscal.

Con una inflación del 2,4% en noviembre en la Eurozona y un PIB de la zona euro que lleva 12 meses estancado, ¿cómo le podemos explicar a la gente que los tipos de interés se mantengan tan altos?Los tipos de interés están cumpliendo su función, que es reducir la inflación. La política monetaria actúa a través de un endurecimiento de las condiciones de financiación: los tipos de interés más altos afectan a la actividad económica. Y cuando esta se frena, la inflación se desacelera. Cuando veamos que la inflación está claramente convergiendo de una forma estable hacia nuestro objetivo del 2%, entonces la política monetaria podrá empezar a modificar su signo. Pero todavía es pronto para eso.

Luis de Guindos

  • Luis de Guindos (Madrid, 1960) es vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) desde 2018. Antes ha ocupado el cargo de Ministro de Economía durante los gobiernos de Mariano Rajoy. Durante la etapa de José María Aznar fue Secretario de Estado de Economía, Energía y Empresas. También ha sido miembro del consejo asesor de Lehman Brothers a nivel europeo y director en España y Portugal.

¿Cuándo podríamos esperar las primeras bajadas en los tipos de interés?Los tipos de interés actuales, si se mantienen en el tiempo, van a permitir que la inflación converja hacia el 2%. Somos dependientes de los datos. Estos han sido positivos, pero todavía no suficientes para modificar la política monetaria. Por lo tanto, es prematuro hablar de una bajada de tipos.

¿Qué le parecen las opiniones que llegan desde algunos sectores de que el BCE va un poco a rebufo de la Reserva Federal?Los fundamentos y ciclos de la economía de Estados Unidos son distintos de la europea. La política fiscal allí ha sido mucho más expansiva, el crecimiento es mayor y la tasa de paro, por debajo del 4%, es incluso menor que la de la zona euro. La situación de nuestro mercado laboral, con una tasa de paro del 6,5%, es buena, pero en conjunto la situación de las economías es diferente. Lo que hace la Reserva Federal, el banco central de la economía más importante del mundo, es relevante, pero no determina las decisiones monetarias del BCE.

¿Cree que ahora mismo es el momento de que se complete la unión bancaria? Es un debate que parece que siempre está abierto, pero nunca se termina de abordarCompletar la unión bancaria es imprescindible para tener una verdadera unión económica y monetaria en Europa. Falta una pata, que es un fondo de garantía de depósitos común europeo. En junio hay elecciones europeas y habrá, por tanto, una nueva oportunidad. Completar la unión bancaria debería formar parte de la agenda de la futura Comisión, al igual que avanzar en la unión fiscal con un instrumento común de estabilización fiscal.

Luis de Guindos.
Adrian Petty

¿Diría que existe riesgo de recesión si, por ejemplo, la guerra en Ucrania se alarga?El BCE no prevé una recesión técnica, que son dos trimestres consecutivos con tasas de crecimiento negativas. Pero más allá de si habrá o no una recesión técnica, el problema principal es que la economía europea tiene un problema estructural para crecer. Tanto nuestras proyecciones como las de la Comisión Europea prevén un crecimiento muy moderado, en el entorno del 1% hasta 2026. Este crecimiento potencial es bajo porque la productividad apenas aumenta. Europa debe importar más energía que otras economías del mundo y, por tanto, la crisis energética agrava aún más esos problemas de competitividad. En ese contexto, son necesarias reformas estructurales. El objetivo de la política monetaria es reducir la inflación, pero para crecer, otros agentes deben entrar en juego.

¿Cuáles tendrían que ser esas reformas?Una sería completar la Unión Bancaria, que he mencionado antes. Habría también que avanzar claramente en la unión del mercado de capitales, y también en el mercado interior de la Unión Europea. De este último aspecto se habla poco, pero estamos en una situación en que apenas hay límites a las ayudas de Estado y eso plantea desequilibrios entre países en función de cuál es su posición fiscal. La atención se tiene que centrar fundamentalmente en el bajo crecimiento potencial de Europa, cómo incrementar la productividad y cuáles son las reformas que hay que abordar para mejorar ese crecimiento a medio plazo.

¿Ve viable que se pueda estandarizar la fórmula de los fondos Next Generation de la Unión Europea?Los fondos Next Generation fueron una respuesta a la pandemia con dos aspectos muy positivos: se emitió deuda conjunta y parte de las ayudas fueron transferencias no reembolsables y no préstamos. Más allá de los claros efectos positivos del programa, lo que en última instancia este pone de manifiesto es que necesitamos completar nuestra unión económica y monetaria. Y para eso es vital tener un instrumento permanente de política fiscal centralizada, e implementar reformas estructurales.

Siguiendo en temas que conciernen a la Unión Europea, ayer ha habido un acuerdo sobre las reglas fiscales.Nos alegramos de que haya un acuerdo porque eso reduce incertidumbre en los mercados. Los mercados están tranquilos y ha habido incluso caída de los tipos de interés de la deuda soberana. Pero esto puede cambiar relativamente rápido en un contexto de crecimiento reducido, política monetaria restrictiva y riesgos geopolíticos. Por lo tanto, es muy importante tener cuanto antes un marco claro de las reglas fiscales comunitarias.

¿Y qué pide el BCE?Nuestra recomendación es que sea un sistema simple, trasparente, comprensible, y contracíclico. Es decir, que permita que la política fiscal sea expansiva en los malos tiempos y contractiva en los buenos. Es necesario que los planes de actuación fiscal garanticen de forma prudente y sostenida una reducción del ratio de deuda pública PIB y una reducción de los déficits estructurales. También deben generar espacio fiscal para inversión pública en el ámbito digital, de cambio climático o defensa, y han de incentivar las reformas estructurales.

Después de todo, ¿diría que la UE ha enterrado del todo la austeridad?A veces no está claro qué se entiende por austeridad. La sostenibilidad fiscal es un valor en sí, y, a la vez, las reglas fiscales tienen que permitir una actuación anticíclica. Para que se pueda expandir el déficit público en las épocas de desaceleración económica, es necesario que en las épocas de bonanza se reconstituya la posición fiscal de los países y se reduzca el déficit público. Más allá de la política fiscal, una diferencia básica entre la crisis de la pandemia y la anterior del 2008 es que la política monetaria ha sido muy distinta, dando liquidez a los bancos y lanzando un sistema de compras de activos que en último término ha apoyado enormemente a la economía europea.

¿Considera por otro lado que los países del sur de Europa han aprendido la lección de la crisis del 2008?Los sistemas bancarios están mucho más saneados que en el periodo 2008-2011. Y eso es un cambio importante. Además, los países del sur han hecho esfuerzos para ser más competitivos y tienen una situación de superávit de balanza de pagos. Por ejemplo, Grecia y Portugal han hecho un ajuste presupuestario muy importante que se ha reflejado en la prima de riesgo y en las agencias de rating. Ha habido muchos países del sur que han hecho un gran esfuerzo para mejorar la sostenibilidad de sus finanzas públicas a medio plazo. Es por ello que no tiene sentido ahora tratar de enfrentar a países del sur con países del norte de la Unión Europea.

Uno de los proyectos más importantes que está desarrollando ahora mismo el BCE es el euro digital. ¿Cómo va el proyecto y cuáles son sus claves?Actualmente, todos tenemos en nuestras carteras billetes en euros. El euro digital sería exactamente lo mismo, pero en nuestro teléfono móvil. Sería un formato digital de los billetes que tenemos actualmente también respaldado por el banco central. No pretende sustituir, sino complementar, a los billetes y ser una alternativa para pagar. Habría también una limitación a la cantidad en euros digitales que se puede tener. Es decir, sería un medio de pago y no un modo de ahorrar. Queremos hacerlo mucho más equiparable con los billetes que con las cuentas corrientes.

¿Comparte usted el optimismo del Gobierno respecto a la situación económica en España?La economía española tiene un sistema bancario muy saneado, lo que la diferencia completamente de la situación vivida en 2010, 2011 o 2012. Además, es competitiva, con un saldo positivo en la balanza de pagos. Es importante mantener ambas cosas en el futuro. El sector exterior, que incluye el turismo extranjero, ha ayudado mucho a recuperar el nivel de renta previo a la pandemia.

¿Hay algún reto?La educación sigue siendo una tarea pendiente. Esto afecta al crecimiento a medio y largo plazo porque hay desajustes entre la oferta y la demanda del mercado laboral. La tasa de paro del 12% indica que en el mercado laboral hay margen de mejora. Como otros países de la zona euro, España tiene un ratio de deuda pública alto, del 110% del PIB. Y es por ello importante que estos países presenten un programa prudente de ajuste para reducir el ratio de deuda pública sobre el PIB. Todos los países se van a enfrentar a retos importantes: desaceleración económica, riesgos geopolíticos, un nuevo marco de reglas fiscales o tipos de interés más elevados. Y por lo tanto la política económica debe ser predecible.

Las dos últimas preguntas en clave española. ¿Qué le parece la elección de Nadia Calviño como nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones?Lógicamente como español me parece positivo que haya españoles en cargos importantes en la Unión Europea. Le deseo todo lo mejor a ella y a la institución también.

Y en la misma línea, sobre todo sabiendo que usted ha desempeñado el cargo que ahora deja vacante la ministra, ¿se le ocurre a alguien o a quién le gustaría ver ocupando ese vacío que deja ahora Calviño?No me corresponde a mí comentar sobre asuntos nacionales. Confío en que será una persona competente, y le deseo toda la suerte del mundo a quien sea la persona nombrada.

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