Sánchez y Aragonès acuerdan la cesión del Ingreso Mínimo Vital a Cataluña y una ley en defensa del plurilingüismo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Palau de la Generalitat durante la reunión institucional que han mantenido este jueves.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Palau de la Generalitat durante la reunión institucional que han mantenido este jueves.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Palau de la Generalitat durante la reunión institucional que han mantenido este jueves.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Palau de la Generalitat durante la reunión institucional que han mantenido este jueves.
EFE

La Generalitat de Cataluña gestionará el Ingreso Mínimo Vital (IMV). Es uno de los principales acuerdos a los que han llegado este jueves el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe del Ejecutivo catalán, Pere Aragonès, en el encuentro que han mantenido este jueves en Barcelona. Además, han pactado impulsar una ley en defensa del plurilingüismo; desarrollar la cesión de Rodalíes a partir de enero; celebrar la cuarta reunión de la Mesa de Diálogo en el primer trimestre del próximo año; y financiar el proyecto para la instalación en Cataluña de un centro tecnológico de producción de chips (Innofab). Eso sí, ambos siguen chocando con el referéndum: el presidente ofrece más autogobierno frente a la posición de máximos de Aragonès.

La cesión del IMV, una de las medidas sociales estrellas del anterior Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos y cuya gestión ya tienen otras autonomías como el País Vasco, ya se pactó en 2020, cuando Aragonès era vicepresidente. Ahora lo que se acuerda es el impulso definitivo, pues el Gobierno lo aprobará en el Consejo de Ministros del próximo miércoles, el último del año. En cuanto a la ley en defensa del plurilingüismo, no se dan fechas pero sí se anuncia que garantizará a los ciudadanos dirigirse a la Administración General del Estado en las lenguas cooficiales -catalán, gallego o euskera-.

Asimismo, los gobiernos central y catalán volverán a reunirse en la Mesa de Diálogo en el primer trimestre de 2024. Será el cuarto encuentro de este mecanismo de interlocución creado meses después de la segunda investidura de Sánchez, la primera de la nueva legislatura, en la que el presidente no solo depende de los republicanos, sino también del Junts de Carles Puigdemont, expresident fugado de la Justicia, que reniega del mismo. Asimismo, se impulsará la instalación de un centro tecnológico de producción de chips. 

También a partir de enero se desarollará el acuerdo y el calendario para avanzar en el traspaso de Rodalíes. Este último punto estaba en el acuerdo político que ratificaron socialistas y republicanos para la investidura del presidente del Gobierno. Según aquel acuerdo, se creará una nueva empresa cuyo consejo de administración estará participada por igual por el Gobierno y por el Govern, que sí tendrá potestad para nombrar al presidente de la compañía y que tendrá voto de calidad en caso de empate, aunque los acuerdos estratégicos tendrán que contar con una mayoría reforzada.

Sánchez y Aragonès han estado reunidos una hora y quince minutos. Antes de llegar al Palau de la Generalitat, donde les han recibido con abucheos, han visitado el Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), donde han inaugurado "el superordenador MareNostrum 5, que jugará un papel fundamental en el impulso de la reindustrialización y la autonomía estratégica de Europa". Después, ambos han comparecido por separado.

En su intervención, Sánchez ha venido a celebrar los acuerdos, que buscan "avanzar en el beneficio de los ciudadanos". Sin embargo, los dos han vuelto a chocar en el referéndum. "Evidentemente hemos hablado del referéndum", ha lanzado el presidente, que ha añadido que "evidentemente" se sabe "cuál es la posición del Gobierno" y la suya como secretario general del PSOE. El jefe del Ejecutivo ha declarado que "no hay ninguna Constitución en el mundo que acepte y asuma la segregación de una parte de su país", por lo que ha insistido en su rechazo a la principal aspiración, una vez tramitándose la ley de amnistía, del independentismo. Asimismo, el presidente ha insistido en que su vía es "avanzar en el autogobierno", con una fórmula que podría implicar, por ejemplo, la Agencia Tributaria catalana -presente en el Estatut- y ha asegurado que sería una derrota que el debate se enquistará en si se está a favor o en contra del referéndum.

A Sánchez también le han preguntado por la ley de amnistía, que comenzó hace pocos días su tramitación en el Congreso de los Diputados. Ante la posibilidad de que se presenten enmiendas, el jefe del Ejecutivo ha pedido mantenerla "compacta" para asegurar, ha dicho, su constitucionalidad. "Es lo que defendemos. Además, lleva mucho trabajo detrás y creo que representa todas las sensibilidades que pueden armar esa mayoría parlamentaria de más de 176 escaños para que sea aprobada", ha concluido.

Desmarca a Tsunami de las acusaciones de terrorismo

Antes de verse con Aragonès, Sánchez ha concedido una entrevista a RAC1 en la que ha asegurado que las acciones de la plataforma Tsunami Democràtic en 2019, y que se investigan en la Audiencia Nacional, no tienen que ver con el terrorismo que ha sufrido España, como el de ETA y el yihadista. 

Según ha recogido Ep, el presidente ha sido preguntado por la decisión del juez Manuel García Castellón de atribuir delitos de terrorismo a Puigdemont y a la secretaria general de ERC, Marta Rovira.  "Hemos sufrido dos tipos de terrorismo: hemos sufrido el terrorismo de ETA, hemos sufrido el terrorismo yihadista. Barcelona, también, desgraciadamente sufrió ese desgarro. Y no creo que sean comparables", ha apuntado.

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