La historia de Jon Imanol Sapieha 'El Sapo' parece sacada de una película: exmilitar convertido en ladrón, más de 25 años de golpes a sus espaldas, pasos por la cárcel, robos millonarios de bancos y obras de arte e incluso trabajos para el servicio secreto español. 

Sin embargo, su historia es tan real como la vida misma: desde el retiro tras el final de sus días en el mundo del crimen, El Sapo cuenta en un documental de Amazon Prime que lleva su nombre algunos de los golpes que le convirtieron en el mayor ladrón de la historia de España y uno de los más reconocidos de Europa. 

"SAPO S.A. Memorias de un ladrón", producido por Mediaset, se centra en algunos de los grandes éxitos de Sapieha, toda vez que todos ellos ya han preescrito. Por algunos de ellos, como el robo de los cuadros de Esther Koplowitz, pasó por la cárcel, aunque El Sapo guardaba un as en la manga. Más de 30 años de carrera delictiva de los que ahora se recuerdan sus mayores momentos. 

Atraco por Navidad: robo millonario a un banco en 1998

En una entrevista en La Razón en 2022, El Sapo reconocía que el atraco perfecto "es el que sucede cuando nadie se entera de que ha pasado". Así fue, en gran medida, su primer gran éxito: el atraco al Banco Popular de Yecla en la Nochebuena de 1998. 

Pasados unos minutos de la madrugada del 25 de diciembre, El Sapo participó en uno de los mayores atracos de la historia de España: un golpe de película en el que Sapieha, dentro de una de las bandas criminales más profesionales del momento y liderada por Ángel Suárez López 'Casper', entraron en la caja de seguridad de la sucursal de la localidad murciana. 

En el interior del banco, a donde accedieron con una perforadora tras anular todos los sistemas de seguridad, esperaban millones de pesetas en las cajas de seguridad, procedentes de las explotaciones agrícolas de Murcia. El botín: 2.700 millones de pesetas, unos 16 millones de euros, mucho más de lo que habían esperado encontrar. 

Aunque la mitad de la banda fue capturada por la Policía tras rastrear el dinero, El Sapo y su equipo consiguieron escapar con el botín y salir indemnes.

El mayor ladrón de la historia de España confiesa haber incendiado el edificio Windsor para "robar unos documentos"

El robo de la colección de arte de Esther Koplowitz

En verano de 2001, El Sapo dio uno de sus golpes más sonados: entrar en el piso de Esther Koplowitz, en aquel momento una de las grandes fortunas de España. Sapieha cumplió su objetivo: sorteando todos los sistemas de seguridad, logró robar 19 cuadros de la colección de la aristócrata: una colección de valor incalculable, entre la que figuraban cuadros de Goya y de Sorolla.

Aunque esta vez El Sapo fue pillado: solo fue condenado a tres años y medio de prisión por un delito de robo con fuerza. Cuando cumplió su condena, el ladrón tenía la sartén por el mango: el paradero de los 19 cuadros fue su baza para negociar con el Estado y Koplowitz. El resultado: un pago de 12 millones de euros por la devolución de los cuadros. La Policía logró recuperar las obras de arte, pero El Sapo volvió a llevarse el botín. 

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Negoció la liberación de un barco con piratas somalíes

En octubre de 2009, el atunero vizcaíno Alakrana se encontraba en aguas del Océano Índico, a 120 millas naúticas de la costa del sur de Somalia. Un grupo de piratas somalíes secuestraron la embarcación y a sus 36 tripulantes. 47 días de secuestro que se saldaron con un pago de un rescate de 4 millones de euros. 

Lo que mucha gente no sabe es que en esa operación de negociación y rescate participó El Sapo: tal y como se cuenta en el documental, el ladrón trabajó con el CNI y el Gobierno para negociar las condiciones de la liberación del barco y su tripulación, gracias a las dotes de negociación adquiridas en su adiestramiento en la Marina francesa y a su red de contactos en el continente africano y en el sudeste asiático. No es de extrañar, ya que Sapieha habría participado por su cuenta en negociaciones en África y Oriente Próximo relacionadas con la venta de armamento, ejerciendo como mercenario.

Por su papel como mediador pidió, según cuenta en el documental, una recompensa de un millón de euros al Gobierno, aunque no sería lo único que obtendría en este episodio: según asegura, rastreo el dinero de los piratas por GPS y se infiltró en su campamento para robarles el dinero.

El Sapo confiesa ser el autor del incendio del Windsor

En febrero de 2005, el cielo de Madrid se tiñó de negro: la torre Windsor, uno de los rascacielos más altos de Madrid y situado en pleno distrito financiero, ardió durante toda la noche, quedando completamente en ruinas. Un incendio que despertó las miradas y las leyendas urbanas sobre el origen y las figuras que muchos creyeron ver aquellas noches en la torre, aunque no hubo víctimas mortales en el incendio. En la torre se encontraba, por aquel entonces, la sede de la consultora Deloitte. 

Ahora, El Sapo afirma ser el autor del incendio: en el documental explica que fue él quien recibió el encargo de “robar unos documentos y destruir el edificio”, planeando el sabotaje, su entrada u salida de la torre, y el incendio que destruyó el rascacielos.