Joan Ferran Historiador y articulista
OPINIÓN

'Mascamilongas'

Mascarilla FFP2 para personas enfermas
Persona con una mascarilla tipo FFP2 en la vía pública. 
Getty Images
Mascarilla FFP2 para personas enfermas

A los chacineros les encanta recitar el viejo refrán popular: “Del cerdo se aprovecha todo. ¡Hasta los andares! A algunos políticos a la búsqueda de brega cualquier cosa les vale para iniciar una trifulca, lo aprovechan todo. Poco les importa si el tema es serio o baladí si de él se puede extraer un rédito electoral.

Las mascarillas vuelven a estar en el candelero. Su obligatoriedad se ha convertido de nuevo en un arma arrojadiza, tan poliédrica como desconcertante para el ciudadano de a pie. Al drama de los pélets de la costa norte, quizás para despistar, les ha salido competencia con los tapabocas.

El oportunismo político ha vuelto a hacer acto de presencia alrededor de un tema que inquieta a muchas personas. Considero acertada la decisión de las autoridades sanitarias que han optado por la obligatoriedad de las mascarillas. Una medida preventiva que merece ser complementada con una actitud colaborativa y solidaria de los ciudadanos en el transporte público, los espectáculos e incluso en las reuniones familiares.

En las decisiones de salud pública deben prevalecer los criterios científico-técnicos, conviene obviar otro tipo de consideraciones y hacer mucha pedagogía. Se espera para las próximas semanas un repunte de la gripe y el covid con muchos centros de atención sanitaria desbordados.

Así las cosas, que no nos vengan con ‘mascamilongas’ baratas fruto del oportunismo político. La mascarilla no cura; cierto, pero puede ser una herramienta útil y eficaz para evitar contagios.

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