Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

Ética y estética del regalo

El regalo es siempre una forma de decir algo.
El regalo es siempre una forma de decir algo.
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El regalo es siempre una forma de decir algo.

Cada vez se habla más de los regalos envenenados y de los regalos que vienen con una sospecha detrás, como un caballo de Troya que tiene una intención oculta. Hemos vuelto a leer esta semana la frase de Virgilio en la Eneida sobre los regalos y la autoría de los mismos: “Temo a los griegos incluso cuando vienen con regalos”. La citó Pablo Iglesias para comentar un artículo que hablaba sobre él. Nos cansamos de conocer ejemplos de regalos bastardos que buscan comprar voluntades y que son más que una manifestación de aprecio, un desprecio en toda regla.

El regalo envenenado es, por supuesto, muy típico de la política. Hemos visto algunos ejemplos recientes entre los socios del gobierno de presunto progreso. El regalo bumerán es también una perversión de esta costumbre. Se busca regalar algo a alguien para que, al final del proceso, vuelva al autor del regalo. El regalo bumerán no piensa en el otro, es un trámite para pasar el compromiso y sacar alguna tajada de él. Se utiliza mucho en la política y en el mundo profesional para afinar las labores de trepa.

La poeta, novelista y diseñadora de jardines Vita Sackville West dejó escrita esta frase en una carta a su querida amiga Virginia Wolf: “cómo me alegro de que existas”. Quizá en esta frase se explica la esencia del regalo, su más profundo sentido, que supone alegrarse por la mera existencia del otro y celebrarlo con un obsequio que puede ser físico o no. Hay gente que tiene un don para regalar y que expresa de ese modo su preocupación por los demás.

Saber aceptar los regalos cuando son honestos y de verdad es también un aprendizaje y un pequeño baño de humildad.

Hay personas que son regalos. Mantener la ilusión de estar con ellas, abrir poco a poco el envoltorio, descubrir facetas nuevas, mejorar, buscarse, reencontrarse, explicarse, entenderse y aprender a quererse son algunos de los atributos que tienen estas personas regalo que nos da la vida, muchas veces, sin merecerlo. Los regalos se cuidan y se renuevan, se utilizan con ilusión porque te recuerdan a alguien.

El regalo inesperado es también un gran momento de la vida. Dar o recibir algo sin una justificación clara suele ser una gran sorpresa, una ilusión distinta. Saber aceptar los regalos cuando son honestos y de verdad es también un aprendizaje y un pequeño baño de humildad. Celebrar situaciones con regalos es un modo de disfrutar la vida al máximo. Tener muy cerca a alguien que te regala su vida es una puerta abierta hacia la felicidad. 

Juan Luis Saldaña
Periodista y escritor

Colecciono coca colas falsas en lata y hago fotos a las bolsas de plástico en los árboles. He publicado libros de poemas y relatos. Mi última novela es "Hilo musical para una piscifactoría". Se llevó al cine bajo el título de "Miau". He sido redactor en prensa, presentador en tele y radio y ahora me piden que opine. Licenciado en derecho, MBA, máster en periodismo y doctor en comunicación e información. He tenido una agencia de marketing, alguna experiencia de éxito en comercio electrónico y doy clases en algún máster sobre esto.

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