El TC ordena reabrir la investigación de la muerte de un hombre que apareció ahorcado en el calabozo de una comisaría de Algeciras

El Tribunal Constitucional ha ordenado reabrir la investigación sobre la muerte de Daniel Jiménez, un hombre gitano que apareció ahorcado en los calabozos de la Comisaría de Algeciras el 1 de junio de 2020. El Juzgado de Instrucción número 4 de Algeciras decretó el archivo de la causa, dio por hecho el suicidio de Jiménez y apuntó que no había indicios de una actuación irregular por parte de los vigilantes de la prisión. Sin embargo, el Constitucional ha estimado el recurso de amparo presentado por la hermana del fallecido al entender que se vulneró su derecho a la tutela judicial efectiva y no se investigó lo suficiente.

Así lo recoge una sentencia dictada por unanimidad por la Sala Segunda del tribunal, de la que ha sido ponente el magistrado Enrique Arnaldo Alcubilla. El texto señala que la decisión de dictar el sobreseimiento de la causa no estuvo a la altura de "las exigencias de una investigación judicial suficiente y eficaz", dado que no se practicaron diligencias que la recurrente y la acusación popular (la Asociación de Juristas Gitanos),  habían solicitado "en tiempo y forma". 

Por tanto, no quedó claro "si el riesgo de suicidio del detenido era real e inmediato y si los agentes de policía encargados de su custodia hicieron cuanto era posible para evitar que ese riesgo se materializase", o si por el contrario "incurrieron en algún tipo de responsabilidad". 

El tribunal de garantías ha anulado las resoluciones impugnadas y ha ordenado que continúe la instrucción para que el juez "lleve a cabo la práctica de las diligencias indagatorias necesarias para satisfacer la exigencia constitucional de una investigación judicial eficaz y suficiente". 

Según relata en su página web la Asociación de Juristas Gitanos, Daniel Jiménez murió "en circunstancias que no han sido aclaradas", "unas horas después de hablar con su padre por teléfono para informarle de que sería puesto en libertad a la mañana siguiente". Su cuerpo apareció ahorcado con "los jirones de una manta" atada a su cuello y, por el otro extremo, "a los barrotes verticales de una celda". 

La familia de Jiménez nunca pensó que fuera un suicidio, explica la asociación, por lo que denunció los hechos ante el juzgado algecireño, que "denegó la práctica de todas las diligencias solicitadas". "No consintió, por ejemplo, pruebas tan básicas y necesarias como la toma de declaración de los policías que custodiaban a Daniel [Jiménez]", apunta la defensa popular.