Green Day recupera con 'Saviors' el espíritu reivindicativo de 'American Idiot' y el carácter revoltoso de sus comienzos

Tré Cool, Billie Joe Armstrong y Mike Dirnt, miembros de Green Day.
Tré Cool, Billie Joe Armstrong y Mike Dirnt, miembros de Green Day.
SIRIUSXM / GETTY
Tré Cool, Billie Joe Armstrong y Mike Dirnt, miembros de Green Day.

"El sueño americano me está matando". Con este verso que da título a la canción The American Dream Is Killing Me empieza Saviors, el nuevo álbum de Green Day que ha salido este viernes y que vuelve a meterse de lleno en el corazón de la política estadounidense, como ya hizo el trío californiano en American Idiot, álbum en el que criticaban la gestión del entonces presidente George Bush hijo.

Pero Saviors también exhibe un aire desenfadado y punki más propio de sus comienzos, como lo revelan estos versos de Look Ma', No Brains! (Mira, mamá, ¡sin cerebro!): "No sé mucho de historia / Porque nunca aprendí a leer / Alumno fallido, soy un cabeza hueca / Un niño enfermo y me cago en la cama".

La banda originaria de Berkeley y liderada por el compositor y vocalista Billie Joe Armstrong lleva casi 40 años en activo (desde que empezó en 1986 bajo el nombre de Sweet Children) y ha pasado por distintas etapas, que el periodista David Moreu, especialista musical y fan del grupo, define así: "Green Day empezó siendo una formación underground, que se movía por la escena punk californiana de bandas autogestionadas, de fanzines, de viajes en furgoneta, de tocar en casas okupa… De mucha carretera y muy poco dinero, hasta su segundo álbum Kerplunk (1991)".

La segunda etapa, explica Moreu, llegó con el estallido de la fama gracias a Dookie, álbum de 1994: "Fue una de esas bandas de finales de los ochenta que pegaron el pelotazo en ese momento, como Nirvana, Soundgarden, o Red Hot Chili Peppers, consideradas 'alternativas' y que dieron el salto al mainstream en esta oleada". Durante esta fase, que duró hasta que sacaron su álbum Warning (2000), la periodista musical Laura Pardo vivió en Berkeley y frecuentó la escena de Gilman 924, local okupa que grupos como Green Day habían ayudado a establecer.

Relata por teléfono cómo era el ambiente tras el estreno de Dookie en el verano del 94: "Green Day estaba vetado en Gilman, local autogestionado que se regía por unas normas muy estrictas: había que pagar una especie de alquiler, no se podía beber alcohol para proteger a los menores, los grupos tenían que ser independientes… Lo que pasa es que eran un poco talibanes y cuando Green Day fichó con una multinacional los consideraron unos vendidos y los rechazaron de pleno. En el local se verbalizaba cierto odio y rechazo hacia ellos".

Vinilo de 'Saviors', último disco de Green Day.
Vinilo de 'Saviors', último disco de Green Day.
REPRISE RECORDS

Pardo cuenta que a veces veían a Billie Joe Armstrong yendo a comprar discos o cómics encapuchado para que no se le reconociera: "No era para que no le pidieran autógrafos, sino para que no le insultaran o le intentaran dar una paliza".

En 2004 volvieron con American Idiot y entraron en su fase actual de superestrellas. "Ese álbum supuso un éxito enorme, les permitió conectar con una generación más joven y ampliar su público", comenta Moreu. Desde entonces, tocan en pabellones enormes y promocionan sus álbumes a lo grande (este martes dieron un concierto sorpresa en el metro de Nueva York con Jimmy Fallon). Este verano harán una gira de Saviors por Europa y Estados Unidos que debuta precisamente en España (tocarán el 30 de mayo en Monto Do Gozo y el 1 de junio en Madrid).

A pesar de haberse consolidado como uno de los grandes grupos de la escena del rock americano, Green Day viene de un periodo de capa caída en el que sus últimos discos no han tenido demasiada repercusión. Sin embargo, parece que Saviors va a cambiar esta tendencia. Así lo interpreta Moreu: "Se lo han tomado como un regreso a su manera anterior de hacer las cosas, para recuperar un sonido y reconectar con ellos mismos. Miran atrás para marcar el camino hacia delante". Además, la propia formación ha reseñado este nuevo álbum como "una invitación al cerebro de Green Day, a su espíritu colectivo como banda y a una forma de entender la amistad, su cultura y su legado de más de 30 años".

Una de las pruebas de este regreso a lo clásico es su reencuentro con Rob Cavallo, productor mítico del trío californiano, con quien sacaron sus discos más importantes, como Dookie y los que le siguieron hasta American Idiot. "Cavallo es un productor que los entiende y que no tiene miedo a decirles si las cosas funcionan o no. Volver a trabajar con él es una vuelta a las raíces", analiza Moreu.

Otra evidencia que observa el periodista es que los videoclips que han sacado recuerdan a los que se hacían en los noventa: "Me llamó la atención esa vuelta a los vídeos más creativos, con bromas internas. Por ejemplo, en el de The American Dream Is Killing Me ellos tres son muertos vivientes y hay una especie de infección zombi en Estados Unidos. Antes, el videoclip era un arma esencial a la hora de promocionar y posicionar un disco o una canción, y en estos de Saviors hay mucho trabajo detrás".

Se podría cuestionar la identificación de Green Day –una banda que ha vendido millones de discos, que llena estadios y cuyas canciones suenan en TikTok– con el punk, un género considerado marginal y anárquico. Para muchos, los de Berkeley rompieron una regla no escrita del género cuando ficharon por la multinacional Warner para producir Dookie hace 30 años. Para Moreu, aunque ellos formen parte del engranaje corporativo musical, sigue teniendo mérito que denuncien o critiquen ciertas cosas en sus letras y sus acciones: "Green Day nunca se ha callado; se han atrevido a reivindicar y ser los altavoces de ciertos temas, y puede que esto sea lo más punk que pueden hacer desde la posición en la que están".

03 November 2019, Spain, Sevilla: (L-R) Tre Cool, Mike Dirnt and Billie Joe Armstrong, members of the band Green Day, pose on the red carpet of the 2019 MTV Europe Music Awards at the FIBES Conference and Exhibition Centre. Photo: Ian West/PA Wire/dpa (Foto de ARCHIVO) 03/11/2019 ONLY FOR USE IN SPAIN
Tré Cool, Mike Dirnt y Billie Joe Armstrong, miembros de Green Day.
DPA / EUROPA PRESS

Un ejemplo de esto es que, cuando la banda actuó este enero en un programa especial de Año Nuevo de la cadena televisiva ABC, cambió la letra al interpretar su celebérrimo American Idiot. En vez de cantar "no formo parte de la agenda redneck", Armstrong dijo "no formo parte de la agenda MAGA", que hace referencia al lema de Trump "Make America Great Again".

Al igual que a principios de los 2000 se metían de lleno con la administración Bush y todos los "estadounidenses idiotas" que le votaron, los ya cincuentones componentes de Green Day critican al expresidente Trump y a sus seguidores. Y, en el fondo, cuestionan los mitos fundacionales de la sociedad americana cuando cantan: "No estamos en casa / Bésame, estoy muerto por dentro / Quién necesita el suicidio cuando / El sueño americano me está matando".

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