Al menos doce personas murieron en el bombardeo del sábado contra un edificio del barrio de Mazá Villat, en Damasco, incluidos varios miembros de la Guardia Revolucionaria iraní, según un nuevo balance publicado por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

Entre los fallecidos hay cinco iraníes, tres de ellos pertenecientes a la Guardia Revolucionaria; cuatro sirios de milicias proiraníes, dos libaneses y un iraquí, informa el Observatorio, una organización con sede en Londres pero con una amplia red de informantes en territorio sirio.

El ataque se produjo en un edificio de cuatro plantas propiedad de la Guardia Revolucionaria. En el barrio hay varias sedes diplomáticas internacionales, entre ellas las embajadas de Irán o Líbano, así como edificios que alojan a miembros de Yihad Islámica o Hezbolá, aunque también hay edificios residenciales.

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El Observatorio ha informado además de una amplia operación de las fuerzas de seguridad sirias en la zona que habría propiciado la detención de al menos dos personas. La inteligencia militar siria participa en la operación.

Elementos de la Guardia Revolucionaria llevan años colaborando con el Gobierno sirio en calidad de asesores durante la guerra civil en el país y han sido objetivo en más de una ocasión de las bombas israelíes. Irán ha prometido que habrá una respuesta a este ataque.