Catalá activa obras y avanza un plan social para combatir la droga en las Casitas Rosas

Los bloques de las llamadas Casitas Rosas de la Malvarrosa, una zona degradada por el tráfico de drogas y la delincuencia y deprimida desde el punto de vista social, han vivido el inicio de la apertura de la plaza 7 de Octubre con el objetivo de eliminar uno de los focos de conflictividad del barrio. La alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, ha supervisado este martes el inicio de los trabajos y ha avanzado que la intervención del Ayuntamiento tendrá una doble vertiente que llevan años demandando los vecinos, incluso con movilizaciones en los últimos meses: la urbanística, pero también la social, con la constitución de un equipo de trabajadores sociales que analizará vivienda por vivienda quién y cómo habita cada uno de los pisos como paso previo a decidir el futuro de los bloques, es decir, si habrá o no derribos.

La remodelación, que cuenta con un presupuesto de 300.000 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses, contempla la demolición de la construcción que existía en este punto, a modo de paseo y zona ajardinada, para generar un espacio diáfano que permita transitar de un lado a otro sin obstáculos, y sin puntos de poca visibilidad con degradación e insalubridad. El objetivo de la actuación es abrir esta zona y eliminar el foco de delincuencia y de venta de droga enclavado en ella haciendo más ágil la vigilancia y la actuación tanto de la Policía Local como de la Nacional. La primera edil ha destacado que esta "es la primera actuación urbanística" que se ha hecho en el entorno de las Casitas Rosas "en ocho años", ha precisado en alusión a la gestión del anterior Gobierno local.

Catalá, que antes de recorrer la plaza ha mantenido un encuentro con representantes de Amics de la Malva para abordar junto a ediles de distintas concejalías cuestiones que afectan al barrio, ha comentado que tras las visita que realizó en noviembre a esta parte de la ciudad y tras conversaciones mantenidas con vecinos y con la Policía Local se vio "necesaria" llevar a cabo "una actuación urgente" teniendo en cuenta la "complejidad" de las situaciones que se viven en este enclave, entre los que ha citado "muchísimos problemas de convivencia y de salud pública". Respecto a la demolición de casas, ha afirmado que "lo primero es el derribo de la plaza" y generar su "apertura absoluta" entre los dos bloques "para que hubiera menos recovecos".

Catalá ha insistido en que todas las actuaciones irán "de la mano de una intervención que comienza en lo social, analizando en cada bloque qué tenemos" y ha expuesto que a ello se sumará "la intervención urbanística en la zona". La alcaldesa ha dicho que su gobierno ha movilizado más de un millón y medio de euros en seis meses para la Malvarrosa con la intervención en las Casitas Rosas, la reforma del pabellón y la renovación del alcantarillado. Además, ha transmitido a los vecinos el desbloqueo del proyecto de la futura biblioteca y cambios en la remodelación de la avenida Malvarrosa. 

El portavoz de Amics de la Malva, Pau Díaz, considera "positiva" la reunión con la dirigente local y asegura que las obras en las Casitas Rosas son "un primer paso necesario e importante", pero pide "un plan integral de largo recorrido" de carácter social, urbanístico, sanitario y educativo que implique a varias administraciones y al vecindario.

La oposición pide retomar el plan anterior

El grupo de Compromís ha pedido a la alcaldesa que retome el "plan integral" para las Casitas Rosas, en el barrio de la Malvarrosa, elaborado por el anterior Ejecutivo municipal, el conocido como Govern del Rialto y formado por Compromís y PSPV, con el fin de atender "las demandas vecinales desde diversos puntos de vista" como "el urbanístico, el social y el policial" para esta zona, ha indicado su portavoz, Papi Robles. Por su parte, desde el PSPV-PSOE, su portavoz, Sandra Gómez, ha instado a la primera edil a hacer "menos fotos" y se le ha reclamado trabajar más por el barrio.