La entrada en emergencia por sequía llegará más tarde de lo previsto a Cataluña, según han señalado fuentes del Govern. En declaraciones a la ACN, han descartado decretarla en el sistema Ter-Llobregat porque las reservas de agua de los embalses de esa zona todavía se encuentran al 16,5%, según datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA), y el límite para optar por esta opción es del 16%.
A principios de semana, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, afirmó que los municipios que forman la unidad, entre ellos Barcelona y su área metropolitana y Girona, entrarían en emergencia "probablemente" la próxima semana. Del sistema Ter-Llobregat beben 202 municipios y cerca de seis millones de personas.
Aunque a corto plazo no se prevén lluvias que permitan paliar la situación de sequía, las restricciones al consumo de agua en vigor han hecho posible posponer la entrada en emergencia y seguir en fase de preemergencia. Aragonès destacó "el esfuerzo de la ciudadanía y los agricultores" para retrasar el cambio de estadio. "Han entendido que estamos en una situación excepcional", dijo, y añadió que el ahorro acumulado ha permitido atrasar la entrada en emergencia más de un año.
Las cuencas internas, por debajo del 16%
A diferencia de los embalses del sistema Ter-Llobregat, según datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA) de este jueves, el conjunto de los de las cuencas internas de Cataluña han bajado por primera vez del 16%. Los nueve pantanos que se utilizan como referencia para la media se sitúan en el 15,99%.
Esto, sin embargo, no implica la aplicación automática de la declaración de emergencia, que se implementa individualmente a cada una de las unidades que conforman las cuencas internas.
Mientras que el sistema Ter-Llobregat (formado por el pantano de Sau, el de Susqueda, el de Sant Ponç, el de la Llosa del Cavall y el de la Baells), por ejemplo, se sitúa en el 16,5%, la unidad que depende del embalse de Darnius-Boadella hace meses que está en emergencia y ahora las reservas están al 12,1%.
Los datos de la ACA de este jueves muestran que el pantano de Sau se encuentra en su mínimo histórico, al 4,8%. Comparten esta circunstancia los de Darnius-Boadella (12,1%) y el de Riudecanyes, con un 2,9% del total de agua que puede contener.
La mayoría de embalses continúan retrocediendo, como por ejemplo el de Siurana, que se sitúa al 3,4%, muy cerca del mínimo histórico del año 2000 (0,9%). La Llosa del Cavall también va a la baja, con un 17,2% de reservas, cada vez más cerca del valor mínimo, registrado durante la sequía de 2008 (12%). El de la Baells, al 21,2%, también almacena cada vez menos agua y ya está prácticamente en niveles de la sequía de hace una década y media (20,4%) y de la de 2005 (18,7%).
Solo tres de los nueve embalses han registrado ligeros incrementos en volumen en los últimos meses: es el caso de Foix, que se aleja del mínimo registrado en septiembre del año pasado (47,6%) y ya pasa del 56%. Susqueda está en el 21,2%, un valor superior al mínimo del 17,8% de noviembre de 2023, y Sant Ponç ha subido del 26% al 27,6% en los últimos tres meses.
Comentarios