La presidenta del Parlament, Anna Erra, ha propuesto ante la Mesa de la cámara catalana suspender el protocolo sobre acoso a fin de revisarlo. Sin embargo, el resto de partidos (PSC, ERC y Cup) han rechazado la iniciativa. La propuesta de Erra llega en pleno debate interno en su partido, Junts, después de que la diputada Cristina Casol denunciase acoso de la dirección del partido.
Casol, considerada afín a la presidenta del partido, Laura Borràs, aseguró en noviembre del año pasado que había sido objeto de “discriminación por razón de género” dentro del grupo parlamentario. Finalmente, el Parlament archivó la denuncia por no encontrar “hechos probados”.
Según ha podido confirmar EFE, Erra propuso la retirada del protocolo para la prevención, detección, abordaje y resolución de situaciones de acoso. La propuesta coincide justo cuando a Junts le afecta un caso adicional. Otra de sus diputadas secretaria segunda de la Mesa, Aurora Madaula, quién se encuentra de baja por enfermedad, denunció en el pleno de las mujeres de la cámara haber sido víctima de "violencias silenciosas".
Elementos "a mejorar" en el protocolo
El protocolo que pretendía revisar la presidenta del Parlament fue aprobado en 2021 y todos los partidos menos el de Junts han expresado su voluntad de mantenerlo activado, aunque Erra sostiene que contiene elementos "a mejorar".
Este miércoles se supo que hasta 26 de los 32 diputados del grupo de JxCat en el Parlament han pedido a Cristina Casol que deje su escaño en la cámara, y mientras que algunos de ellos lo han hecho en órganos internos del partido, otros lo han expresado formalmente por carta.
Un día antes, el grupo parlamentario celebró una reunión -a la que asistió Casol- en la que el líder en el Parlament, Albert Batet, hizo un repaso cronológico de los hechos, aunque ningún diputado tomó la palabra para pedir la dimisión de la diputada, según varias fuentes presentes en el encuentro consultadas por EFE.
Casol no contempla renunciar a su escaño
La decisión sobre la continuidad de Casol en el grupo parlamentario deberá tomarla la ejecutiva de Junts en la reunión que celebrará el próximo lunes, apuntan las mencionadas fuentes, ya que la diputada no contempla por ahora renunciar a su escaño.
El órgano de dirección más restringido del partido ya decidió la semana pasada que exigiría la dimisión a la diputada, aunque no llegó a solicitárselo directamente.
El malestar con Casol por parte de la mayoría de los diputados de Junts se produce por el estupor que les causó conocer la denuncia por presunto acoso y porque niegan que existan los hechos que denuncia, aunque sí reconocen "discrepancias ideológicas" y políticas con la diputada
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