La investigación de la muerte violenta, probablemente por asfixia, del canónigo emérito de la catedral de Valencia, Alfonso López Benito, de 80 años, en su piso del centro de la ciudad, ha dado sus primeros frutos en apenas 24 horas con la detención la tarde del miércoles de un hombre de unos 40 años, de origen sudamericano, por su posible relación con los hechos. Además de los testimonios de los vecinos y allegados de la víctima, la Policía Nacional ha contado con dos elementos clave que pertenecían al clérigo: sus tarjetas de crédito y el teléfono móvil, que estaban en posesión del arrestado.
De acuerdo con la información publicada por el diario Levante-EMV, el detenido sería uno de los jóvenes vulnerables que el sacerdote presuntamente captaba en la calle para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero.
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha afirmado que todavía se está desarrollando la investigación de este crimen y que, una vez se tengan las conclusiones de la autopsia, se podrá determinar "qué se le imputa a la persona que está detenida". Bernabé sí ha confirmado que el arrestado tenía en su poder el teléfono móvil del clérigo y, según fuentes de la investigación citadas por Efe, esta persona utilizó también las tarjetas de crédito del sacerdote. Precisamente, la Policía Nacional está investigando cuatro transferencias bancarias realizadas supuestamente antes de la muerte del canónigo, según publica Las Provincias.
Fue el portero del edificio el que encontró el cadáver, según Levante-EMV dentro de la cama y sin ropa, tras lo que se activó el dispositivo policial. Un conocido del religioso muerto se acercó al lugar para comunicar a los agentes que alguna persona estaba utilizando el móvil del canónigo emérito para hacerse pasar por él cuando ya estaba fallecido.
El sospechoso, tal y como apuntan personas del entorno del clérigo, acudía con regularidad a la vivienda de López e incluso llegaba a pasar varios días en la misma. Además, el hecho de que personas necesitadas de este perfil visitaran con asiduidad al párroco había derivado en conflictos vecinales. De hecho, en varias ocasiones se personaron agentes de la Policía Local y Nacional en el edificio de la céntrica calle Avellanas.
En una de ellas, ocurrida hace dos años, tal y como recoge Levante-EMV, los policías tuvieron que mediar entre él y el joven, en ese caso un chico rumano de poco más de 20 años, tras una fuerte discusión generada por la desaparición del móvil del párroco. Otras fuentes citadas por Las Provincias apuntan al carácter caritativo del sacerdote, que se habría preocupado por acoger a jóvenes con problemas para ayudarles a reencauzar sus vidas.
El Arzobispado de Valencia ha señalado este jueves a través de un comunicado que es "el mayor interesado" en el esclarecimiento de las circunstancias de la muerte del canónigo emérito de la catedral y que, por ello, sigue a "total disposición" de las autoridades policiales y judiciales para "seguir prestando toda la colaboración, como ha venido realizando en los últimos días desde el descubrimiento de los hechos".
Las primeras líneas de investigación apuntaban a dos posibilidades: una sería la del robo, en la que la muerte del religioso habría sido consecuencia de la posible resistencia de este; la otra, que se trate de un asesinato y que, una vez consumado, el asaltante aprovechara para llevarse objetos de valor. En cualquier caso, la detención podría aportar nuevos elementos a los investigadores.
El caso, bajo secreto de sumario
Las investigaciones se encuentran bajo secreto de sumario y el Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia continúa con las pesquisas para tratar de esclarecer por completo los hechos, informó la Policía Nacional.
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