Así se despide el primer preso ejecutado con nitrógeno en EE UU: "Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás"
- Los detractores de la pena de muerte afirmaron que el método no probado podría causar sufrimiento.
- Hipoxia por nitrógeno: EEUU 'estrenará' un nuevo sistema para ejecutar la pena de muerte alternativo a la inyección letal
- Cómo puede afectar el gas nitrógeno al cuerpo y por qué es tan polémica esta técnica para aplicar la pena de muerte
El estado de Alabama (sur de Estados Unidos) ha ejecutado este jueves al preso Kenneth Eugene Smith, de 58 años, asfixiándolo con gas nitrógeno, un método nunca antes probado.
A Smith, condenado a muerte por asesinar a una mujer por encargo en 1988, lo declararon muerto a las 20:25 hora local (03:25 hora española) tras haber inhalado el gas nitrógeno a través de una máscara y haberse quedado sin oxígeno.
Sus últimas palabras, ya con la máscara puesta, fueron: "Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás. Gracias por apoyarme. Los amo a todos".
El gas nitrógeno fluyó durante unos 15 minutos. Smith se estuvo retorciendo durante un par de minutos, según testigos oculares de la ejecución, y luego se le vio con respiración agitada durante varios minutos más.
El director del Departamento Correccional de Alabama, John Hamm, dijo en rueda de prensa posterior que las sacudidas del reo fueron "involuntarias", pero nada fuera de lo esperado.
Un método polémico
El Tribunal Supremo permitió que la ejecución siguiera adelante a pesar de las objeciones de sus tres jueces liberales y de las preocupaciones de los detractores de la pena de muerte, que afirmaron que el método no probado podría causar sufrimiento.
Amnistía Internacional advirtió de que "este nuevo método no probado podría ser extremadamente doloroso" para el preso, "violando así los tratados internacionales de derechos humanos que Estados Unidos ha ratificado".
Era la segunda vez que Alabama intentaba matar al preso, tras una inyección letal fallida en noviembre de 2022 en la que los verdugos no pudieron encontrar una vena adecuada antes de que expirara su orden de ejecución.
Smith había pasado décadas en el corredor de la muerte del centro penitenciario de Holman, en Atmore. "Mi cuerpo se está desintegrando, no dejo de perder peso", declaró a la BBC en una respuesta escrita a las preguntas formuladas a través de un intermediario.
Desde que el Tribunal Supremo reintrodujera la pena de muerte en 1976, han sido ejecutados en Estados Unidos 1.583 presos, 73 de ellos en Alabama