El origen de los 'manolitos': de la pastelería familiar de los Manzano al imperio 'Manolo Bakes' que ahora es propiedad de Morata

Cuando a sus quince años, Manolo decidió continuar con la tradición familiar y convertirse en pastelero, nunca sospechó que un despiste le llevaría a crear los croissants más demandados del país. Y mucho menos que uno de los grandes del fútbol -Morata- se interesaría por su negocio hasta el punto de convertirse en socio mayoritario. 

Aunque esta historia comienza mucho antes. Su abuelo era pastelero, y su padre y su madre hacían y vendían tartas en su tiempo libre. Cuando aprendió el oficio junto a sus hermanas, Noelia y Remedios, José Manuel Manzano -'Manolo'- decidió abrir su propia pastelería en Tres Cantos. "Por aquel entonces, los vendían en bolsas, era una pastelería humilde", recuerda una vecina. "Fue un 'boom'. A veces llegabas y ya no había más".

La leyenda del error tras los cruasancitos

En la Pastelería Manolo trabajaba toda la familia Manzano. Allí, en Colmenar Viejo, fue donde ocurrió, hace 25 años, el famoso 'error' que catapultó a unos pasteleros de barrio al estrellato. Dice la leyenda que padre o hijo se equivocaron con las cantidades de mantequilla y que de ahí nació la primera tanda de 'manolitos', acuñados así por los propios clientes, que hacían referencia al propio pastelero. 

En 2012, Remedios Manzano, la hermana mayor de la familia, registró el nombre en la Oficina Española de Marcas y Patentes, y desde entonces, estos cruasancitos se convirtieron en marca nacional. De Tres Cantos saltaron a la capital y hoy son más de 42 los locales que se reparten por todo el país.

Si no puedes con tu enemigo...

El éxito de los Manzano les convirtió en el foco de interés de algunos inversores. Pablo Nuño, economista y banquero, no quiso aceptar el rechazo de esta familia a su propuesta de crear una franquicia, y lanzó su propio negocio bajo el nombre Crosantino, de la mano del futbolista Álvaro Morata, para hacerles la competencia. "Le intentamos hacer la competencia. Abiertamente lo digo. Ya que no puedo abrir con ellos, pues intento hacerlo yo" contó en El Confidencial.  

La estrategia de Nuño fue perseguirles y abrir locales a pocos metros. La primera tienda la abrieron en 2016 en la calle Coslada, a 10 minutos andando de la Pastelería Manolo que los Manzano tenían en Conde de Peñalver. La segunda, en octubre de 2017, en la plaza Santa Bárbara. Esa misma semana, Pastelería Manolo abrió la suya ahí también. El 'crosantino' era una réplica de los 'manolito' que se apoyó en Morata para crecer en redes. 

La decisión de Manolo fue inteligente: unir fuerzas. "Nosotros teníamos nuestro negocio familiar y nos daba miedo el salto. Pablo cogió y montó Crosantino, que era una copia. Pero él sabía que eso no eran los 'manolitos'. Ellos mismos decían que no habían conseguido hacer con el crosantino lo que nosotros con el manolito: la cocción es diferente, la mantequilla, la fermentación... Abrimos uno frente al otro. Pensábamos en la expansión, porque recibíamos varias peticiones de franquicias al mes. Teníamos nombre, trayectoria y fama. Así que fue un poco como... para qué vamos a hacer la guerra si podemos llegar a más".

El nacimiento de 'Manolo Bakes'

Más que la insistencia de Pablo, fue la presencia de Morata lo que convenció a los hermanos Manzano de lanzarse a la 'gran expansión'. En diciembre de 2017 se fundó De Boca En Boca, la empresa del nuevo Manolo Bakes en la que, hasta ahora, un 50% era de Manolo, Remedios y Noelía, y otro 50% era de Nuño, Álvaro y sus padres.