Perros

La historia de Zenit, un perro adoptado que se convirtió en el primero en entrar en una UCI pediátrica en España

Zenit es un "golden retriever" de 6 años y "trabaja" en la UCI pediátrica del 12 de Octubre de Madrid.
EFE

Desde 2019 las puerta de la UCI Pediátrica del Hospital 12 de Octubre se abren para acoger al mejor amigo del hombre (y también de los niños): el perro de intervención asistida. El primero de todos fue Zenit, un Golden retriever que por aquel entonces tenía seis años y que ha ayudado a decenas de niños a disminuir la ansiedad, el miedo e incluso el dolor durante sus ingresos.

Gracias al proyecto Huellas de colores, Zenit se ha convertido en el primer perro en entrar en una UCI pediátrica donde "trabajaba" semanalmente con el objetivo de "humanizar el ambiente hospitalario y enriquecer la vida emocional de los enfermos y sus familias".

No obstante, de vuelta al 2024, este héroe de cuatro patas de once años y medio es "por encima de todo, un perro de familia", según Rocío Fernández, psicóloga y tutora de Zenit. "Comenzó su trabajo en terapia cuanto tenía aproximadamente dos años, tras un proceso de formación adaptado a sus necesidades en Psicoanimal y no fue hasta 2020, durante la pandemia, cuando se jubiló".

Siete años ayudando a los más pequeños

Rocío conoció a Zenit en una feria de adopción en Fuenlabrada, donde comenzó un proceso de adopción que culminó con la llegada de por aquel entonces un Golden de aproximadamente un año con una historia pasada complicada a su hogar.

"Primero tuvimos que estabilizarle a nivel de salud y conocernos muy bien para generar un vínculo muy especial con el que nos dejó claro desde el primer día la gran necesidad social que tenía y su deseo de agradar ante todo", asegura Fernández.

El aprendizaje de Zenit siempre fue, según su tutora, "inherente a su personalidad y muy sencillo". "Ya contaba con la base que el necesitaba para sentirse cómodo y feliz en las terapias", asegura la psicóloga. "Siempre ha recibido de forma muy positiva cualquier colectivo con el que hemos trabajado (infancia, tercera edad, diversidad funcional...)".

Se jubiló de forma virtual, despidiéndose rodeado de amor y haciendo lo que más le gustaba

"A través de la metodología cognitivo conductual y la educación en positivo hemos ido desarrollando todas las habilidades necesarias para su trabajo y adaptación a muchos tipos de centros y domicilios", agrega. "Pero se jubiló en 2020, durante la pandemia, cuando tenía casi nueve años".

Zenit contaba con problemas de salud que le impedían volver a retomar sesiones presenciales por su bienestar, sin embargo, continuó trabajando junto a su tutora de forma virtual, "para dar soporte emocional al hospital en el que había trabajado previamente y, de esta forma, se despidió, rodeado de amor y haciendo lo que más le gustaba".

Zenit en el proyecto 'Huellas de colores'

Cuando comenzó el proyecto 'Huellas de colores', además de Zenit el equipo contaba con la colaboración de dos perretes más: Musu y Sena. "Es cierto que empezó con él, ya que lo diseñamos acorde a sus necesidades y él se sentía muy a gusto desarrollando su trabajo allí, acompañado de mí como profesional en todo momento y de mi compañera Raquel (terapeuta)", recuerda Fernández.

Entre los tres, velaban tanto por el bienestar de Zenit, como por el de los niños con los que trabajaba. "Una vez iniciamos el programa con él, pudimos ver qué necesidades eran óptimas para trabajar con otros perros y, así, darle el descanso que se merecía", afirma su tutora. "Ahora Ceo y Alma han podido continuar esta preciosa labor post pandemia junto al equipo de profesionales de Bitácora".

En las sesiones con los niños, tanto Zenit como sus compañeros de cuatro patas eran, por encima de todo, perros. "Su base social, emocional y comunicativa son el gran éxito de su trabajo", asegura Fernández. "A través de su modelo, las psicólogas del programa utilizaban su historia de superación y desarrollaban la resiliencia en los niños y adolescentes del hospital".

"Su pelaje suave, sus gestos divertidos y su forma de ver la vida jugando nos permitían desarrollar múltiples juegos y actividades donde los niños pasaban de ser cuidados a cuidadores", continua explicando. "Hay mucho detrás de tirar una simple pelota o preparar una tarta o disfraz para Zenit y él, por supuesto, siempre recibe todo con su cola en movimiento y su mejor actitud, feliz de que le cuiden".

Para Fernández, Zenit es todo un orgullo y un compañero con el que es feliz cada día. "Desde su merecida jubilación tras siete años de trabajo a nuestro lado sigo sintiendo lo mismo, él siempre será especial", afirma. "A él le encanta estar acompañado y convive con otros perros que le sostienen emocionalmente, así como con su familia que le da todo lo que necesita".

"Lleva una vida rodeada del amor que él dio y que ahora recibe cada día", asegura. "Le encanta olfatear, jugar con sus peluches (regalos muchos de las sesiones que recibió) y, sobre todo, darse sus pequeños paseos donde le damos la mayor calidad acorde a sus necesidades".

Colaboradora '20minutos'

Soy Inés López García. Me formé en la Complutense con la intención de acabar informando sobre animales y medioambiente. Tuve mi primera oportunidad laboral en el medio local 'Madridiario'; luego entré en '20minutos', donde pude escribir sobre cine, series y videojuegos, mis tres hobbies. Me mudé a Londres para mejorar el inglés y escribir sobre el Brexit y el covid en la distancia. En la actualidad escribo sobre lo que siempre quise, animales, en la sección Animaleros de '20minutos'.

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